El 28 de julio concluye el ciclo de desmontaje del sueño de Chávez, habrá triunfado la operación contra el Socialismo. Este circo electoral, consiguió su objetivo, expulsar al Socialismo de las discusiones ciudadanas, cambiarlo por la discusión del fraude, la pelea de gallos sin contenidos, y sobre todo por la alta posibilidad de fraude. Es justo, lamentablemente, reconocer que la operación que comienza con el asesinato del Comandante obtuvo un éxito. Chávez, el Socialismo, los ojos de Chávez, el color rojo se desdibujan en el mar de las mentiras, de manipulaciones, del madurismo y de los ataques de la derecha gringa; nadie, pocos, defienden la idea del Socialismo; nadie, pocos, defienden a los líderes chavistas calumniados, allá adentro en el gobierno es anatema hablar de Socialismo, del Chávez sin editar.
El 28, gane quien gane, se realicen o no las elecciones, el país entrará en una nueva etapa, el desencanto, la desilusión, la tristeza copará el ambiente. Aumentará el éxodo, ahora con más desespero, con más violencia, más riesgo. Será más difícil gobernar, la apatía, la rebeldía silenciosa, harán frente al gobierno que de ese exabrupto surja. La represión, necesariamente, será instrumento para medio mantener un orden que se desangra, el país se irá disolviendo sin esperanza, sin rumbo creíble.
Es necesario, urgente, empezando desde ya, devolver al país la esperanza, el sentido de la vida, razones sagradas por las cuales luchar, la certeza de que una derrota no líquida al sueño, la esperanza sigue viva. Es urgente recomponer el liderazgo que encarne el proceso de resurrección, reconstrucción del alma de la Patria, la reconstrucción de las condiciones materiales para sostener ese espíritu.
La tarea de esa dirección, de ese liderazgo chavista, será titánica, pero indispensable y posible. Los enemigos son muchos, el desencanto es terrible, pero la causa patriótica, tiene de su lado la fuerza indestructible de, como dijo Martí, una idea justa capaz, desde el fondo de una cueva, de derrotar a un ejército, la idea, la voluntad de Patria Socialista, como proclamó Chávez. Tiene de su lado el ejemplo del gobierno de Chávez, que le dio a la masa despojada lo que nadie le había dado, la autoestima, el saberse poderosa; le dio motivos para luchar, para vivir, sentido a la vida, un poder, que la hizo capaz de construir un mundo nuevo, de ubicarse a la vanguardia de los mejores anhelos de la Humanidad. Y existen los líderes que se mantienen leales a ese proceso, la masa, el pueblo, los conoce, los vio actuando junto a Chávez, los vio soportando calumnias, exilios, cárceles, correr riesgos por enfrentarse a la traición, ellos surgirán radiantes desde las entrañas de la resistencia a la felonía madurista.
El 29, esa madrugada, un rayo de esperanza iluminará el oscuro cielo del madurismo traidor a Chávez, y de la derecha gringa, capitalistas los dos. Indicando que Chávez vive en la lucha por el Socialismo, que nadie se rinde, que no hay derrota que detenga el camino hacia un mundo nuevo. Ese rayo firmado por los líderes chavistas leales será un compromiso de consecuencia en la lucha por concretar el sueño de construir un mundo donde todos vivamos como hermanos.
¡CHÁVEZ VIVE!