“La fuerzas políticas que actúan hoy en Venezuela han cerrado toda posibilidad de diálogo y soluciones apegadas a la constitución”, RR insiste en que es la hora de buscar otros espacios y la unión cívico-militar para devolver la soberanía al Pueblo.
Caracas, 14 de mayo de 2019.- El ex ministro de petróleo Rafael Ramírez asegura que la clave para salir de la crisis país es la unión cívico-militar y su actuación conjunta, inspirados en el espíritu del 23 de enero de 1958 que fue lo único que permitió el derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez. La fusión de ambos factores, cívico-militar, debe traducirse en la conformación de una Junta Patriótica de Gobierno que restablezca la soberanía del país e inicie la reconstrucción de la Patria.
El dirigente chavista insiste en que la situación actual de Venezuela es insostenible y debe acabar de una vez. No hay más tiempo, ni para maduro, ni para Guaidó y sus aventuras de guerra.
La mayoría del país sufre los efectos devastadores de la peor crisis de nuestra historia, a la vez que se encuentra atrapada entre la confrontación por el poder de dos extremos intolerantes de lo mismo, que han cerrados los espacios para una solución apegada a los preceptos constitucionales.
En este sentido, el ex ministro de petróleo del presidente Chávez sostiene que la FANB debe ser el árbitro y garante del restablecimiento de la soberanía popular. Por lo que hace llamado a la oficialidad castrense a apegarse a la Constitución y la doctrina militar bolivariana.
“Cuando los jefes militares dicen que juran lealtad a cualquiera de los autoproclamados, ´comandantes en jefe´, están avalando la violación de la Constitución. Están faltando a su responsabilidad de preservar el hilo Constitucional, el orden interno y la soberanía de la República”, advierte.
Ramírez advierte que nuestro país corre el riesgo de desaparecer como la entidad política-territorial que conocemos hasta ahora, no solo nos han arrebatado de facto el Esequibo, sino que, tanto maduro como guaidó rematan, nuestros recursos naturales: petróleo, gas, oro, cortan y subastan nuestras empresas del estado.
Para el dirigente político, existe el imperativo moral y político de salvar a nuestro país de los intereses profundamente antinacionales que nos acechan y que están dispuestos a llevarnos a una guerra para obtener ventajas como nunca antes en nuestra historia. Venezuela corre el riesgo de pasar a ser un país tutelado e intervenido por intereses extranjeros.
Ambos grupos de poder sostienen planes políticos y económicos que son inviables para recuperar el país. La Junta Patriótica debe concentrar su acción en atender al pueblo en la emergencia humanitaria y social pero especialmente en recuperar el control y plenas capacidades productivas de nuestra empresa nacional Petróleos de Venezuela, del petróleo, gas, el Arco Mi euro, revertir los decretos y leyes inconstitucionales de maduro y proteger al país del llamado “plan país” que no es más que un refrito de la fracasada apertura petrolera y la propuesta privatizadora que nos llevó al Caracazo.
Se impone una visión estratégica donde prevalezcan los intereses del pueblo y de todo el país, más allá de los intereses mezquinos y económicos de los grupos en pugna.
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