Nadie podía imaginar; ni siquiera una mente tan genial como la de Gabriel García Márquez, que 16 años más tarde, de aquel diciembre del año 2002, cuando el pueblo venezolano junto a los trabajadores petroleros y la Fuerza Armada Nacional, todos comandados por el Presidente Chávez, el Dr. Ali Rodríguez Araque Presidente de PDVSA en ese entonces y Rafael Ramírez Ministro de Petróleo y Minería para el momento libraban una colosal batalla; en un combate que definiría la historia de dominación política y económica de nuestro país; que toda esa victoria y una de las mayores epopeya del pueblo venezolano quedaría opacada y diluida en el pasado. Lo que no logro la estrategia imperial y la oligarquía nacional lo lograría un grupo de hombres miserables, llenos de resentimientos y complejos políticos; consumando así un colosal asalto y saqueo al país. Una tragedia nacional.
En ese entonces, a pesar de los certeros y duros ataques realizados en contra del pueblo, a través de la estrategia y las acciones del Paro Sabotaje, la moral de combate de miles de mujeres y hombres del pueblo fue muy alta; en todo el territorio nacional, en las ciudades y en los sectores más humildes se apreciaba y respiraba el compromiso; sin gasolina, sin gas doméstico, sin transporte el pueblo se resteo; resteado con Chávez! En ese entonces el enemigo estuvo muy bien delineado, allí no hubo variopinto; Chavistas / Opositores. Es triste ver hoy a PDVSA y recordar esa gesta popular; esa sublime epopeya del gloriosos pueblo de Venezuela reducida a una tragedia.
Hoy simplemente PDVSA fue asaltada y quedo secuestrada por un grupo de farsantes y resentidos del bagazo y la miseria política venezolana. Inicialmente se disfrazaron de revolucionarios y patriotas, a esta altura del juego las caretas han rodado y simplemente están al descubierto. Aun pretenden con un discurso patriotero, demagogo esconder todos sus intereses y fechorías. Ellos pretendieron venderse como una liga de justicieros, Avengers que llegaron a PDVSA para combatir la corrupción y la ineficiencia, cuando ya es evidente el saqueo, los negocios mal habidos. La incapacidad y el desprecio absoluto por el conocimiento y la experiencia técnica. Si esta gente ha demostrado fehacientemente algo es su conflicto con la capacidad y la academia, es por ello que han alentado el desplazamiento de miles de profesionales y especialistas en el área petrolera. PDVSA como institución siempre ha sido un reflejo fiel de nuestro amado país, hoy es una realidad paralela, donde campea abiertamente la incapacidad, la corrupción, la indolencia, el colapso como condición permanente y en donde cualquier disenso es y será severamente castigado a través del despido o una visita amistosa al SEBIN. Sino que lo digan los compañeros de Refinación que ante cualquier falla o apagón eléctrico son detenido arbitrariamente y tratados como delincuentes comunes.
Hoy PDVSA es una vergüenza y un dolor inmenso para el pueblo Chavista que aún no entiende ¿Cómo esto se permitió?.¿Como el Presidente Maduro encabezo esta cruzada y se coloco al frente de la misión de destruir a PDVSA?. La única explicación es su resentimiento y complejo hacia la capacidad y la intolerancia hacia la disciplina, la estructuración y el orden. El encarna y es un fiel representante del resentimiento político, es evidente su conflicto mental. El impulso y motivo el asalto a PDVSA. Construyo una historia, se apoyó en lo más bajo y miserable de las técnicas del “Fake News”. De esta forma ha destruido hombres y familias honorables, su sentido visceral lo ha llevado aún más lejos; llego al empleo de la muerte como recurso de lucha. Que explique entonces la falta y negación de atención médica a Nelson Martínez, así como el abandono al cual son sometidos centenares de trabajadores petroleros detenidos y acusados vanamente por corrupción.
En la PDVSA secuestrada se habla ya públicamente de los negocios existentes entre connotados líderes políticos de la oposición y el gobierno, se han denunciado hasta los negocios de Nicolasito, el hijo del Presidente, en la Faja del Orinoco, los cuales asciende, según la denuncia a la bicoca de 300 millones de dólares. Tenemos también los comentarios abiertos acerca de los descuento por venta de crudo. Eso solo para mencionar los altos niveles de dirección actual de la industria. Pero en los niveles intermedios y bajos la cosa es igual o más ruin. No hay gas doméstico, solo porque el despacho y su distribución quedo como un tremendo negocio; una bombona pequeña de gas es vendida a partir de 10.000 Bs. Y la instalación de gas directo en los edificios y complejos de la gran misión vivienda es cobrado en dólares, todo esto en base a lineamientos de las autoridades de Gas Comunal.
Mientras sigue el saqueo, la producción de PDVSA cae a un nivel histórico, la refinación prácticamente paralizada, no hay gas, los mejoradores de crudo se encuentran totalmente paralizados, en este momento no hay gasolina en gran parte del territorio nacional. En pocas palabras el rancho se desploma, todo se viene abajo, el cuento se acaba. Rafael Ramírez dejo la industria hace más de cuatro años y en ese entonces la producción se ubicaba alrededor de tres millones de barriles día, PDVSA entregaba diariamente al Banco Central de Venezuela los dólares resultantes de sus operaciones y la cajita sonaba la campanita. Maduro que diga lo que quiera; la guerra, el saboteo, las sanciones, las mafias corruptas y cuantas vainas más su verborrea le dé. La única cosa real y objetiva es su incapacidad y su entrega de PDVSA a los grupos de poder político representados por Diosdado Cabello, El Aissami, Los Hermanitos Rodríguez, La Primera Combatiente, entre otros.
Así como decimos todos los venezolanos: “Trump hands off Venezuela” también tenemos que decir ante esta tragedia: ”Maduro saca tus manos de PDVSA”. Fuera los corruptos e ineptos de PDVSA!!!.