En Venezuela luego de la muerte del presidente Chávez, en los últimos 7 años del gobierno de maduro, ha estado sumergida en una crisis política, económica y social, de la que todos los venezolanos, los que aún seguimos en el pais, hemos estado en pie de lucha para sobrevivir, los que se fueron, salieron del país para buscar una mejor calidad de vida para su familia.
El venezolano se caracteriza por amar cada rincón de la patria, cada día es un desafío, un reto, una lucha constante, salir a la calle para trabajar, aún con el confinamiento, se arriesgan, para llevar el pan a sus hogares. Al amanecer el venezolano se levanta y lo primero que pasa por su mente es: Que comeremos hoy? Ya no queda nada en la alacena.
La gran mayoría de las personas caminan por las calles de su ciudad o localidad, pensando que hacer o si en algún día ésta situación mejorará, eso es lo que todos nos preguntamos. El gobierno de maduro acabó con todo el desarrollo económico del país, afectando directamente el buen vivir del pueblo, sumiendolo a la más dura pobreza jamás vista en nuestra historia de Venezuela. La gente busca la manera de sobrellevar ésta situación por la que atravieza el país, situación que los ha llevado a aprender nuevas labores que antes no hacían o no practicaban, por ejemplo fabricar cocinas improvisadas (fogones), por la falta o ahorro de gas, se ha vuelto rutinario cocinar a leña en la mayoría de los hogares venezolanos sobre todo en el interior del país. También han aprendido a fabricar lámparas caseras de kerosene (cuando se consigue) y mechones de gasoil, para iluminar sus casas a causa de los constantes apagones eléctricos.
En las calles del país se ven los vendedores que pasan de casa en casa ofreciendo sacos de leña a cambio de un producto de la cesta básica (harina, pasta, arroz, azúcar, café y hasta sal) para el ahorro del gas o falta del mismo, aprovechando así, llevar algo de comida a sus hogares. Es imprescindible saber con exactitud lo que ha llevado hacer la crisis a la gente, cosas buenas y cosas malas.
En las calles se observan una cantidad de vendedoras y vendedores de frutas y hortalizas, en algunos casos cultivados por ellos mismos, para la venta o «cambio» por un producto alimenticio. Es impresionante como el famoso «trueque» se ha hecho tan comercial en nuestro país. Muchas personas ofrecen sus servicios a domicilio (mecánicos, peluqueras, barberos, comida rápida y hasta médicos) todo por tratar de ganarse algo para su supervivencia personal y familiar.
La lucha del venezolano es constante, las amas de casa también se suman a la lucha por llevar el pan a sus mesas, realizan tortas, manjares, dulces, helados caseros y exquisiteces para la venta o «trueque», aunque esto no es nuevo, ahora es más común y a domicilio; fabrican tapabocas, guantes caseros, así como el jabón líquido, para hacerle frente a la pandemia, pandemia que a pesar de todos los efectos negativos y mortales que ésta trajo consigo, ahora la gente la mira con ojos de positivismo para valerse de ella y sacar artículos y productos para vender y así tener algún ingreso extra en sus hogares.
Ahora las redes sociales se han vuelto en la compra y venta de los usuarios, un medio para hacer sus propios videos y publicidad de sus artículos, productos y servicios a promocionar. En Twitter por ejemplo, se observan imágenes publicitarias de los fogones caseros, videos de elaboración de tapabocas y recetas sencillas de cocina para saber otras formas de cómo cocinar los famosos frijoles verdes chinos (ya que éstos son los que más vienen con frecuencia en las cajas y bolsas Clap).
La verdad es que el venezolano es admirable, para todo busca una solución y de eso sacan un chiste, el sentido de buen humor, hasta en la peor crisis, nunca desaparece de entre la gente.
Las madres de nuestros niños ahora son sus maestras, pero, acaso siempre no ha sido asi? Por supuesto, ella es el primer ejemplo a seguir de sus hijos, es por ello que la familia es la base de la sociedad.
La falta de transporte ha llevado a las y los venezolanos a caminar de un municipio a otro y en el camino casi siempre se tropiezan con árboles frutales como el mango, que les ha servido a muchos de desayuno y a otros como almuerzo, aún en la cuarentena, en las vías de comunicación, se ve a la gente, tomando un descanso, comerce un mango y seguir su camino.
El legado del presidente Chávez ha sido manchado por el mal gobierno de nicolas maduro, eso no es un secreto para nadie, ni para la misma oposición. La ausencia del comandante es notoria, sobretodo en los estómagos de los venezolanos.
Con la Beatificación del Dr José Gregorio Hernández, las peticiones de los creyentes se multiplicaron con una intensidad incalculable principalmente en el tema de la salud y el bienestar físico y mental, que está siendo tan golpeado, tanto por la pandemia como por la crisis que nos acecha día a día. Es indignante ver y observar a la gente en la calle y hasta de casa en casa pidiendo limosnas para comprarse un jarabe o una pastilla, otros hacen trueques para adquirir algún medicamento, duele mucho ver a las personas en ésta situación, pero aún así, siguen adelante y no se dan por vencidos.
El venezolano es muy tradicional, querendon, apegado a sus tradiciones y costumbres, mucha gente, han dedicado la cuarentena a crecer como seres humanos, a sumarse a ayudar al pobre al más desvalido, a darle una arepa al vecino que no tiene que comer o a dar un traguito de café al viejito que con su bastón pasa por el frente de su casa todos los días. Muchos se han acercado aún más a Dios y otros se han alejado, desviandose por el mal camino (muchos de ellos empujados por la mala situación y el desempleo) han caido en robos, estafas, drogas, alcohol y suicidio.
Muchos venezolanos abren sus comercios para seguir con su rutina diaria laboral, pero con temor a ser robados o peor aún, a ser extorsionados por funcionarios del orden públicos o de la justicia, que los obligan a cerrar antes del horario pautado por el Estado, si no les pagan su vacuna en dólares $$$, y ahora mencionando éste tema, ni hablar del desastre que existen en las colas de la gasolina, los usuarios aún así pasan las noches en dichas colas en las estaciones de servicio para lograr abastecer su vehículo, corriendo el riesgo de ser robados o «matracados» para decirlo con más claridad.
El trabajo de la gente es incansable, en los hospitales, comercios, bancos, farmacias, en el campo, todo por seguir luchando, esforzándose por un futuro mejor, por un país mejor, por un mundo mejor.
Ver colar café a la abuela todas las mañanas, nos hace creer en un mejor país, mientras el abuelo riega las plantas frutales del patio, nos hace ver que si hay esperanza, algo que es tan común en la vida de los venezolanos, nos da mucha más razón para salir a la calle a luchar; nuestros niños y niñas de la patria son el motor que impulsa a toda una sociedad, a dar la cara, a dar la batalla en las calles, por ellos todo o nada. Bolivar nos enseñó como defender la patria, ahora más que nunca debemos hacerlo, con unión, con trabajo, con acciones positivas, con la Constitución, como bolivarianos que somos.
Con una dolarización de facto, un sistema económico devastado y una pandemia acechando en la puerta de nuestros hogares y sin servicios públicos, es sorprendente como «mi gente» aún siga en pie de lucha, así lo han demostrado, guerreras y guerreros venezolanos, mujeres y hombres honestos y trabajadores, obreros que pasan a ser una bomba de tiempo que en cualquier momento se le explotará en la cara al gobierno de maduro. Ahora los trabajadores petroleros alzan sus voces y rompen las cadenas del silencio para hacerse notar y expresar sus derechos así como lo establece nuestra Constitución, así es «mi gente», luchadora, emprendedora, exigiendo un salario digno por la mejora de sus condiciones laborales y su seguridad social, así lo han hecho saber, basta con salir a la calle y ver el día a dia de «mi gente».
El comandante Chávez reivindicó a la clase obrera y trabajadora del país, en su periodo de gobierno, esa fué una de sus prioridades, siempre presente, inclusive estaba plasmado en el plan de la patria y maduro la ha destrozado.
«La Soberanía Reside en el Pueblo» asi es y mi gente, mi pueblo hará justicia en nuestro país y de alli es que, Venceremos!