No por advertido deja de sorprender: el madurismo y las oposiciones montaron la novela de las elecciones, el guion funciona a la perfección, hay villanos, galanes y galanas, protagonistas, antagonistas, cotufas, zancadillas, mentiras, besos, saludos, todo es mentira, un show engaña pendejos, y mire que los pendejos se encuentran en las calles por millones, con y sin mascarillas, con y sin partidos.
La cuarta resucita, no de las cenizas, sino de las ambiciones de los políticos baratos. Son malas noticias para la gente, el capitalismo que ya se había impuesto en lo económico, consigue montar una forma política, volvimos a la democracia burguesa, a la cuarta, que no es otra cosa que una dictadura disfrazada. La buena noticia es, que, a pesar del esfuerzo de los entreguistas y traidores nacionales, de los gringos, los rusos y los chinos, la cuarta renace agotada, como una vieja edificación con las bases carcomidas por el tiempo y por tanta pequeñez, tanta ambición mezquina.
Esta forma democrática burguesa se había desgastado, el 4 de febrero fue su réquiem. Ya no conseguía contener las tensiones de un país rentista en el que se habían formado una burguesía vampira, un proletariado más despojado de la renta que explotado, dirigido por una clase sindical sin sentido de su papel histórico, un campesinado urbanizado en las miasmas de la marginalidad, una claque política corrompida hasta el tuétano de los huesos, y una masa desamparada, cada vez más sumida en la miseria material y espiritual. Chávez irrumpe en este barrial y comienza la etapa de sanación, su asesinato trunca el camino.
Ahora renace la cuarta, el madurismo fue su partero, así como fue el enterrador del intento socialista, viene con los mismos actores, los adecos insistentes, los copeyanos volvieron en manos de los primero justicia, los leopoldos, los guaidoses, bien vestidos, bien peinados, técnicos, representan a la burguesía rentista y a las clases intermedias. Las clases depauperadas, los irredentos, no tienen quien los represente, sólo son carne de cañón, manipulados por los dominantes y sus partidos.
Regresa la cuarta, en un país arruinado por el madurismo, se acabó la riqueza que permitía un margen de maniobra a los dirigentes, ahora la sociedad está más fragmentada que nunca. Si en México todo les sale bien, el acuerdo será continuar con el desacuerdo, dar la imagen de que son diferentes, tener a quien culpar, ya no a los gringos, al bloqueo económico, a la guerra económica, sino a la contraparte del pacto. El jueguito del malo y el bueno volverá a la escena. Si en México les va mal, la contradicción se planteará entre una dictadura fascista o el regreso al camino del Socialismo.
Las condiciones para otro 4 de febrero están allí y se irán profundizando. Aquella gesta no fue un capricho, nació de las entrañas mismas de la realidad. Hoy se repiten con pasmosa similitud las mismas circunstancias: un estamento político distanciado de las masas empobrecidas, una situación económica catastrófica, un Estado ineficaz, marchito. Un país sin líderes, sólo con fantoches que no emocionan a nadie, una política llena de mentiras, que pocos creen. Las condiciones para otro 4 de febrero son inocultables, ahora se cuenta con el ejemplo de Chávez, ya esta sociedad sabe cómo sacudirse la peste de la cuarta.
¡VOLVER A CHÁVEZ, LEALES CON EL 4!