A los cobardes se les hace más fácil mentir que enfrentar la verdad, y peor aún cuando esas verdades fueron dichas por él mismo. Ese el caso de Mario Silva, elemento que se finje con ética y con una moral inquebrantable, cuando sus frutos dan muestra muy clara, que se metió en el grupito tarifado del madurismo, prefiriendo pisotear la lealtad que tanto pregona al Comandante Chávez, pero ya dice el refrán: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces». Por eso sus incesantes repeticiones proyectándose como leal a Chávez y al Pueblo.
En la actualidad no queda ni la sombra de aquél programa combativo, que de una forma titánica estuvo en defensa de la revolución. Hoy en la actualidad, prácticamente cambió de enemigos, y debido a su falta de criterio, defiende y justifica a los corruptos, y de una forma muy tenaz defiende al capitalismo madurista. Ah pero disculpen, el hombre posee un libro firmado por el Comandante Chávez y otro por Fidel, sin mencionar la réplica de la agenda del Che Guevara, entonces eso lo convierte al parecer en una especie de faro guía revolucionario, que muestra el camino a seguir, a quienes deambulan en los senderos de la confusión. Dado que nos conseguimos con semejante ser supremo, busquemos entonces en los pensamientos de aquellas personas que aplicaron métodos en sus vivencias de lucha, para obtener los resultados deseados en defensa de lo que consideraron justo, y así descubriremos el verdadero rostro detrás de su máscara actual.
Joseph Goebbels quién fue jefe de campaña de Adolf Hitler enseñó lo siguiente: «Repite una mentira con suficiente frecuencia y la convertirás en verdad». En el empeño que tiene actualmente el madurismo de atacar la figura y obra del Comandante Chávez, se valen de los más infames métodos para lograr tales objetivos. Obviamente no lo hacen de una forma directa, pero con mucho sigilo han desmontado todo aquello que en un momento llamamos: «El legado de Chávez». Aquellos que teniendo intereses particulares se sumaron a ése nefasto plan, obtuvieron su redención delante del madurismo, y eso incluye a opositores adversarios del propio Comandante, que en algún momento fueron muy despiadados con su persona y su proyecto.
Ahora bien, no todos estaban dispuestos a deshonrar el legado de Chávez, existen todavía hombres, mujeres y mucho pueblo dispuestos a honrar las promesas y el compromiso que en algún momento adquirieron con el Comandante, cosa que el madurismo sabe, y por eso dirigen a sus perros sumisos y todas sus herramientas mediáticas para atacar a aquellos que con sus acciones manifiestan lealtad a Chávez.
Basados en los recientes ataques que hiciera Mario Silva en su programa contra Rafael Ramírez, es necesario recordar que fué el propio Comandante Chávez quien defendió la honorabilidad de Ramírez, saliendo con firmeza al paso de rumores y señalamientos del cuál estaba siendo objeto. Rumores que venían desde la oposición, pero que eran alimentados por quienes pretendían dirigir a cómo diese lugar la PDVSA roja rojita. Y pronto se le olvidó eso a Mario, que prefirió dejarse usar como marioneta del madurismo, para seguir repitiendo las mismas mentiras que fueron producidas desde la oposición, y que el madurismo usaría también para buscar responsabilizar a Ramírez del desastre que causaron las élites maduristas en PDVSA. Si repetían con frecuencia las mentiras, entonces buscarían convertirlas en verdad ante la opinión pública.
Le recuerdo a Mario que Rafael Ramírez no estaba cuidando ningún puesto, no tenía compromiso alguno con el madurismo, el compromiso lo había adquirido con Chávez, y cuando maduro se desvió del proyecto del Comandante, emitió opiniones muy críticas contra el madurismo, fué allí cuando maduro pidió su renuncia. Eso sólo lo podía hacer alguien con rectitud, como lo dijo el escritor Charles Dickens: Los caminos de la lealtad son siempre rectos.
Atacan la osadía de Ramírez por mantener su palabra de lealtad y compromiso con Chávez, a de ser porque les recuerda a muchos la falta de valentía donde actualmente están inmersos. Hoy con toda seguridad, podemos afirmar que Mario Silva pasó a ser lo que combatió en otro momento, le pasó tal cuál cómo dijo Nietzche: «Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de tí». A Ramírez no le interesaba congraciarse con el madurismo, sólo persevera firme en su promesa de mantenerse fiel a Chávez. Obviamente esa elegancia y rectitud no la posee Mario Silva, eso lo perdió el día en que tuvo que tragarse todas sus palabras, y dejarse comprar su integridad por el madurismo, sólo con la intención de mejorar su estilo de vida.
Escuchar hace poco a maduro decir; «Me engañaron» frase que usó hace poco, para quedar bien parado delante de un grupo de personas, y como siempre responsabilizar a otros de sus errores, cosa que ya es cotidiano. Pero escuchar a Mario Silva decir; Rafael Ramírez engañó a Chávez, y confieso que también me engañó a mí, sin duda alguna eso raya en la estupidez, y viene de los mismos creadores. De tal palo, tal astilla.
Dijo Harry Houdini: «Lo que los ojos ven y los oídos oyen, es lo que la mente cree». Usando éste principio, Houdini desapareció un elefante delante de una multitud, y parece hasta irrelevante de mi parte escribir ésto, pero como trabajador petrolero, conozco casi toda la empresa en la parte Occidente, y sé en el estado que dejó Rafael Ramírez nuestra PDVSA. En el Lago de Maracaibo las actividades estaban funcionando casi en un cien por ciento, los equipos y las áreas estaban aptas para cumplir los planes de incrementar la producción petrolera. Pero hoy en día, el madurismo muestra las imágenes del desastre en que ellos convirtieron a PDVSA, y así le muestran cosas al Pueblo que NO tiene acceso a esas áreas, y dicen que ése es el estado en que Rafael Ramírez dejó la empresa, y lo han repetido tanto, que quién no haya tenido acceso a esas áreas, terminará creyendo todas esas mentiras.
A la final se terminó cumpliendo aquello que tanto temía Mario Silva en el 2013, cuando manifestó; si Diosdado se apodera de PDVSA, nos terminamos de joder. Aunque él cómo todo cobarde prefiere mentir y negar lo que dijo, nosotros los trabajadores de PDVSA sabemos que el madurismo no supo administrar la empresa, y la llevaron a la quiebra, y jodieron al País. Chávez sabía que PDVSA no era un ministerio más, el Comandante sabía y así lo manifestaba, que PDVSA era la columna vertebral de nuestra economía con forma de cristal, que debía ser dirigida con temple y sutileza a la vez, y esa responsabilidad se la encomendó a Rafael Ramírez, quien no defraudó ni a Chávez ni al Pueblo, porque generó los recursos necesarios, manteniendo los niveles de producción sobre los tres millones diarios, hasta el último día en que estuvo allí.
No hubo otro del equipo de Chávez capaz de generar la confianza que otorgó en Rafael Ramírez, ya otros habían ocupado ese puesto, y conocemos cuáles fueron los resultados deplorables. Muchos aconsejaron al Comandante de quitar a Ramírez, y Chávez se negó rotundamente, pues sabía porqué debía confiar en él. Entonces cuando el madurismo muestra imágenes de la PDVSA destruida por la gerencia post-Ramírez, lo hacen para culpar a Chávez de una forma subliminal, y cuando emiten contra Rafael Ramírez cualquier cantidad de calificativos o epítetos, es con la intención de crear las dudas en el Pueblo, que ellos necesitan sembrar en las conciencias de quienes aún aman a Chávez, y así generar pensamientos de duda en contra del Comandante. Por eso ahora es común escuchar entre la población Chavista frases como: «el Comandante se equivocó». Y con ésto no pretendo mostrar a Chávez como alguien infalible, o un ser supremo, porque él mismo reconocía y asumía sus errores, cosa que no hace el madurismo. Pero si alguien exigía siempre resultados óptimos, ese era el Comandante, y si él consiguió esos resultados en Rafael Ramírez, lo menos que podemos hacer nosotros, es desenmascarar al madurismo que traicionó su legado, y que ahora están revirtiendo todas las conquistas alcanzadas en la era Chávez-Pueblo.
Una cosa nos pidió el Comandante a los trabajadores petroleros a finales del 2010. Nos dijo: cuiden a ese hombre que está allí, ése es un «Caballero» refiriéndose a Rafael Ramírez. Honrando ese voto de compromiso con Chávez, hoy desde mi trinchera, con mi poca experiencia en escribir éste tipo de artículo, con mucha humildad y usando las pocas herramientas que tengo, pero con una gran convicción de saber que le estoy cumpliendo a Chávez, hoy levanto mis líneas en pro del compañero Rafael Ramírez, quien es objetivo de ataques sin fundamentos por parte del madurismo.
Dijo Gandhi: «Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena».
«Viva Chávez Carajo».
Y que Viva Venezuela.
Con la esperanza que Chávez despierte en la conciencia del Pueblo, y con su sabiduría sepamos discernir todo el daño que continúa haciendo el madurismo, y que ya es hora de frenar.
*Trabajador de PDVSA