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ActualidadDijimos que era la mentira…

Dijimos que era la mentira…

Dijimos que era «la mentira», y es la mentira lo que cabalga el tiempo que les queda en el gobierno. Primero el anuncio de la recuperación de los sueldos y salarios en marzo de este año que hace Maduro, pero luego el instructivo de la ONAPRE, el sablazo a los sueldos y conquistas laborales, las protestas, revienta la calle, brinca Maduro diciendo que las quejas sobre la Onapre son «una campañita» y «manipulaciones”, las estupideces de Mario Silva, los disimulos de Diosdado, el cinismo de Jorge, las “incontinencias” de Jesús Farías y las “cantinfladas” de Carreño, como dice el profesor Cécil Gerardo Pérez en su último artículo (Respuesta a las intemperancias de Pedro Carreño, Jesús Farías, Jorge Rodríguez y Mario Silva, Por: Cécil Gerardo Pérez | Aporrea, Lunes, 08/08/2022). Esta respuesta de Pérez explica con claridad el problema, leyéndolo no hay que redundar mucho en el asunto, no hace falta más, quizás agregarle un poco más de indignación por el descaro del gobierno, por el uso y abuso de la mentira en estos verdaderos comediantes de la política; una pieza de Moliere no llegaría a tales niveles de sarcasmo.

Sin embargo, todos sabemos que no se trata de una comedia, sino de una tragicomedia, donde la sátira aquí se transforma en el descaro de un grupo de mentirosos redomados. Ver cómo Carreño huye de la vista pública organizando su retirada de la Asamblea en una súper camioneta de último modelo, luego de declarar que no hay plata para pagarles a los maestros… ¿Por qué los trabajadores tenemos que sacrificarnos por esos pícaros inflados de defectos y malos hábitos, autoconvencidos de sus buenas intenciones? ¿Por qué no muestran algo de esas mentadas buenas intenciones y se manifiestan sin ostentaciones… y se rebajan o renuncian a sus sueldos? Si fueran inteligentes lo harían, porque los trabajadores, empleados públicos y jubilados, haciendo comparaciones con sus estilos de vida, cada vez les creemos menos sus cuentos. La vida de Carreño, eso de tener en su casa un gimnasio y esa camionetota, no la sostiene su sueldo de diputado; nadie cree que le haga falta ese “pichache”. ¡Deberíamos sacrificarnos todos por igual!, ¿verdad Mario, maduro, Diosdado, Jorge, Jesús Farías, etc… ¡Carreño!? (A Diosdado hay que recordarle que desde hace rato que a los empleados públicos, EN EL GOBIERNO DE MADURO, nos esquilmaron nuestra prestaciones sociales, una acción displicente del gobierno que quiso enmendar luego con un bono de 10.000 Bsd ofrecidos a una parte de los jubilados, pero ahora es corroborada la mentira con el mandato de la ONAPRE)

Pero es mejor mentir, disimular, distraer, amedrentar, el chantaje y la amenaza: ¡la inteligencia de una garrapata burócrata inflada no da para otra cosa! No hay dinero, pero se financia la “economía real”; la economía de los más ricos está creciendo, ¡eso todos lo sabemos! Pero todos sabemos que la economía “ficticia”, la economía doméstica, el diario del pobre, que en nada afecta los “grandes intereses de la nación”…, como “no existe” no importa. La otra economía, la economía que depende del trabajo de todos, y que está al servicio de los seres humanos, pensada así entes del lucro, esa que quiso Chávez establecer, tampoco era real, ¡boberías (excesos, han dicho algunos tontos pedantes) de Chávez, un “loco ignorante”!, por eso se tuvo que sustituir por la que produce “verdadera riqueza” y verdaderos ricos. Cuando uno escucha a Maduro y a Jesús Farías defendiendo ésto, da la sensación de estar viendo una conferencia televisada de algún fascista histérico como Milton Friedman, y que no se acaba nunca. Ahora ¡hasta maduro parece un hombre sabio cuando habla de “economía real”!

¡Cómo se engañan! Tienen que hacer una contramarcha para desmentir a los trabajadores. En los ministerios y similares los directores y jefes deben sacar a la calle a sus empleados, repartirles afiches, gorras, banderas, pitos, para acallar a los trabajadores más valientes, acusados de estar “vendidos a la causa del imperio”, como bien diría un adulador servil como Mario Silva. Después, demostraran al mundo, con esa puesta en escena, a la verdadera “clase trabajadora consciente”, porque la otra es falsa, cuando mucho, se trata de una conspiración de la derecha, o más bien del imperio, porque, según Diosdado, la oposición de derecha no existe (y hay que evitar caer en contradicciones).

Con estas declaraciones y “apagando y prendiendo” los medios controlados por el gobierno, mediante robots electrónicos y humanos, para que solo se vea lo que ellos quieren, pretenden tapar el Sol con un dedo. Pero igual están encandilados, no reconocen la verdad así se golpeen de frente contra ella. ¡Los empleados públicos, los maestros y docentes, los trabajadores están perdiendo el miedo a la calle, eso es lo que está pasando!, eso es lo que importa.

La mentira de salir del rentismo y “crecer” en una economía “real”, les sirvió para acabar con PDVSA, desmantelarla para privatizarla y meter su propia cuchara (o garras, o dedos, uñas…) en los negocios privados del petróleo, “hay que privatizar todo lo que debe ser privatizado”, diría maduro; desde tierras confiscadas a latifundistas, empresas socialista, capturadas por Chávez de conspiradores que las paralizaron y abandonaron, hasta las empresas del Estado. Salir del rentismo secando “la sangre” de nuestro desarrollo social, dejando el país sin educación, sin salud, sin gente, un territorio libre para que el capitalismo haga de él todo lo que quiera, una mina de oro, un gran centro comercial, un burdel…. El “incontinente” habla sin control, de promover turismo de “alta gama” en la Tortuga, y así harán con la Gran Sabana, Canaima, las playas que queden de Paraguaná y oriente, zonas especiales privadas, para que los millonarios del mundo disfruten de un país que no será nuestro, me refiero de sus habitantes y trabajadores más humildes. Se trata de la defensa” cívico militar” de la soberanía, pero de la que tienen ahora los “inversionistas” sobre nuestros recursos y tendrán los ricos sobre el resto de nuestro territorio y nuestros paisajes… ¡otra mentira más, la defensa de nuestra soberanía!

Estamos perdiendo soberanía sobre nuestros recursos naturales, energéticos, gracias a leyes que violan la constitución, y soberanía sobre nuestros tribunales y leyes, permitiendo que se diriman disputas comerciales y legales, de asuntos convenidos dentro de nuestro territorio, con jueces y en tribunales foráneos,, “internacionales”.

Todo ha sido cabalgar el tiempo sobre mentiras, ganarle tiempo al poder. Pero ahora se están desdibujando, se derrite la fachada frente a los trabajadores, quienes cargan con el sacrificio de hacer de Venezuela “una potencia”, como igual a Miami, en el mejor de los casos.

¡Hay que Luchar!, y eso hacemos. Nosotros decimos, hay que,

VOLVER A CHÁVEZ Y RETOMAR EL PLAN DELA PATRIA ORIGINAL

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