El intercambio de los sobrinos por los gerentes, al principio fue difícil creer que el gobierno se atreviera a mostrar su pequeña estatura ética, sin embargo, era verdad. Es un intercambio extraño en el que se mezclan razones mezquinas con razones políticas, que debe ser analizado con detenimiento.
Es un trueque en el que afloran las características de los dos bandos, por un lado, está el madurismo, que actúa como una camorra siciliana, y por el otro, los gringos que actúan como una corporación mafiosa, inhumana, fría. Es en esa contabilidad se debe estudiar el trueque de estas “mercancías humanas”.
Al gobierno gringo le queda la ganancia de mostrarse como preocupado por sus nacionales, por su gente. Del evento sale moralizado frente a sus electores, con la imagen de humanista. El madurismo evidenció su carácter de mafia, más importante que la razón de Estado, más importante que las razones políticas, son las razones de la banda. No les importó alex saab, no les importaron las sanciones sobre otros luceros, no les importaron las sanciones económicas, se impusieron los intereses mezquinos, particulares. Se la pusieron difícil a los voceros de la televisión que todo lo explican, ¿cómo justificar el cambalache?
La imagen del gobierno salió maltrecha, no hay allí sentido de Estado ni bueno, ni malo, actúa como una pandilla de zagaletones que de golpe se encontró un botín, y lo dilapida en una juerga. El madurismo de pronto se encontró un gobierno y actúa como si le regalaron un país, irresponsables lo destruyen. Al llegar al gobierno, se quitaron la careta y mostraron su verdadera esencia: una banda corta de vista, de ambiciones pequeñas, el lucro fácil, el confort, la sorpresa de ser obedecidos, el gusto de mandar, vivir el día, y mañana veremos.
Por supuesto, ese gobierno fue, como tenía que ser, un rotundo fracaso, una torta histórica, que cada momento se muestra con más claridad. Lo del cambalache de los sobrinos, es una muestra pequeña de la calidad de los que hoy usurpan la dirección del país. El caso es inédito, un país capturado por una pequeña mafia, que sin resistencia lo destruye. ¿Hasta cuándo, hasta dónde soportará el país el deterioro? ¿El país tiene dolientes, cuándo actuarán, a qué esperan? Para después será tarde, ya la Patria no existirá.
El momento es hoy, ahora. Están subastando al país en secreto. Con el arreglo del cambalache queda en evidencia las negociaciones secretas con los imperios. No hay otro principio que el interés del cogollo de la cúpula. Están destruyendo la ética de la sociedad. La conducta del gobierno: todo se puede vender, todo se puede cambiar. Sin principio ninguno, sin razones sagradas, indican claramente el peligro en que está la Patria, si sigue en estas manos. Son capaces de cualquier cosa, nada, nadie está seguro, todo lo pueden negociar, los humanos, la Patria, el territorio.
La Patria espera la acción de sus mejores hijos, es hora de la reunión de los chavistas auténticos, los socialistas. El plan mínimo está allí: Chávez nos dejó un testamento, un legado: el Plan de la Patria, la lucha contra la lógica del capital. Es momento de actuar, de dejar de lado los vapores del opio electoral, y de otras engañifas.
¡CHÁVEZ PATRIA!