El madurismo adelanta una ofensiva dirigida contra la espiritualidad colectiva, consiste en dejar a la masa sin líderes, sin ideas, sin metas, intenta aplastar toda esperanza, sumirla en el olvido. Despojarla de toda voluntad de lucha, entregarla inerme a las garras del capitalismo. El madurismo, con su ineptitud manifiesta, su carácter de lumpen sindicalero, no podía engendrar algo diferente a esta campaña.
Un pueblo sin líderes, sin espiritualidad, carece de razones que lo mantenga unido, pierde su historia, no es en realidad un pueblo, es una masa imprecisa que se va diluyendo, desdibujando hasta desaparecer. Es un nopueblo incapaz de cualquier tarea colectiva constructiva, incapaz de defenderse, de defender algo, sólo se mueve en masa hacia el olvido, una estampida hacia la nada.
La campaña se entrelaza con la entrega de la economía, a las nuevas relaciones sociales que de esa entrega emanan, a la psiquis que en ella se asienta. Pretenden dejar a la masa sin líderes, “todos son corruptos”, dicen, la corrupción es el centro de todas las dificultades, y corrupto será el que sea señalado por su inmenso aparato de comunicación, de distorsión de la realidad, así el madurismo queda libre de toda culpa. Es suficiente calificar a alguien de corrupto para que pierda sus derechos humanos, contra ese corrupto vale todo, no tiene derecho a la vida, a nada.
En este tiempo se está viviendo una verdadera guerra civil soterrada, pero muy eficaz, no pretende ocupar territorio, su objetivo es el alma colectiva: el madurismo contra la masa inerme. Se está decidiendo el destino de la Patria, que ya se va diluyendo. El éxodo de millones, la desesperanza de muchos son síntomas de la gravedad de la situación. Estamos en guerra por la existencia de la Patria… y la estamos perdiendo.
Sin embargo, es en estos momentos difíciles, cuando surge la casta de este pueblo libertador de continentes. Es en un momento similar a este, cuando se daba todo por perdido que surge Simón y rompe la unanimidad de la esclavitud. Es en momentos como estos que surge la generación del 28 y mantiene encendida la esperanza. Es en similares situaciones que surge la Junta Patriótica de Fabricio que derrota, a la hasta ese momento invencible dictadura de perez jimenez. Es en los momentos más oscuros de la noche de la cuarta república cuando surge la guerrilla de Fabricio, Argimiro, Douglas, y señala la resistencia que culmina con el amanecer del 4 de febrero, y el “por ahora” de Chávez, y más allá.
Es el deber de los revolucionarios, es una deuda del chavismo auténtico, luchar contra el madurismo que se engendró en sus entrañas, es un deber derrotarlo y devolver a la masa la esperanza. Son deber del chavismo auténtico acciones que despierten a la masa dormida.
Estamos seguros, está por suceder, ya hay síntomas del despertar, que habrá una reacción de lo mejor de los venezolanos. Al principio será de un grupo muy reducido de valientes, pero esa reacción sorprendente devolverá la esperanza, y entonces, este pueblo de Bolívar y Chávez, le mostrará al mundo de lo que es capaz.
La pretensión del madurismo de acabar con el pueblo heroico de Venezuela, se estrellará en el muro de la dignidad de la vanguardia patriótica, que está allí en el corazón de este pueblo rebelde, que resiste los embates arteros del madurismo y sus aliados.
¡CHÁVEZ, DIGNIDAD PATRIÓTICA!