Para el exministro Rafael Ramírez, quien dirigió PDVSA durante una década, la operación lanzada por el régimen de Nicolás Maduro con la Policía Nacional Anticorrupción no es genuina.
En entrevista con Monitoreamos.com denunció que en la trama de las exportaciones irregulares de petróleo, sin que la compañía cobrara su venta, están involucrados empresarios vinculados al propio Maduro y a la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez.
Explicó que el régimen se maneja con una lógica de mafias. Si alguien empieza a acumular mucho poder, lo sacan. En esta oportunidad le tocó a Tareck El Aissami, quien debió renunciar al Ministerio de Petróleo.
Según Ramírez, El Aissami llegó a tener tanto poder que era “mano derecha” de Maduro. Ese poder, y sus vínculos con regímenes como el de Irán, le permitieron negociar su salida y recibir un “tratamiento VIP”.
— ¿Qué cree que hay detrás de esta operación lanzada por Maduro, está operación de la Policía Nacional anticorrupción? Se ha especulado mucho que puede ser una guerra entre bandas ¿Cuál es su visión sobre lo que está ocurriendo?
— Yo no creo que eso sea ninguna lucha contra la corrupción ni una actuación del Poder Judicial. No, eso es una lucha entre grupos de poder. Es un problema político. Por alguna razón Tareck El Aissami entró en una zona donde lo sacaron, le desconectaron toda su capacidad operativa. Estar al frente de PDVSA es estar al frente de PDVSA. Y Tareck El Aissami ha sido siempre un hombre muy ambicioso y mira que lo conozco bastante bien. Un hombre orientado al poder, a acumular poder. Desde que estuvo el Ministerio del Interior, montó una estructura policíaca capaz de hacer las cosas más terribles. Y luego como vicepresidente económico de Maduro ha acumulado mucho poder y se ha rodeado de muchos empresarios a los que les ha transferido negocios enteros. Luego inició con este tema en las criptomonedas, ese que está preso ahí (Joselit Ramírez) es mano derecha de él. Y a través de este sistema, primero, han escamoteado a los trabajadores sus derechos y sus fondos de pensiones, pero segundo, han lavado mucho dinero producto de actos irregulares, venta de oro, venta del petróleo, adquisición de empresas.
Ahí salió un reporte de Reuters, desde el 2020 hay un faltante de 25.000 millones de dólares en PDVSA, producto de que entregaron petróleo a sus operadores políticos, económicos, los militares y esta gente nunca devolvió el dinero del país, o sea, los vendió y se quedó con esa plata.
¿Ahora que Maduro no sabía? No, no es posible, porque Maduro desmanteló todos los mecanismos de control. Maduro ha favorecido a los suyos. Maduro no puede decir que él no sabía porque uno de los que recibió ese petróleo fue Álex Saab. O el otro, su socio Álvaro Pulido. Los operadores Delcy Rodríguez, los hermanos Khalil. Toda la gente de ellos se ha favorecido de eso.
Era vox populi en la industria y obviamente en un país que está bajo control de las estructuras policíacas, que te graban, que te siguen, que te intervienen, que te allanan, era vox populi queen la torre sur de La Campiña estaba este señor que era vicepresidente de Comercio y Suministro, que está preso, el coronel Pérez Suárez, y ahí se pagaba, se recibía dinero en bolsas de plástico, de esas de basura negra, y se pagaba en efectivo. Es decir, había una lista que ellos hacían con instrucciones desde arriba de a quién se le daban los cargamentos de petróleo. Eso nunca había pasado en el país. Eso es como un desfalco masivo. Ni en la cuarta República ni nosotros con Chávez, esas cosas no se vieron, eso es un escándalo. 25.000 millones de dólares sólo del 2020 hasta acá. Nos estamos contando lo que hizo (Manuel) Quevedo en el 2018. Es un desastre, por eso el país está como está.
— ¿Y por qué, si Maduro sabía todo esto y parte de sus operadores y los de Delcy Rodríguez estaban involucrados, por qué ahora ocurre esta operación para desmontar esta trama?
— Bueno, porque tienen que buscar una manera para sacar de allí a Tareck El Aissami. Es todo. Él siempre ha utilizado el argumento de la corrupción para la persecución política, sólo que en este caso hay suficientes evidencias, ellos mismos las han mostrado, de que hay hechos de corrupción. Pero a Tareck El Aissami no lo van a tocar, fíjate que le han dado un tratamiento VIP, no lo sacó la policía en chores de su casa en la madrugada, ni lo sacaron esposado, ni le han dicho traidor ni le han dicho el corrupto, sino que el acuerdo al que llegó El Aissami es protegerse él, dejó a su gente en manos de estos (del régimen), pero protegerse él y mantenerse ahí.
¿Por qué eso ha sido así? Bueno, porque El Aissami es mano derecha de Maduro, pero cuando digo mano derecha es mano derecha, es su operador. Desde que murió Chávez, Tareck y Maduro han estado juntos en todas las cosas que han pasado en el país.
— El exministro Andrés Izarra apuntaba a que quizás esto se daba a Maduro descubrió un plan de El Aissami para disputarle el poder. ¿Usted considera que esta teoría es posible?
— Sí, por supuesto que sí, porque Maduro es una persona que no tiene autóritas, no tiene autoridad, él sabe que se sostiene ahí por la violencia y se sostiene ahí porque ha comprado a medio mundo, incluyendo gente de la oposición, para tener un piso político. Pero ahí el que se mueva más allá de un punto, el que empieza a acumular mucho poder, lo sacan y si la cosa es muy grave, lo sacan de esta manera.
Pero lo importante es que Tareck es el primero de ese grupo monolítico, que yo llamo la cúpula del madurismo, que ha salido de allí. Esto es muy importante porque por primera vez se muestra una fisura en el madurismo y eso es bueno para el país, para todos nosotros los que aspiramos un cambio político, que queremos volver a nuestra patria, recomponer el país.
Porque ellos se vendían como que eran unidos para siempre y sobre todo manipulando el sentimiento con Chávez. Ellos se protegen, ellos se cuidan. Claro, cómo ahí no hay afinidad ideológica, no es que eso es un proyecto socialista ni revolucionario, sino que hay un tema de poder, bueno es como las mafias, se pelean, algún jefe considera que éste se pasó de la raya, que éste quiere mucho poder, bueno o lo matan o los ponen de lado, y creo que es lo que están haciendo ahorita.
— ¿Y cree que Tareck El Aissami corre riesgo de sufrir alguna consecuencia mayor, como la cárcel o algo peor para su vida o su integridad?
No, para nada. Así como Asdrúbal Chávez, que estuvo de presidente de PDVSA, no lo tocan por el apellido, ya que no le van a hacer nada porque Maduro necesita seguir usando el nombre de Chávez, a Tareck El Aissami tampoco le va a pasar porque él tiene mucha información y él sigue siendo un operador de ellos, sobre todo muy vinculado a grupos extranjeros, a los iraníes.
También he estado escuchando mucho que Maduro quiere llegar a un acuerdo con los americanos. Lo que está haciendo Chevron que se lleva el petróleo sin pagar regalías, impuestos y dividendos, no pasó ni cuándo Juan Vicente Gómez. Juan Vicente Gómez por lo menos cobraba 5% de regalías, aquí no paga nada. Pero los americanos le dicen: mira, nosotros no podemos hacer negocio, no podemos estrecharle la mano, no me puedo tomar la foto con un personaje que tiene una orden de captura en los Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico, que es un agente de los iraníes… Entonces le dicen a Maduro, le dicen los hermanos Rodríguez, quita a éste de aquí porque no me está dejando avanzar con las negociaciones con los americanos. Es un cuadro complejo, como cuando la gente le dicen amárrame ese perro ahí porque muerde, están amarrando a sus locos porque necesitan mantenerse en el poder. Ellos van a hacer lo que sea para buscar una salida negociada y mantenerse en el poder.
Yo los veo muy débiles. Este modelo no se sostiene. Cuando ellos hablan de ese supuesto milagro, que es un milagro de Ferraris, de rascacielos allá en Las Mercedes, de restaurantes de lujo… Eso no es ningún milagro. Esa es la muestra de que alguien se está agarrando el dinero del petróleo, porque sobre todo el país está muy mal, no hay trabajo, no hay vida, no hay condiciones de vida, entonces eso es insostenible.
Yo pienso que ellos están muy mal. Y si nosotros, todos los venezolanos, dejamos un poco atrás la intolerancia, todo el lío, la separación política y nos ponemos de acuerdo, nos concentramos en sacar a Maduro, Maduro no gana una elección ni de condominio. Si nos concentramos en ir adelante, esta gente está muy mal, está contra las cuerdas, han perdido un operador político muy importante.
— Además de Joselit Ramírez, otro de los nombres que han surgido en esta trama es el diputado Hugbel Roa, que le allanaron la inmunidad. ¿Qué participación tenían ellos dos en toda esta trama?
— Ellos son muy amigos (de El Aissami), amigos de la Universidad de los Andes. Recuerda que Hugbel Roa es del estado Trujillo, estudió en la Universidad de los Andes, y éste (El Aissami) viene con ese grupo de poder desde entonces. Se ha cuidado de que sean diputados, funcionarios… Ha metido su gente como un clan mafioso.
Hugbel Roa se ha degradado mucho, sus relaciones personales. Es gente que está corrompida, gente que cree que el poder es para toda la vida y han mal usado el poder.
Yo creo que van a seguir golpeando gente de Tareck porque siempre que hay estos problemas en las mafias, lo primero es desarmar al contrario, quitarle toda su capacidad de operación y eso es lo que creo que va a pasar, como parte de una negociación. No lo van a tocar (a El Aissami), pero él entrega todo.
— Se habla de otros personajes que pudieran ser detenidos…
— Hay muchas especulaciones, hay que esperar porque esto apenas comienza. Y habría cosas interesantes que preguntarle a Maduro: Maduro, si tú de verdad quieres luchar contra la corrupción ¿por qué no das la lista de los nombres de los privados, empresarios, militares que recibieron ese petróleo? Ellos tienen la lista. ¿Por qué no la da? Vamos a pedirle que publiquen los nombres de los que se han beneficiado de esa entrega de petróleo, porque la lista está. ¿Dónde está esa plata? Como decía Luis Herrera, ¿dónde están los reales?
Hay un hueco. La plata no vuelve al país, la plata se queda en las cuentas en Turquía, las cuentas en Rumanía, Bulgaria, en todos esos países del este, en Rusia. Se vienen aviones llenos de dinero en efectivo, se paga sus círculos de corrupción así, como esa gente no puede manejar el dinero entonces lo meten para hacer viviendas, compran empresas, es un desastre. Eso es evidente, eso está a simple vista, cualquiera que sepa sacar cuentas se da cuenta de que te faltan 30.000 millones de dólares. Es muy grave lo que ha pasado.
— ¿Usted tiene algún estimado de cuánto se ha malversado o robado en PDVSA en estos 10 años de Maduro en el poder?
— No lo sé porque el daño ha sido en distintos ámbitos. En el área de producción petrolera, Quevedo entregó los llamados contratos de servicios petroleros, que se le entregaron a su gente. Y eso ha sido un desastre, no han producido nada. Por eso la producción no levanta. Las operaciones del Lago las desmontaron, el Lago Maracaibo no produce nada. La Faja Petrolífera, que la dejé produciendo 1.300.000 barriles, hoy día produce 270.000, nada. Es decir, lo que hemos dejado de recibir producto de la acción de Maduro es enorme.
Ahora, lo que se han llevado en contratos mal habidos, bueno, todo el dinero. A PDVSA la desbancaron. Sólo el tema del petróleo que han entregado y no se recibió el dinero son 25.000 millones de dólares. Es una cifra espantosa, muchísimo dinero sólo en 2 años.
Cuando nosotros sufrimos el sabotaje petrolero (paro de 2002) yo como era ministro de Petróleo mandé a auditar el daño, fueron 14.000 millones de dólares. Pero esto sobrepasado todo, esto es terrible, peor que el sabotaje petrolero ha sido el daño al país. La industria está en el suelo y ellos la siguen vendiendo por pedazos. Eso fue lo que vino a hacer Tareck El Aissami, privatizar PDVSA para convertirla en un cascarón vacío.
— Ahora se ha designado a Pedro Tellechea, en enero fue designado presidente de PDVSA y ahora ministro de Petróleo. ¿Qué papel viene a jugar Pedro Tellechea? ¿A quién responde?
— Obviamente responde a Maduro y a Delcy Rodríguez, que fueron los que lo metieron ahí. Y lo metieron para irle haciendo el camino de salida a Tareck El Aissami. Ahora, este señor es un militar, un coronel, ahí no va a pasar nada. Yo siempre he dicho que el problema de PDVSA no es un problema técnico, es un problema que está en Miraflores, porque Maduro tiene un estricto control de eso y ahí no hay manera de que la empresa levante cabeza.
Pero a pesar de todo el desastre que hay en PDVSA, eso lo podemos recuperar. Esto se puede recuperar y hace falta dinero, sí, pero es el mismo dinero del petróleo venezolano. El petróleo sigue en torno a los 100 dólares el barril. Pero esta gente no tiene dos dedos de frente. Esta gente no tiene ni amor por la empresa ni amor por el país, sino que ven sus intereses parciales. No creo que pase nada con este nuevo presidente de PDVSA. Le deseo suerte, pero no veo que él pueda contrarrestar toda esa mafia que tiene encima.
Corrupción histórica
— Viendo en perspectiva lo que ha ocurrido en estos ya 23 años, ¿por qué durante todo el período chavista ha habido tantos escándalos de corrupción en torno a PDVSA? Durante su gestión al frente de PDVSA hubo denuncias por parte de la oposición y estos escándalos se multiplicaron durante el régimen de Maduro…
— La corrupción siempre ha estado presente en Venezuela, es lamentable decirlo, es un flagelo. También tocó a los gobiernos de la Cuarta República, a Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi. Todo eso porque nuestro país, lamentablemente, es un modelo petrolero donde entran 100.000 millones de dólares, 130.000 millones de dólares, y no hay manera absolver eso. Eso era una de las ideas del FONDEN, dejar esa plata afuera porque es mucho dinero.
Yo tengo la tranquilidad de que mi gestión está perfectamente auditada. Fue sometida a todos los procesos de fiscalización de control del Estado. Si es que en algún momento se puede hacer una discusión seria y franca, y hay un estado de derecho, podemos discutir ese tema. Siempre he dicho que el que haya cometido un acto de corrupción tiene que asumir su responsabilidad, porque es un acto personalísimo. Oye, pero (en mi gestión) estaban vigente todos los sistemas de control, estaban vigentes todos los mecanismos de rendición de cuentas.
Yo reivindico lo que hicimos en PDVSA. PDVSA le dio muchísimo al país y ahora la tienen en ruinas, pero a pesar de que está en ruinas es un negocio tan noble que le debería dar a esta gente 30.000 millones de dólares, pero se lo roban.
— En caso de que haya un cambio político el año que viene en Venezuela, que Maduro salga del poder, bien sea por un Gobierno de oposición o del chavismo disidente. ¿Cómo se puede garantizar que PDVSA no sigue siendo una caja chica del Gobierno de turno para meterle mano y robar?
— Habrá que hacer una revisión de todos los mecanismos. Tal vez los sistemas de contratación hay que darle más apertura al público para que lo vea, para que constate. Yo he pensado mucho eso. Lo primero que hay que hacer es reinstalar todos los sistemas que existían. Es que ahorita no existe nada, ahorita no se sabe cuánto se producen ni, quién se lleva el petróleo, ni dónde lo venden, ni a qué precio. Tampoco sabemos si pagan regalías, si pagan impuestos, no se sabe nada, tú no puedes llevar un país así, no un país petrolero. Entonces, primero es restituir todo eso y después ver dónde se cometieron errores y mejorar. Mi aspiración es volver al país y contribuir a esto porque a mí me duele mucho el país y yo soy muy joven, apenas 59 años. Yo voy a estar en lo que sucede en Venezuela porque tengo el compromiso de restablecer todo y contribuir a reconstruir nuestro país.
Unión antimadurista
— Usted ha dicho que tiene aspiraciones presidenciales. ¿Ve este escenario para el 2024 o depende de que el régimen le permita volver? ¿Usted está dispuesto a volver con Maduro en el poder para plantarle un desafío desde adentro de Venezuela?
— Eso me encantaría. Pero yo sé, soy realista, que si pongo un pie en Venezuela voy preso y me van a matar en la cárcel, porque el odio en contra de mí es muy grande. Me van a matar como mataron a Nelson Martínez (expresidente de PDVSA). Me van a matar. Por eso cuando renuncié a la ONU (en 2017) y anuncié mi regreso a Venezuela, los militares amigos me llamaron y me dijeron que no. Que no volviera porque ya Maduro había dado la orden de encarcelarme y meterme en lo más profundo de La Tumba. Estoy convencido, yo hago más estando afuera ahora.
Yo anuncié mi candidatura, el chavismo se está moviendo, pero eso depende mucho de que producto de las negociaciones en México, los acuerdos políticos, se permita que todos podamos ejercer nuestros derechos. Yo en ese caso, por supuesto que me iría para allá. Pero en estas condiciones no puedo poner un pie allá, en Venezuela me matan.
— ¿Pero en la negociación de México usted no tiene alguien que abogue por usted?
—No, no por mí, sino por las condiciones de todo. O sea, que se permita a todos, porque ahorita la oposición tampoco tiene derechos políticos. Capriles no puede (postularse por inhabilitación), los partidos están intervenidos, desde Acción Democrática, pasando por Primero Justicia, después el PPT, están inhabilitados, están intervenidos, en fin, no hay condiciones para hacer elecciones. Pero no debemos renunciar a esa idea, porque lo otro que queda es un golpe de Estado. Y creo que todo debe estar dentro de la Constitución.
Más allá de lo que puede hacer cualquiera de nosotros en lo personal, lo importante es salir de esta gente. Yo revindico mucho la Junta Patriótica. Mi papá estuvo en la lucha contra Pérez Jiménez. Ahí estaban los adecos, los comunistas, los copeyanos. El tema era el anti pérezjimenismo. Aquí es el antimadurismo, todos tenemos que estar contra eso. Luego de que restablezcamos las leyes y la Constitución, vamos al debate político y debería haber un acuerdo, porque esto no lo resuelve una persona, no hay ningún iluminado que lo pueda resolver. Lo que no podemos hacer más nunca es que una mitad del país vaya contra la otra mitad. Aquí tenemos que buscar un acuerdo sobre la crisis humanitaria, el rescate de la industria petrolera, la Constitución y las leyes, respeto a los derechos humanos, liberación de los presos políticos, y ponernos a trabajar juntos. Eso es lo que yo aspiro.
— Si a usted no le permiten volver al país y ser candidato, ¿estaría dispuesto a apoyar a un candidato que surja de las primarias opositoras con este objetivo de enfrentar a Maduro unitariamente?
— Es que las primarias opositoras no representan a todo el país. Lamentablemente la oposición sólo representa un 20 o 30% de la población. La gran mayoría nacional no tiene ninguna filiación política, los partidos están muy desprestigiados.
Yo creo que hay que ir más allá de las primarias, hay que buscará una candidatura que se unitaria. Claro, cada quién puede lanzar su candidatura, el de la oposición, un chavista, yo mismo… eso puede suceder. Lo importante es que al final nos pongamos de acuerdo en que un solo candidato enfrente a Maduro. Maduro no va a poder contra eso. Así haga toda la trampa que ellos hacen, no va a poder.