Después de la torta del primero de mayo, el estamento político entró en marasmo. Todos mostraron su agotamiento: los madurecos soplan la brasa de las elecciones primarias, la atacan, meten sus narices, y nada, no hay emoción, ya no divierten con sus ataques a maría corina. Poco de sustancial tienen que decir, sólo, pirotecnia verbal. Los de la derecha gringa, pasean al país llevando su soledad y su aburrimiento, manifestaciones menguadas, con las mismas consignas de hace un siglo. Los sindicalistas, al carecer de estrategia se apagaron, no quieren meterse para lo hondo, no se mojan más arriba de las rodillas. Los chavistas auténticos, no terminan de aparecer organizados, no superan la etapa de las manifestaciones individuales.
El país, está en la orfandad política, deambula sonámbulo buscando un asidero que se escabulle entre los dedos de la indecisión, desconcertado por la falta de una opción clara y diferente a los intentos de restauración de la cuarta república. El capitalismo acecha expectante rumiando las opciones de estabilidad política. Este saqueo, desordenado no le conviene.
Entretanto, la terrible situación económica, la tierra arrasada del país, golpea a la sociedad, la ausencia de propuestas de solución, la evidente incapacidad del madurato, y de la derecha gringa, agravan la situación. El paisaje es conmovedor.
Si revisamos la geopolítica podemos tener una idea de la gravedad de ser un país sin conducción, sin liderazgo, sin cohesión social, disperso, navegando en la turbulencia a la buena de Dios, sin velas y sin timón. En Ucrania, en realidad, se enfrentan los gringos y los rusos, cada uno con su arsenal nuclear. Esa guerra no muestra señales de arreglarse, al contrario, escala hacia la confrontación nuclear. La geopolítica se radicaliza, los campos se delimitan, las zonas de influencia se perfilan. Los bloques se preparan para una confrontación que amenaza con ser final.
En medio de esta pugna, está Venezuela, y está el madurato. Coquetea con Rusia, y coquetea con los gringos, allí está Chevron, y allí está la visita del canciller ruso, y allí está la debilidad del gobierno, incapaz de declarase neutral en la batalla inter imperial, con una posición propia, llamar al fin de las salidas militares, al desmontaje del peligro nuclear, incapaz de hablar en nombre de la Humanidad, y no comportarse como agente de una pequeña pandilla, a merced de los intereses de las grandes potencias. Sin apoyo y sin rumbo, sin estrategia, comportándose como si se tratara de las pequeñas pugnas de un sindicatillo, no puede hacer otra cosa. Dependiendo, como nunca, de la negociación de las grandes potencias, del reparto del mundo, tratada la Patria como una mercancía, como un objeto. ¡qué falta nos hace el Comandante Chávez!
En este mar proceloso, es necesario recuperar la dignidad de la Patria, el respeto del mundo. Es necesario un gobierno con estrategia, con sentido de ubicación en el plano internacional, que, además, tenga un plan de recuperación de la economía nacional, que le de fuerza, apoyo, que sea creíble y que sea querible. La sustitución del madurato, nunca fue tan necesaria.
¡CHÁVEZ, LIDERAZGO MUNDIAL!