La operación de embobamiento sigue su marcha fúnebre.
Las primarias con toda su parafernalia, el referéndum por el Esequibo, la renuncia de los candidatos de paja, los diálogos de pantalla, las metidas de pata de miraflores, las peleas de diosdado con su hermana maría corina, los trucos para mostrar un apoyo que ninguno tiene, todo forma parte de la operación de distraer a la sociedad de la existencia de una real posibilidad de cambio, más allá de la falsedad que el estamento político, gobierno y oposición gringa, capitalistas proponen.
No hay nada que aterre más a los capitalistas de todos los pelajes, que la existencia, la posibilidad, de un mundo que supere la miseria espiritual y material capitalista. El que se arriesgue a plantear esa posibilidad es atacado con crueldad, el que hable de Socialismo verdadero es condenado al olvido, aplastado por la avalancha del opio, no participa de la danza permitida.
Estamos en una etapa inestable de la dominación capitalista, el recuerdo del Comandante Chávez los condena, por eso intentan desvirtuarlo, borrarlo; no obstante, todas las mañanas, su voz truena sobre las murallas sordas: “¡dónde está el Socialismo!” interpelando al madurismo traidor y a los que callan y acompañan a la deslealtad.
Hoy, la principal contradicción, la principal necesidad política, es poner en el escenario la demostración de que Chávez vive en la posibilidad socialista, y de la existencia de un grupo de fieles a su legado socialista, humanista, cristiano, rebelde frente a las convenciones de la dominación, dispuestos a no entregar el futuro, a correr los riesgos de enfrentarse al estamento político capitalista.
La sociedad espera, las circunstancias reclaman, el pronunciamiento chavista que rompa con el pantano del opio, con la distracción. Que vaya al centro del problema: maduro debe renunciar, el madurismo capitalista fracasó, debe ser sustituido ya, ahora mismo, sin más engaños, sin más distracciones que simulan cambios para que todo siga igual.
Este país no aguanta, no merece, medio siglo más de cuarta república, no podemos pasar a la historia como los que dejamos perder la Patria en manos de esta canalla, gobierno y oposición que pretenden reeditar vientos de barbarie .
El tiempo se agota, el opio avanza, la masa escéptica sin detectar sus liderazgos naturales, huérfana, se resigna, se somete a la manipulación, se entrega a la inacción, pierde su voluntad, aplasta su espíritu rebelde, su pasión social. Después de instalado el opio, todo será más difícil, costará más sacrificio de la vida.
El momento es este, lo que dejemos de hacer hoy lo pagaremos mañana muy caro, lo pagarán las futuras generaciones, el futuro de la humanidad, de la vida. Podemos concluir diciendo, que la inacción hoy es un crimen de lesa Humanidad, de lesa Vida.
¡CHÁVEZ, VIVE EN EL SOCIALISMO!
