Para Washington, para el capitalismo, tanto Maduro como MCM o su equivalente, le vale lo mismo, el representante del imperio sigue negociando con el gobierno madurista buscando más descuentos políticos, aunque su interés siempre está puesto en nuestros recursos económicos, en el petróleo, el gas natural, en la mano de obra barata, en las riquezas minerales y naturales que puedan obtener del país con el mínimo costo y esfuerzos, o gratis… Los “diálogos secretos” tampoco son como para que Maduro se crea que tiene la partida ganada; si algo tienen claro en el norte es que Maduro no es indispensable; más que eso, entienden que no es de temer, que no es líder de nada, que es un estorbo para sus intereses de recolonización. Washington mide el peso de cada una de las declaraciones de Maduro y sabe que cuando “el perro ladra” no muerde, pero también sabe que tendrá que darle una lección al perro en algún momento, ¿hasta dónde les es ventajoso al imperio tener diálogos con personajes tan volubles?, que así como lo insultan y retan su poder (¡que lo tiene!, no hay que ser tan ingenuos, ¡no hay que confundir los deseos con la realidad!), al día siguiente están dispuestos a dialogar en secreto con él, el presidente estará siempre dispuesto a “extenderle su mano” en nombre de la paz… hasta que lo mutilen.
Eso de que el madurismo, “con el pueblo en la calle” gana “por las buenas o por las malas”, es una contradicción muy de vocingleros: si maduro tiene a su favor al pueblo, ganará las elecciones por las buenas, si las gana por las malas es porque no tiene el apoyo de ningún pueblo. Pero la declaración es una forma de precavernos a todos de lo que vendrá; es altanera, y a la claque de Maduro le gusta escuchar a un presidente capachero, sería ideal el efecto publicitario si a la vez que reta al destino golpeara la mesa con un machete.
Frente a esta locura electoral, esta batalla de borrachos, lo que señala Toby Valderrama tiene sentido. Cada vez cobra más sentido un salida militar que restablezca un orden mínimo para que el país funcione, restablecer una democracia burguesa confiable y estable, o para producir una vuelta a Chávez, lo que se ve muy difícil, por el daño político que le ha ocasionado Maduro a Chávez y al socialismo operando en su nombre un capitalismo mamarracho, que él llama “nuevo modelo económico”.
El punto es que Maduro y el madurismo se sienten cada vez más inseguros en el gobierno, saben que la conspiración vigila los pasillos de Miraflores, que el enemigo lo tienen dentro del gobierno y ésto los obliga a presionar a sus empleados y a la nómina de aliados a una lealtad electoral y política compulsiva, “o estás conmigo o está contra mí”, y a manipular a la gente mediante medidas de corte fascista.
A Washington, mientras el gobierno de maduro quiera “dialogar” con ellos, le tiene sin cuidado el cómo trate maduro a sus seguidores o “el bienestar del pueblo venezolano”, lo importante es tenerlos bajo su control, llevarlos poco a poco a una rendición definitiva, a todos al madurismo y a nosotros. Y ahí es cuando el imperio puede decirles de forma confidencial, “o se van o los vamos”, porque para el imperio la solución militar de derecha está activada desde hace rato, así como la amenaza de sanciones más puntuales y personales. Nadie quiere un golpe militar de derecha, ni una reacción violenta de las masas sin dirección y vaciada de sentido político, pero la salida electoral cada vez se ve más estropeada, el panorama es brumoso, muchas mentiras y trampas, “muchos diálogos”, muchas negociaciones que acaban con las instituciones, que, como el ácido con los metales, las disuelven o las ablandas. Para esas contingencias Washington siempre tiene previsiones y a sus prevenidos, todos ellos, Maira Corina, Maduro, el dictador de turno, son desechables, no importan, solo importa los recursos, naturales, energéticos, humanos, y aquellos que se los facilitan.
¡Maduro amenazando a los oligarcas y pelucones!, pero se reúne con ellos en Miraflores, sus palabras, sus amenazas, efectistas y quizás efectivas en sus intervenciones públicas para motivar algunos alterados, provocan una risa piadosa en los representantes de Fedecámaras. En estos días a maduro le ha dado por mostrarse altanero, retador de fuerzas fantasmales, frente a un imperio que más bien los tiene agarrados por las bolas y frente a una oligarquía “copetona” que sin embargo es la que diseña sus políticas laborales, les administra el ejercicio de la violencia, las divisas, los precios, casi todo; ¡es el “nuevo modelo económico madurista” pues!, esterilizado de socialismo pero que se vende en los barrios, en la militancia tonta del PSUV y en VTV como socialismo.
Maduro no tiene remedio… El presidente maduro anunció la “exoneración del Impuesto al Valor Agregado, Impuesto de Importación y Tasa por Determinación del Régimen Aduanero, por un año, a la importación y venta de combustibles derivados de hidrocarburos”, pero declarando exactamente lo contrario, “se acabaron la exoneraciones”, Ajá, ¿Cuándo los ricos han pagado impuestos en este país? Aquí pagan y seguirán pagando impuestos los más pendejos, trabajadores, profesionales, empleados públicos… ¿Acaso van a pagar impuestos los capitales extranjeros en las de las zonas Económicas Especiales? Y el IVA ¿No nos lo seguirán clavando a los trabajadores, pensionados y jubilados para compensar las exoneraciones a los importadores y a los capitales extranjeros? Ojalá Maduro fuera menos impúdico con sus mentiras frente a nosotros y menos voluble frente al imperio. Por eso es importante que recordemos el 4f y las palabras del comandante Chávez, el “por ahora”, dando la cara por el golpe a la farsa burguesa.
¡CHÁVEZ ES RESPONSABILIDAD Y PROMESA CUMPLIDA!