El patrocinante oficial de estas elecciones es el capitalismo. Hasta que no se confronte Chávez, el plan de la patria y el socialismo, con el capitalismo, no vamos a votar. No vamos a votar por el capitalismo, no importan las mentiras electorales de Maduro, lo que importa es no votar por lo que realmente representa su candidatura, la lógica del capital, la explotación del trabajo humano, de la naturaleza y del espíritu. Tampoco importan las mentiras de MCM o del monigote que la sustituye, o las del evangélico, o del cómico de televisión, o Claudio Fermín, lo importante es no votar por el capitalismo, no votar por oportunistas, por fascistas disfrazados de paz y libertad, por traidores. Para nosotros es de sumo valor no traicionar las ideas de la revolución bolivariana socialista y a Chávez.
Los pobres y huérfanos de patria no vamos a salvarnos peleando en solitario, del negro destino que nos ofrece el capitalismo, cada quien de forma individual, uno por aquí uno por allá, familia a familia peleando por un cupo al ascenso social; eso es un sueño pequeñoburgués, el sueño de ascender con trabajo y ahínco en la escalera de la sociedad burguesa, indiferentes a la ruina de nuestros semejantes, un sueño que, cuando se es pobre e ignorante, rara vez se cumple. Realmente son muy pocos los pobres que logran el éxito insulso del burgués.
A los de abajo nos toca trabajar como bueyes para medio sostener una vida decente. Pero como clase, conscientes de lo que somos como clase social, podemos luchar juntos para salvarnos todos del fracaso de todos; o todos vivimos bien o nadie se salvará de la miseria. O nos protegemos todos de forma solidaria, o no se salva nadie, ¡socialismo o barbarie!, así de simple es la disyuntiva política de nuestro tiempo.
Hay que recobrar el sentido de la lucha social, del trabajo colectivo por la transformación de la sociedad, por el “vivir bien” de toda la sociedad. Lucha colectiva para una causa colectiva, lucha de muchos para una causa de muchos.
“Cambiar –como dice Fidel – todo lo que deba ser cambiado” es un esfuerzo colectivo, de todos y para todos. No se puede sustituir con un voto la responsabilidad que tenemos cada uno por nuestro futuro como sociedad, una sociedad indivisible. Ya basta de ser tontos y borregos, hay que pensar y actuar como clase social consciente, como clase revolucionaria emancipadora de la miseria humana. Hasta que no compita el programa socialista no vamos a votar. CHÁVEZ NO TIENE CANDIDATO.
Las elecciones burguesas nos distraen de nuestras carencias, los seres humanos nos acostumbramos a todo, a comer mal, a vivir con achaques (que, más temprano que tarde, acabarán con nosotros), a ser humillados en los hospitales, maltratados en los servicios públicos, extorsionados por la policía, a vivir sin luz y sin agua, ignorantes y manipulados,… pero las elecciones nos distraen (igual como nos distrae el béisbol y el fútbol, Carol G y Shakira), son otro circo, otro show como cualquiera.
Debemos estar atentos porque las elecciones nos quitan poder, el poder de elegir o no. Nosotros podemos ahora no elegir a ninguna de las opciones admitidas por el gobierno – que sería como optar entre comer harina de maíz, pasta o arroz de la bolsa del clap, comer el mismo gluten pero en distintas proporciones– . Vamos a perder el miedo, no elegir a ninguno de estos pícaros no puede ser peor que elegir a cualquiera de ellos, rechazar estas elecciones es una forma de conmover la conciencia popular para que reaccione el pueblo chavista y socialista, para que ejerza el poder popular auténtico.
Bastante daño nos ha hecho maduro con sus falsificaciones, confundiendo los conceptos y las ideas, vendiendo un capitalismo primitivo, colonial, malo, adeco, como socialismo, desmontando lo hecho por Chávez, privatizando todo con la excusa de la corrupción y la ineficiencia, como si no fueran ellos mismos los responsables de una y de la otra, desmontando el país para que unos pocos se aprovechen del despojo, petrolero, minero, de las tierras, de la moneda, del paisaje.
Pero bastante daño nos harán los otros “salvadores”, agentes del imperio, y con la misma fórmula neoliberal, capitalista salvaje y colonial del «madurato», con el añadido de la retaliación, del resentimiento y la venganza. Estas elecciones han atraído una colonia de depredadores oportunistas, para velar los despojos, ver con qué se quedan (incluyendo nuestra propia fuerza laboral) del resto del país, del país que nos ha sido arrebatado por aprovechadores despiadados. El Aissami es un pendejo para lo que ha criado la alianza entre el madurismo y la otra oposición en estos 11 años, ¡dicho por ellos mismos, por el fiscal, por maduro!; “a confesión de parte relevo de pruebas”,… solo que se disculpan como Lusinchi de que “fueron engañados”, ¿en diez años no sabía maduro lo que tramaba El Aissami?, ¡difícil de creer!
CHÁVEZ NO TIENE CANDIDATO, ¡NO VOTES!