En tiempos de auge revolucionario, cuando las masas enardecidas apoyan al líder, y en viento sopla fuerte, hasta los morrocoyes vuelan, las gallinas cantan como gallo y los teóricos revolucionarios abundan. Cuando el viento cesa, el líder se ausenta, las masas se aquietan, es el tiempo de las águilas, sólo ellas surcan el cielo ahora despejado.
Con el viento a favor son muchos los que repican los pensamientos del líder, las adulaciones germinan como la hierba mala, todos hablan de socialismo, son momentos en que las ratas suben al barco. Se tejen leyendas de las epopeyas pasadas. Cuando el viento cesa se produce una estampida hacia el otro lado: los teóricos de antaño ahora tiran puentes al capitalismo, dicen, el capitalismo no es malo, solo hay que controlarlo, necesitamos el capitalismo para elevar las fuerzas productivas; los más sinvergüenzas habla mal del Socialismo y atacan a Chávez atacando a interpuestas personas; otros callan se refugian en sus conucos personales, se recuerdan que eran poetas.
Estamos en medio de grandes dificultades: los gobernantes traicionaron al legado del Comandante y a sus órdenes que fueron muy claras: contra la lógica del Capital, cuidado con el Reformismo, ir hacia el Socialismo, y al hacerlo despojaron a la masa de sus soportes espirituales, la fuerza social fue sustituida por el egoísmo, fueron liquidadas la pasión de pertenecer a una empresa social, las metas altruistas. Los gobernantes mienten, buscan indulgencia. Millones de venezolanos han huido de la Patria despojados de su fuerza espiritual, van por el mundo errantes buscando el sentido perdido. A todas las dificultades materiales producidas por la incompetencia de los gobernantes se suman las dificultades del despojo espiritual. El viento que movía a la Revolución Chavista ceso.
En esa situación estamos, las ratas que antaño se subieron al barco ahora lo abandonan, los morrocoyes ahora caminan por la tierra cachazudos, pastosos, los bulliciosos de ayer hoy son monjes del silencio. Se forman pelotones de linchamiento moral a los que quedan en el barco, calificados de dinosaurio, son pocos los que se atreven a reivindicar el pasado, se usa su imagen a conveniencia.
Las dificultades tienen su lado bueno: funcionan como un tamiz para infiltrados, débiles y oportunistas, muestran su verdadero talante, abandonan el legado de Chávez, así se limpia el escenario, es el momento de las águilas. La traición de los gobernantes depura, es un purgante que limpia el organismo chavista, ahora se perfilan los campos: los morrocoyes se identificaron, eso es lo peor para ellos al definirse al botar las caretas quedan sin holgura para sus maniobras.
Los dirigentes chavistas, los verdaderos tienen la palabra, es hora del vuelo alto, es la hora de las águila, de rescatar el pensamiento de Chávez, el rumbo que nos dejó señalado, volver al camino del Plan de la Patria, proteger lo avanzado, defender el pensamiento de Chávez de tanta deformación, impedir la entrega del país al imperialismo, sea ruso o sea gringo, sea chino. Es hora de un gobierno de emergencia que impida el regreso a la cuarta. Este gobierno agoniza, no hay rectificación posible, o lo sustituye el Chavismo autentico o lo sustituye la cuarta mediante una dictadura fascista, ese es el dilema, no hay espacio para ambigüedades, para medias tintas.
¡Viva Chávez!