El problema no es tanto la mentira, el problema es lo qué piensa hacer el gobierno con su tamaño, con eso de lo «vinculante» del referéndum donde votaron 10 millones y el 98 % voto por el sí…. ¿Invadir un territorio despoblado, o enfrentar a la Exxon con las fragatas en el mar?
Las guerras de hoy día son guerras por petróleo y por el control de mercados, son guerras intercapitalistas. Luego están las guerras por supervivencia cultural… Y las guerras por estupidez, como la de maduro, una guerra impensada, producto de un mal cálculo, que sobreviene por error; por buscarle una salida a su fracaso político de pronto se vieron atrapados en las consecuencias de sus improvisaciones desesperadas.
La población del Esequibo es casi dos veces el territorio de la Guyana original, y tiene una población que, por muy poco, sobrepasa los 250 mil habitantes, casi todos concentrados al norte de su territorio. Para que se hagan una idea, solo el Barrio José Félix Ribas de Petare, en un espacio de muy pocas hectáreas, tiene la misma población que el Esequibo, el cual es miles de veces más extenso que Petare junto a todos sus barrios.
¿Qué piensa hacer ahora el madurismo con su referéndum vinculante,… poblar ese territorio selvático, repartir cédulas, construir escuelas, ambulatorios, consejos comunales,…. o crear una Zona Económica Especial, para explotarlo como al Arco Minero, concediendo permisos a la minería salvaje que explota ahora a Venezuela?
Sin embargo su pelea (la del gobierno), hasta donde uno entiende, es con la Exxon y con el gobierno de Guyana. O sea, que para librarla necesitarían llegar al norte, impedir la explotación de Exxon y enfrentar a Guyana y a sus aliados, es decir, a todos aquellos que tienen intereses en esa explotación, que, según Guyana, son Chinos, gringos, franceses e ingleses. No obstante solo con los gringos es suficiente para perder esa guerra. Perece ser que ya maduro decidió al respecto. De resto, invadir el Esequibo es invadir una selva llena de mosquitos y habitantes nativos perplejos de toda esta amenaza.
No obstante, eso es lo que corresponde hacer al gobierno después del «vinculante», resolver esa disyuntiva, invadir una selva o «colonizarla», como cualquier país capitalista… Después de haber ganado el referéndum con 10 millones de votos «a favor del sí» y decretar el fin del conflicto, uno se pregunta… ¿y ahora qué?
A nuestra manera de ver, el gobierno de maduro pronto se enfrentará a la realidad de las elecciones presidenciales y se olvidará de colonizar al Esequibo. Es posible que vuelva a extenderle la mano a Biden para dialogar, es decir, negociar las sanciones, el «referéndum vinculante» y los delirios de Jorge Rodríguez con el nuevo mapa y las nuevas fronteras del país. El referéndum fue más bien una puesta en escena, una costosa y furiosa campaña de propaganda política y de guerra, que incluyó, al día después de la consulta, una celebración popular falsa, llena de luces artificiales y tambores – También sumó a muchos espíritus patrioteros exaltados, obnubilados frente a la manipulación madurista, escribiendo sobre lo que no pasa de ser «solo deseos», de quienes cierran los ojos frente a la vulgar realidad de nuestra política nacional, y de una sociedad disuelta en la miseria –.
Frente a la realidad, al madurismo solo le queda seguir hacia delante (como Claudio después de asesinar al Rey Hamlet, sin arrepentimientos); solo le queda «guerrear»… O sea, someter esa realidad a los mecanismos del terror, del fascismo, del miedo y el odio; torcerla con violencia y crueldad.
La realidad es un país que se cae a pedacitos. Y también la realidad es que de haber elecciones presidenciales, maduro y el madurismo van a perder, y ellos ya lo saben. El referéndum fue un ensayo para ajustar futuros engaños. En su desesperación, el gobierno, incluyendo sus órganos vicarios, el TSJ, la FGR y la Asamblea Nacional, es probable que piensen en un autogolpe disimulado, quitarse la máscara en sus métodos,… y todo en nombre de la libertad, de la democracia, inclusive en nombre del socialismo, de Chávez y de Bolívar; o sea, precaviéndose de la revancha gringa de MCM buscarán justificar sus métodos de odio y miedo para prevenirnos de «otros odios y miedos».
Para nuestro pueblo libertario, la única salida es luchar por nuestros intereses, es volver la Chávez, al socialismo, al poder popular auténtico, consciente, socialista, en fin, a la lucha social y de clases; un poder solidario, amoroso, apostando por la vida y no por el odio y la muerte. Debemos recuperar al Chávez, en su plan de la patria original, su último documento político escrito, su último legado, falsificado impúdicamente por maduro y el madurismo. En momentos de crisis tan serios como éste hay que tomar partido, definirnos, para poder recuperar la dignidad que nos dio Chávez años atrás.