Amaranta Rojas hace referencia a cómo se manipulan los videos de Chávez solo para llamar a la “lealtad” de aquellos que dudan de Maduro, haciendo ver, por supuesto, que él ha continuado con el legado del finado comandante. Eso tiene sentido, se trata de una manipulación con descaro; se muestran los videos convenientes, mediante la imagen y la autoridad del comandante Chávez para apoyar a un presidente lleno de contradicciones. Mientras los otros testimonios que, si acaso contravienen a lo hecho por maduro, se ocultan. Es un caso claro de manipulación de la verdad mostrándola a medias.
Pero cuando alguien en el gobierno habla y razona como si fuera él fuera el Chávez más radical – el mismo que estaría hoy en franca contradicción, o ¡negro de la arrechera!, con lo deshecho hasta ahora por Maduro y su gobierno (los autocalificados “hijos de Chávez”) –, la manipulación pasaría a otro plano más psicológico: al terreno de la disociación o al campo de las alucinaciones. Es el caso de Adán Chávez.
Tratando de reforzar la idea de la señora Amaranta Rojas, recordamos aquella alocución de Chávez donde llama a su gente a tener “cuidado con el reformismo”, pensando que es una de esas que jamás presentaría Diosdado en su programa, porque esta es una de tantas oportunidades donde las sermones de Chávez sirven para contradecir las políticas del presidente maduro y su equipo de gobierno; y al mismo Diosdado Cabello – el cual hace el papel de madurista sedicioso, dedicado a arengar a la masa y a apoyar sus “advertencias y amenazas” con estos videos de Chávez, en extremo manipulados –.
Y buscando me tropecé con un artículos de Adán Chávez que se titula precisamente “Cuidado con el reformismo”, del año 2015 http://www.psuv.org.ve/opiniones/cuidado-reformismo/ el cual dice cosas tan radicales, ¡tan chavistas!, que nos saca de golpe de este presente letárgico y de políticos bobos, y nos retro lleva al pasado de cuando Chávez estaba más vivo que nunca, allá, en el 2009 el mismo del discurso del Jardín Botánico.
Debemos aclarar que la lealtad de Adán Chávez al presidente Maduro y su gobierno no ha cambiado, hasta hoy (que yo sepa), a pesar de los pesares. Sigue escribiendo más o menos en el mismo tenor de las cosas que dijo en el 2015 en ese artículo. En ese entonces decía cosas como estas:
“Hay que tomar en cuenta que los reformistas no creen en los cambios profundos pues ideológicamente están comprometidos con determinados intereses políticos y económicos, y sienten que cambios radicales, se los afectarían….” (¿Qué entenderá Adán por “cambios profundos”?)
Esto no puede ser una manipulación como las de Diosdado, parece más bien escrito por alguien completamente disociado de la realidad. En el 2015 con los “cambios profundos” de maduro ya se había pactado la paz con los que ellos llamaron “empresarios honestos”, y con el pretexto de desarrollar las “fuerzas productivas del país” se dilapidaron todas nuestras reservas en divisas, financiando a los privados y enriqueciendo a una burocracia corrupta, con dólares baratos, mientras se abandonaron las inversiones y empresas del Estado. Se intervino PDVSA y el ministerio de petróleo, para otorgar más control privado a las empresas mixtas. Hasta hoy día cuando la revolución de Chávez se “profundizó” con Maduro en el más puro reformismo socialdemócrata, sirviendo de mampara a un liberalismo económico salvaje, al estilo gomero colonial.
Al leer esto uno piensa ¿Dónde estuvo Adán Chávez todos estos años, después de la muerte de su hermano? A principio pareciera que con su discurso anti reformista nos precave del mismo Maduro, pero no. Luego uno se da cuenta que por reformistas se refiere a los que criticaban a su gobierno, y los de las “profundizaciones” eran ellos, los “Maduro boys”.
Estamos atrapados entre pícaros y locos, manipuladores y gente que cree que sus deseos son la realidad. Diosdado Cabello, sin mucha autoridad política y moral, pone a hablar a Chávez como si fuera Maduro –que carece, igual que el otro, de autoridad y brillo en sus discursos, normalmente contrarios o desconectados de sus decisiones y “acuerdos secretos” con sus aliados inversionistas –, usa a Chávez para arengar a dos voces (Chávez como la voz principal y Diosdado haciendo de coro) a los vacilantes, y así contener un posible desvío o críticas al gobierno. Y a su lado, muy cerca de Diosdado, están estas “mentes perturbadas” (concediéndole el beneficio de la duda) como la de Adán Chávez, que sigue creyendo que éste gobierno es revolucionario y chavista, y que, hasta su último artículo, sigue aferrado a una “unidad cívico militar” fantasmagórica la cual solo existe en sus deseos, en una mente nostálgica y ansiosa, perdida en la pandemia, el hambre y el estado de sitio.
El profesor Adán Chávez debería reflexionar, y Diosdado debería usar sus propias ideas y no manipular con las ajenas… y si no las tiene, ¡que lo diga, eso lo ennoblecería un poco! Debatan, argumenten, actúen conforme a Chávez y no lo usen de escudo beocio, tapándose hasta los pies, (¡ojalá mis palabras no fueran espuma, que basta un solo soplo para que se las lleve e viento!)