El foco revolucionario es la concreción organizativa de un gesto rebelde, es en sí mismo una rebeldía estratégica contra el sistema y es una proposición de nueva sociedad. Es un contraste que rompe el clima de resignación, una diana que rompe el silencio de la noche, un relámpago.
El gesto puede ser aislado, como el del chino aquel que se paró frente a los tanques en Plaza Tiananmén, o el Ministro que se bajó de la altura para enfrentar cuerpo a cuerpo la irresponsable acusación de un manipulado demandante. Puede ser un gesto violento, o puede ser la pasión de una palabra. Cuando ese gesto agrupa a otros humanitarios comienza la historia del foco revolucionario. Al principio son pocos, agrupados alrededor de un líder, pero tienen la inmensa fuerza de las ideas y de la pasión noble, que contrasta con el egoísmo, el individualismo imperante, su acción, su presencia, es un mensaje desde el futuro mundo.
El foco revolucionario se caracteriza por, al inicio, ser pequeño, no es aún un fenómeno de masas, es una referencia de dignidad que rompe con el cerco de falsa información y manipulación. Para el sistema es difícil acusar de manera creíble a quienes están blindados por su acción alejada de los valores imperantes. Con su ejemplo y su mensaje contestan toda acusación, y les devuelven la esperanza a las masas, las convocan a la construcción del nuevo mundo. El foco revolucionario, asombra. En un mundo donde los dirigentes buscan la comodidad, el foco corre riesgo. Cuando los dirigentes se amoldan al poder, el foco lo enfrenta. Donde la mentira impera, el foco es fuente de verdad. Donde el gobierno no reconoce equívocos, el foco es autocritico, no busca excusas. El foco es referencia y alternativa, resistencia a las dificultades del mundo del capitalismo.
Hoy, aquí, la situación de adormecimiento que se vive reclama la concreción del foco revolucionario. Su acción, su aparecimiento conmocionará al cuadro de desmoralización actual, conducirá a la sociedad a una nueva relación de fuerzas. Ya lo arbitrario encontrará oposición verdadera, habrá un foco de resistencia que alumbre el camino de salida del abismo, habrá formas, razones para luchar aquí adentro, valdrá la pena quedarse y construir el futuro. Se disipará la parsimonia, el desconcierto, la gente sabrá que no está sola, que hay una luz, por ahora lejana, que alumbra en la oscuridad.
Los gestos de desprendimiento han sucedido, los líderes están aquí, existen, son los que han desechado la comodidad del curul, del ministerio, por correr el riesgo de cuestionar al madurismo, están en las cárceles, en el exilio. Son los atacados cobardemente por la cúpula, las víctimas de la mediorragia oficialista, deformante de la imagen de los que luchan contra el sistema capitalista, que persiguen con saña a los Socialistas y toleran a los capitalistas de todas las calañas.
La situación del país reclama un foco revolucionario, que aparecerá pronto, parido por las circunstancias, por la historia heroica de este pueblo que nadie puede borrar, por el recuerdo cercano de los días cuando intentamos fundar un nuevo mundo, y las epifanías cuando el futuro se nos presentó en la fraternidad, la solidaridad, la pasión de vivir, alcanzada en ese tiempo excepcional.
¡VIVA CHÁVEZ!