Las masas inconscientes son conducidas a batallas inútiles. Esa es la forma de tenerlas dócilmente distraídas, de esta manera no le hacen daño al sistema capitalista.
La gran distracción es la democracia burguesa, el bipartidismo, la pelea bufa entre dos enemigos que son lo mismo, que luchan por administrar al capitalismo gozar las mieles del poder mientras la sociedad es sometida a una gran estafa. Cuando la democracia burguesa se gasta, cuando ya no engaña entonces viene la dictadura y la distracción no es ahora el circo del bipartidismo sino la lucha por la democracia burguesa, cambiar para que la estafa siga igual.
Después del asesinato de Chávez (nunca investigado) se montó en Venezuela el bipartidismo con la finalidad de acabar la posibilidad socialista, hacer de Chávez una imagen dócil al sistema capitalista. El bipartidismo de la transición al capitalismo lo componen el madurismo y el guaidismo. Ellos buscan la mejor manera de favorecer al capitalismo. Veamos.
Es una realidad que el problema hoy del capitalismo es encontrar una forma política que le sea funcional. Ya el madurismo de maduro cumplió su tarea, derrotar a la posibilidad socialista, deformar la imagen de Chávez, barrer con la base psicológica del socialismo, trocar la consciencia del deber social por la consciencia egoísta. El madurismo de maduro debe salir, el gran nudo hoy es como salir de maduro que se resiste a reconocerse acabado.
El problema sería sencillo si el madurismo respetara las leyes del juego, pero las mafias son testaduras, al carecer de estrategias pierden plasticidad táctica su único objetivo es permanecer en el gobierno no importa a costa de que ni con cuales métodos. Ahora bien, cómo podría salir maduro cuáles son las formas posibles. Veamos.
La salida ideal para los capitalistas es la vía de la legalidad burguesa: sus elecciones, trasladar la lucha a un campo en donde no haga daño y distraiga, parece que han avanzado en ese empeño. El madurismo sin maduro florece en el gobierno, los más sensatos no quieren quemar las naves, prefieren la posibilidad de salir del gobierno pero quedar con fuerza para un regreso glorioso, aunque esa opción signifique quemar a maduro, el madurismo oportunista no tiene escrúpulos, en este caso maduro sería víctima de su propia escuela, de sus aventajados discípulos. Esa es una posibilidad que toma fuerza, los oportunistas no acompañan a sus pranes hasta la tumba.
Mientras los bandos negocian la salida de maduro, mientras la sala constitucional adquiere un poder que ahora es útil a maduro pero mañana lo puede arponear, el gobierno se sigue debilitando, el país se esfuma, las posibilidades de estallido social aumentan… el tiempo corre en contra del bipartidismo dominante. Aparece en el horizonte la salida violenta, un golpe, una acción quirúrgica o algo parecido. Quizá este bipartidismo, guidosismo y madurismo estén muy deteriorado, paralíticos, y ya no puedan construir salidas, quizá vivimos los tiempos de la caída de la cuarta república. El nombramiento desesperado del cne es señal de la mengua del bipartidismo, tal vez se precipite la salida de maduro.
Son tiempos de fin de un ciclo, de una profunda crisis política donde todo puede pasar. Son tiempos de construir una vanguardia que dirija a la masa inconsciente aún en las graves circunstancias que se avecinan, que sepa evitar que la masa se ponga del lado, una vez más, de sus propios verdugos.