El madurismo, fiel a su esencia marginal y lumpen-sindical, necesita un patrón del cual ser el factor garrapata, esa es su escuela: no produce teoría, funciona sin estrategia, sólo percibe el día a día y sigue al patrón, a él le chupa lo material y lo espiritual. Cuando llega, cuando captura el poder, allí funciona según su naturaleza, y el resultado lo conocemos, lo padecemos.
Al principio estuvo navegando con barco prestado por su disfraz de chavismo; luego, terminado este impulso, se le vieron las costuras, pura mentira, promesas, y la debacle del país en todos los campos. Ahora que encalló en la realidad, está arrinconado. En medio de su desastre y por omisión del chavismo auténtico (esto hay que reconocerlo con valentía) surge la opción del capitalismo descarnado, la opción milei. Este es el dilema del país: o maduro y su torta; o mariacorina y su capitalismo salvaje, privatizador, creador de miseria, capitalismo para los capitalistas y miseria para el resto.
¿Qué hacer?
Ya sabemos, el madurismo fracasó, y la opción milei sólo puede profundizar los padecimientos de ese fracaso. Es mentira que son la solución, al contrario, los males del madurismo vienen del abandono del camino de Chávez, el alejarse del Socialismo y entregarse al capitalismo. Así destruyó a pdvsa para privatizarla, privando al Estado, a la sociedad, de su fuerza, dejándola inerme en manos de los capitalistas. Se cumple así el paradigma capitalista. No difiere mariacorina de este esquema, son los mismos que el madurismo, pero más organizado el desmontaje del país.
La solución es volver a Chávez; eso o perder la Patria. Y esto último no es un decir ni una frase vacía. Si nos detenemos en las últimas declaraciones del presidente de Guyana, habla de pactos secretos con los grandes imperios para defensa de su país en caso de una agresión. Y vemos la respuesta de la vice, y de su hermano (que fungen como una especie de presidentes paralelos), llamándolo empleado de la exxon. Debemos concluir que la confrontación ya empezó, está en su fase militar fría, y se calentará con cualquier incidente. En esta guerra, Venezuela tiene poco que ganar y sí mucho que perder, empezando porque desde el primer tiro pierde la iniciativa y ésta pasa a manos de los imperios. Esa guerra será la guinda de la torta madurista, arriba de todo el desastre que le ha causado al país, por su estulticia, lo embarcará en una guerra demencial, que no sabemos a dónde ni cuándo va a terminar.
El primer paso, para desandar el camino al infierno, es construir una dirección del chavismo. Ese es un deber de los chavistas dirigentes que estuvieron cerca del Comandante, y que se han mantenido fiel a su legado.
Nos llegan buenas noticias. El PSUVCH ha convocado a un grupo de estos dirigentes con el objetivo de constituir la dirección de un frente chavista con la participación de organizaciones y personalidades. Frente Chavista que tendría como nucleador y guía, el pensamiento y la acción del Comandante Chávez resumido en el Plan de la Patria y en la lucha contra la lógica del capital. Y como objetivo general y abarcador, la lucha frontal contra el gobierno del madurismo, su salida y sustitución por un gobierno genuinamente chavista que nos conduzca al camino extraviado con su magnicidio.
Ellos, los del PSUV nos dicen que los nombres por ahora se mantienen en reserva, por razones obvias, pero próximamente saldrán a la luz. Por ahora, estarán publicitando por diferentes medios sus opiniones políticas.
¡POR CHÁVEZ, VALE, LUCHAR!
