Para alguien desprevenido que lea la noticia del viaje deEvo a México en avión prestado y quiera indagar la causa del sorpresivo traslado, tendrá que sumergirse necesariamente en una “realidad ficticia”. Veamos.
El Presidente Evo renuncio al cargo, es la primera deformación: resulta que presionan a un Presidente para que renuncie al cargo bajo amenaza a sus partidarios y a su familia, y tienen la desvergüenza de afirmar sin más adornos que renunció.
Después llegan los jurisconsultos y sentencian: no fue un golpe porque Evo había hecho fraude (nunca comprobado, ni siquiera investigado) y lo que hubo fue una restitución de la democracia.
Establecida la realidad ficticia de la “legalidad” de eso que no fue un golpe, pasan a la segunda etapa: desprestigiar a Evo: lo primero es crearle la imagen de corrupto, se habla de mansiones en Cochabamba, de ropa hecha a la medida, de vida regalada. El descredito sigue hasta lo inverosímil, se llegará a hablar de un yate, seguro, en toda campaña de descredito siempre entra un yate y un palacio, recuerden el yate de aristóbulo, la avioneta de Rina Ron, y recientemente el palacete del Ministro Ramírez (por cierto maduro se hizo el wilis con la invitación a debate con Ramírez). El yate de Evo es emblemático de esta práctica de crear imágenes negativas de los enemigos. Algunos lo defenderán diciendo ¿Cómo va a tener un yate si en Bolivia no hay mar? los deformadores le responderán, lo tenía esperando para el día que pactaran una salida al mar con Chile.
Bolivia nos trae muchas enseñanzas, se podría hablar del agotamiento del poder, de Revolución que se detiene se la lleva el río, muchos temas se pueden tocar, hoy exploraremos la manipulación psíquica como arma política del capitalismo. Después de focalizarse en Evo, “demostrar” que fue Evo el golpista, pasan a la etapa de los falsos testimonios, siempre habrá alguien que se preste a sazonar la mentira.
Aquí entre nosotros el guión es similar: No pueden enfilar contra el Comandante Chávez, ese prestigio los sostiene, pero consiguieron un chivo expiatorio, un paga pego, le disparan a Chávez por interpuestas personas.
Allí no queda la manipulación psíquica, las acusaciones de agentes de la cia vuelan irresponsablemente, cualquier disidencia por mínima que sea es inmediatamente bombardeada, desprestigiada. Pero, es en la manipulación de la gestión del gobierno donde se manifiesta mejor la manipulación psíquica. Si nos atenemos a lo que el gobierno publicita, maduro sería el mejor gobierno de la historia nuestra y del mundo: nunca se ha equivocado, nada le ha salido mal, no hay problemas, todo perfecto. El madurismoes experto en buscar culpables, en excusarse, en escurrir el bulto. Esconde el brutal éxodo, sólo lo acepta a conveniencia. Todo es culpa del “camarada trump”, no hay crisis económica, hay guerra económica, a PDVSA la destruyeron los que producían tres millones de barriles, y la salvaron los que producen quinientos mil.
Los intentos revolucionarios, se enfrenta a la manipulación psíquica, es allí en el alma de las masas donde se escenifica la principal batalla por la conducción de la sociedad, no es posible un triunfo revolucionario sin antes triunfar en la batalla espiritual. No es tarea fácil. lo primero es identificar el problema, prepararse para hacerle frente.
La batalla es desigual, ellos tienen en su campo poderosos medios de comunicación, universidades, gobiernos, agencias de noticias internacionales, la iglesia, la costumbre. La Revolución tiene a su favor la razón, la verdad, las terribles condiciones objetivas: las dificultades de la existencia, el deterioro ambiental, el fracaso del capitalismo.
El problema es cómo llevar esa verdad, esa razón al corazón de las masas, allí se resume la acción política. El ejemplo es la mejor escuela, ya lo decía un clásico: “más aprende un pueblo en un año de lucha que en un siglo de paz”, y podríamos agregar nosotros: “más aprende un pueblo por una acción de su vanguardia”, o mejor “la Vanguardia es reconocida en la acción”.