El pasado 26 de noviembre se cumplieron 2 años desde la imposición de Manuel Quevedo como Ministro de Petróleo y Presidente de PDVSA. Ese día Maduro en medio de acusaciones de corrupción, victimizándose (cómo es su costumbre habitual), anunció un “Plan de apoyo y recuperación para la transformación revolucionaria de la industria petrolera con el Mayor General Manuel Quevedo al frente” y pidió: “consolidar un equipo de gente honesta y trabajadora, para que PDVSA sea otra vez la PDVSA roja rojita que necesita nuestra Patria”.
Más allá de señalar, a la luz de los acontecimientos posteriores, si las afirmaciones hechas al país aquel día fueron verdaderas o falsas; más allá de la promesa de incrementar la producción 1 millón de barriles adicionales a los que ya se producían; y más allá de la trivialización del conocimiento petrolero llevándolo a niveles de humillación; la intención de este artículo es realizar una sencilla comparación cuantitativa de algunos indicadores nacionales que se observaban el 26 de noviembre de 2017, con los que observamos actualmente, partiendo desde la producción petrolera, como elemento fundamental para la economía del país.
Desde su irrupción en la economía nacional a principios del siglo pasado, el petróleo ha sido un termómetro de la condición económica del país. Durante décadas, Venezuela fue el mayor productor de petróleo en el mundo y, aunque este hecho sólo dejó “miseria y sudor de obrero”, como cantaba Alí Primera, las sobras de aquel festín sirvieron para maquillar la economía del 4,30 y el espejismo de desarrollo. Los recuerdos de la “Venezuela Saudita” de los años 70 aún perduran en muchos venezolanos, pero al iniciarse la caída sostenida de la inversion y consecuentemente de la producción petrolera desde finales de los 70 hasta mediados de los 80, como consecuencia de la cercanía del proceso de reversión de las concesiones petroleras, comenzaron los desajustes económicos, los déficits fiscales y, con ellos, todos los procesos “devaluadores” de nuestra moneda, cuyos efectos adictivos los han sufrido todos los gobernantes hasta la actualidad.
Sin embargo, durante la década revolucionaria del Comandante Chávez 2003-2013, la producción petrolera mantuvo su estabilidad alrededor de los 3 millones de barriles por día. En este período se llevó a cabo un proceso inédito de captación y distribución de la renta petrolera entre el pueblo, con el fin de disminuir la desigualdad, la pobreza y la exclusión, permitiendo ver un país económicamente robusto, con inflación cercana a un dígito, bajas tasas de interés y sueldos verdaderamente dignos. Fue este proceso de captación y uso de la renta el factor determinante en la situación descrita, mucho más allá de, ciertamente, gozar de un periodo de altos precios del barril de petróleo, que de no ser por la política Nacionalista del gobierno de Hugo Chávez hubiesen sido aprovechados exclusiva y groseramente por las empresas transnacionales que controlaban los antiguos “Convenios de Asociación” firmados durante la apertura petrolera.
Lamentablemente, hoy en día, la industria petrolera nacional vive su peor etapa en más de 100 años de historia. Nunca antes, ni siquiera durante la huelga reivindicativa y digna de 1936, o durante el paro gerencial político de 2002-2003, se llegó a tales niveles de paralización, humillación y destrucción de todo lo relacionado a la industria petrolera. El país produce actualmente cerca de 700.000 barriles diarios de crudo según datos de fuentes secundarias de la OPEP.
Bajo la jefatura de Quevedo, se redujo la producción en 1,3 Millones de barriles por día, se paralizaron todos los mejoradores de la Faja del Orinoco, se redujo casi totalmente la actividad de perforación, pero lo mas terrible es que Quevedo y su equipo se han dedicado a perseguir y humillar a los trabajadores petroleros que, al no visualizar un futuro mejor para la otrora principal empresa del país, optan por abandonarla, no sin antes dejar un profundo sentimiento de dolor, por el conocimiento y profesionalismo que se va con cada uno de ellos.
No se puede dejar de mencionar el caso de los más de 100 trabajadores petroleros detenidos bajo esta sátira llamada “Gobierno Revolucionario”, muchos de los cuales han cumplido 2 años en prisión “preventiva”, sin que exista ni un solo juicio abierto, quienes continúan privados de su libertad, no sólo injustamente, sino también ilegalmente, toda vez que el COPP establece que nadie puede permanecer más de 2 años en prisión sin que exista un juicio en su contra. Pero esa es la orden y el remedo de poeta, hoy Fiscal General de la Republica, devenido en el Torquemada moderno, acata. Leales siempre, repite el funcionario… pero ¿leales a quién? ¿A Chávez y a la Revolución? Jamás!!!
La única respuesta oficial a semajante debacle en la producción petrolera, es “bloqueo, sanciones, guerra económica”. La verdad es que, aunque la orden ejecutiva 13.884 restringe las transacciones de crudo de PDVSA y sus filiales, lo que ha impactado sustancialmente en los inventarios y, consecuentemente, en la producción de crudo, traduciéndose en una reducción de cerca de 450 mil barriles diarios, hay varias preguntas sin respuesta:
¿Que paso con los otros 850 mil barriles?
¿Quevedo es tan incapaz que aun sabiendo el riesgo que implicaban las sanciones, en mas de 1 año no pudo preparar un plan para enfrentarlas?
Así, al observar la situación actual de PDVSA, sus filiales, empresas mixtas y negocios, es posible hacerse una idea del panorama de la economía nacional. Analizando el comportamiento de indicadores económicos claves para el país (Inflación acumulada anual, Tasa de cambio Bs/$ y Reservas Internacionales), según datos oficiales emanados por el Banco Central de Venezuela (BCV), resulta notable la improvisación, la irresponsabilidad y la falta de entendimiento de los procesos económicos que se desataron al reducir al mínimo histórico la producción petrolera o, lo que es lo mismo, la fuente del 95% de las divisas que históricamente ingresan a nuestra economía, en apenas 2 años.
Noviembre 2017 | Noviembre 2019 | |
Variacion anual del Indice de Precios al Consumidor (Inflacion) (%) | 228,7 | 981,8 (*) |
Tipo de Cambio Bs / $ | 3.345 BsF = 1$ (Equivalente hoy a 0,03345 BsS) | 43.200 BsS = 1$ (Equivalente hoy a 4.320.000.000 BsF) |
Reservas Internacionales (Millones $) | 9.727 | 7.565 |
*Calculada al mes de septiembre, último mes disponible según el BCV.
Ante tal panorama nacional, luego de 2 años de apartar el conocimiento técnico de las decisiones de la industria petrolera nacional, y de haber confiado en la palabra del ciudadano que fue investido del cargo presidencial, surgen preguntas cuya respuesta debe ser exigida por todo el pueblo venezolano. Si la producción petrolera se desplomó y no exclusivamente por efecto de las sanciones, ¿Por qué maduro no remueve a Quevedo? Si la economía nacional sólo ha empeorado en 2 años, ¿por qué maduro no destituye a todo el equipo económico y los detiene como lo sigue haciendo con los trabajadores de la industria petrolera? Si aquella apertura petrolera disfrazada, mal llamada “Acuerdos de Servicios Conjuntos”, no ha producido ni un solo de barril de petróleo adicional para el país, ¿Por qué no hay ni un solo procesado ante semejante fraude nacional?
¿Se trata acaso de una repartición de cuotas de poder, que no pueden modificarse porque “nos tumban” (Aristóbulo dixit)? ¿Vale más aferrarse al poder político sin importar el daño que se le hace a la economía, a la industria petrolera, a los hospitales, a las escuelas, a las universidades, a los barrios, en fin, al país en general? ¿Será necesario llegar a producir 0 barriles diarios para que maduro mande a Quevedo de vacaciones (como lo hizo con Motta Domínguez)?
De cualquier modo, la producción petrolera se encuentra en el filo de la navaja. La pérdida de más barriles implicaría mas espacio para la improvisación, mas burla al pueblo, mas saqueo de nuestras riquezas, lo que acentuaría aún más la situación crítica de los indicadores macroeconómicos, profundizando el colapso nacional y sólo ese es el panorama que pareciera esperarle a Venezuela mientras Quevedo y Maduro siguen jugando con PDVSA y con el pueblo, comiéndose la torta que ellos mismos han puesto para celebrar sus 2 años.
AUN TENEMOS TIEMPO DE ENMENDAR EL CAMINO
¡¡CON CHAVEZ, TODO!!