En días pasados el inefable pedro carreño acusó a Figuera de pertenecer a la cia, de ser un agente gringo. La acusación la hizo en la asamblea nacional en medio del frenético aplauso de los diputados. El suceso no puede pasar como una anécdota más de carreño, amerita estudio, es señal de algo más profundo.
Figuera es el Secretario General del PCV, se podrá acusar de muchas cosas, señalarle muchos errores, pero acusarlo de ser de la cia es un insulto sin base, ni siquiera hay lugar para la mínima sospecha. De carreño se pueden escribir muchas cosas, pero pensar que la trastada de la asamblea es obra de su iniciativa sería un error, se trata de una línea de conducta de la fracción más fascista del madurismo, que avanza en medio de la parálisis política del Partido que alguna vez fue de Chávez, es una señal más de la acelerada deriva del gobierno hacia el fascismo.
El fascismo madurista no tolera la mínima disidencia. La conducta de agresión habitual contra Figuera en la asamblea es conocida por el país: no le dan la palabra, no transmiten en la televisión sus intervenciones, y ahora lo acusan de semejante absurdo. Se trata de una política de Estado que indica el camino al fascismo, recordemos el asalto a los partidos, la intervención de sus directivas, y ahora reciente la inhabilitación de Samán como candidato. Al principio la agresión del madurismo fue contra el círculo más cercano a Chávez, entonces, hubo silencio y comparsa con las acusaciones sin fundamento. Luego el uso político de la justicia se hizo un vicio y se aplicó contra toda disidencia. Se dictaron leyes absurdas, como esa contra el odio, o la ley contra el bloqueo, se entregó la economía al capitalismo. La respuesta fue la quietud, el silencio.
El rumbo hacia el fascismo sigue acelerándose y el país no reacciona, al contrario, insensato, aplaude los pasos hacia la barbarie, ya lo vimos en la asamblea. Hiela la sangre presenciar la instalación del fascismo, y más la hiela ver la parsimonia del país, que no reacciona frente a lo evidente. Es hora ya de rebelarse, mañana será tarde, el daño será inmenso y zafarse de la barbarie costará más vidas, más sangre, más esfuerzo.
Los partidos de izquierda no pueden perderse en los vapores opiáceos, de unas elecciones a todas luces fraudulentas, con el Estado presto a corregir cualquier resultado adverso, eso es un error histórico. El momento exige con desespero la formación de un frente antifascista, si alguna vez fue necesario es ahora. Es obligatorio informar a la masa del peligro, alertar lo que se está gestando, esa es la labor de un partido y de los hombres de izquierda. Es urgente organizar la resistencia. Es un deber enfrentar a la barbarie que ya está aquí.
Estos partidos de izquierdas, los hombres de izquierda debían convocar, ya, a la formación del frente antifascista, no pueden perderse en unas luchas economicistas inútiles. Es hora de oponerse con decisión al gobierno y a la oposición gringa fascista, que ahora descaradamente se ponen e acuerdo en México. La gente debe saber dónde está su verdadero enemigo, sin salir del madurismo el futuro será tenebroso. Esa labor de esclarecimiento es la principal de los partidos de izquierda.
¡CHÁVEZ ANTIFASCISTA!