Quién puede negar que Chávez fue el «Ayudador de los pobres de América Latina», los pueblos olvidados aún lo recuerdan como quien más hizo por la integración de la región en la historia contemporánea de esta parte del mundo, su legado más preciado en aras al crecimiento y el mutuo apoyo entre los países hermanos, estuvo en organismos de integración como el ALBA, Unasur, Petrocaribe y la cadena multinacional teleSUR, y que hoy no surten efecto alguno, debido a la mala gestión del madurismo.
Como ya es sabido, el Comandante debía recurrir nuevamente a una intervención con motivo de la enfermedad que enfrentó. Había vencido las elecciones del 2012, y la nueva intervención podía ser compleja y difícil, por eso el 8 de diciembre de 2012 lo anuncia, y pide apoyo para maduro, pues sino estaba en condiciones para la toma de posesión el 10 de enero de 2013, se debía evitar cualquier acción por parte de la oposición, debido a eso era probable realizar de nuevo elecciones presidenciales para dar cumplimiento a la constitución, ocasión que aprovecha el madurismo con el lamentable desenlace del fallecimiento del Comandante.
El nuevo gobierno, ahora presidido por maduro, debía garantizar la continuidad de lo que Chávez había iniciado, el Comandante le había dejado su equipo de trabajo, el «Plan de la Patria», recursos suficientes, y un Pueblo dispuesto a apoyar la consolidación de aquello que el Comandante buscaba, el bienestar, la unificación y fortalecimiento de nuestra Patria y de los Pueblos.
Pero la traición del madurismo para con Chávez, su legado, y el Pueblo de Venezuela, no se hizo esperar, la derecha agazapada que rodeaba al Comandante retornó al poder, representada por el madurismo, haciendo metástasis en todas las instituciones del País, trayendo con ellos lo único que tienen para dar, destrucción, corrupción, y exclusión del pueblo, ya no estaba el Gigante para poner órden, todo aquello por lo que él trabajó, venía a ser eliminado de una forma feroz por parte de un grupo que él confió.
La derecha se disfrazó de izquierda, y en nombre de un Chávez ausente, comenzaron a aplicar malas políticas que llevaron a un pueblo indefenso, a ser víctimas del madurismo y sus acciones inhumanas, a trabajar mucho, y recibir un salario de hambre y miseria, no servía de nada poseer las reservas de petróleo más grandes del mundo, cuando el gobierno traía como objetivo acabar con la obra del Gigante, y cobrar venganza contra los más necesitados.
El pueblo desprotegido comenzó por allá en el 2015 a buscar oportunidades en otros países, e inició un éxodo que hasta el día de hoy no ha finalizado, ése precedente sirvió para que la derecha se fortaleciara en el continente y figuras como Lula, Evo Morales, Rafael Correa, Cristina Fernández de Kirchner que habían protagonizado la ola de izquierdas que inundó América Latina en esa década, fueran superadas. Ahora Venezuela gracias al madurismo se había convertido en el ejemplo inequívoco, de porque no se debía elegir un gobierno de izquierda, los Pueblos entraron en pánico debido a lo que el madurismo estaba causando a un país rico, optaron por apostar a gobiernos de derecha, hasta que hoy en día entendieron que el madurismo no era de izquierda, sino de derecha, de allí el triunfo en Colombia de Gustavo Petro, y Lula en Brasil.
El Comandante decía que los Pueblos eran sabios, y podemos ver cómo entendieron que el madurismo no representan; ni socialismo, ni mucho menos la revolución Bolivariana que construyó Chávez, obviamente son de derecha.
Ahora la izquierda está fortalecida en nuestro continente, y nos toca a los Venezolanos, salir de los traidores del Comandante, salir de éste nefasto gobierno de derecha, y reconstruir en el camino que Chávez planteó, la Venezuela potencia, que tanto necesitamos los Venezolanos, incluyendo Latinoamérica y muchos países del mundo.
Que la derecha llegara al poder como sucedió en Venezuela, y luego dejara ver sus verdaderas intenciones, no es nada nuevo, recordemos que el mismo Rafael Correa fué producto de traición, y con su propio apoyo, llevó a gobernar a la derecha que también estaba agazapada en Ecuador, y entró representada por Lenín Moreno, a quien Correa tildó de buen actor, por haberlo engañado por más de 10 años. Pues Moreno aprovechó el apoyo de Correa para llegar al gobierno y luego sacar su verdadero tinte político. Igual que el madurismo, se alió sin vergüenza alguna, a los grandes grupos económicos y empresarios, olvidando por completo al Pueblo más necesitado.
Ahora bien, entendamos éste escenario, la derecha en Ecuador entró por un error del mismo Rafael Correa, error que ha reconocido en entrevistas que le han realizado, y busca de forma incesante corregir ése error, sin éxito hasta el momento, nadie puede poner en duda que aún goza de popularidad y apoyo en su país, con todo y ese apoyo, no pudo después de Moreno, lograr un gobierno de izquierda, y las consecuencias las está sufriendo el Pueblo.
En Venezuela la derecha entró a gobernar como sucedió en Ecuador, producto de una traición, y; aunque suene duro, con Ecuador Correa trata de enmendar ése error, pero aquí no está Chávez con nosotros, por eso la hemos tenido tan difícil.
El madurismo ha sido implacable con la figura y obra del Gigante, hoy más que nunca los Chavistas debemos llevar su morral, y ponernos en sus zapatos, Chávez confió en la sabiduría que tenemos como Pueblo. Del equipo de Chávez, el único que ha puesto a temblar al madurismo, al punto que recurrieron a sus perros, y métodos sucios de campaña, ha sido el compañero Rafael Ramírez, el hombre que le respondió al Comandante en las buenas y en las malas, el único por quién Chávez metió las manos al fuego, cuando la oposición y los agazapados atacaban, porque querían apoderarse de PDVSA, en ésa oportunidad no pudieron, hoy se apoderaron de ella, y la quebraron.
Chávez le confió a Ramírez PDVSA, porque cuando la empresa fué paralizada y saboteada, expertos decían que tardaría años en retornar a su funcionamiento normal, pero gerencia y pericia se fusionaron, y contra todos los pronósticos, en pocos días se recuperaron las operaciones, y PDVSA se convirtió en la empresa del Pueblo, que producía para el Pueblo.
Chávez sabía que estaba sobre un nido de alacranes cómo lo advirtió el General Müller Rojas, y no estaba dispuesto a colocar PDVSA de nuevo en manos de traidores, fué entonces que en el 2002 la puso en manos de Rafael Ramírez, y desde esa fecha hasta su lamentable partida, no se atrevió a mover a Ramírez, a pesar de los ataques y acusaciones sin fundamento, Chávez sabía que la empresa estaba en buenas manos, estaba produciendo los recursos, y Venezuela tenía capital suficiente para impulsar todos los proyectos, y sostener todas las instituciones.
Chávez confió hasta lo último en Rafael Ramírez, si decimos que somos Chávez, debemos hacer lo mismo que hizo el Comandante, confiar y apoyar al hombre que cada vez que habla, estremece los cimientos del madurismo. Es quien está defendiendo la obra del Gigante, hoy destruida por el madurismo, y ése gesto merece nuestro apoyo si nos llamamos Chavistas.
«EL CHAVISMO VIENE CON TODO CONTRA LOS TRAIDORES DEL MADURISMO»