“…y todo parece indicar que la población venezolana, no les hizo caso…y en lugar de reflexionar sobre sus derrotas, siguen diciendo que el gran perdedor fue el gobierno, porque obtuvo el 18% de apoyo del total de personas inscritas en el registro electoral permanente…me pregunto: ¿para los que sacan muchísimo menos del 1% del total, es una gran victoria?”… Oscar Bravo: Politólogo, Especialista en Finanzas, Magister en Gerencia, Profesor Universitario, Investigador, Articulista, Poeta, Deportista y socialista!” ¡Uf! https://www.aporrea.org/imprime/a298467.html
Una revolución que tuvo el apoyo en otras elecciones, de, cuando menos, 7 millones de venezolanos promedio (el 60 % también promedio de los electores), con una participación del 70 % de la población votante, no puede considerar victoria ganar unas elecciones ahora con la participación del 31 % de los electores y obteniendo el 18 % de apoyo de los venezolanos.
O SEA, no se puede considerar una victoria que, de 7.000.000 de apoyo (aproximadamente en otras elecciones) se pase en estas elecciones a 1.152.000 de apoyo de los venezolanos (chavistas o no chavistas). Se trata de sacar cuentas. El padrón electoral son 20 millones, a eso le sacas el 32 %, que son 6.400.000, y a esos el 18 %, te da como resultado 1.152.000. Es decir, para decirlo con otras palabras, quizás más duras: de7.790.960 militantes inscritos en el PSUV para el 3 de agosto del 2020, votaron 1.152.000 de militantes (¡claro! si los consideramos a todos militantes del PSUV), ahora: ¿Qué pasó con los otros 6.638.960?… ¿Dónde está la victoria en esto? Pero, si consideramos la eventual votación de los que no votaron, ¡es peor!, porque no iban a votar por el madurismo, ¡hubiesen perdido la asamblea!.
¿Qué pasó con la vergüenza revolucionaria, si es que existe en la izquierda “llana y vulgar”, la “No exquisita”? Por otra parte, el señor Oscar Bravo, para no ser “exquisito”, tiene el ego muy grande y las acreditaciones de un astronauta, sólo le faltó agregar ser el novio de la más bella y más buena de todas.
Sospecho que lo que tiene a este gobierno “trancado” es ese ego “fatuo” de tanto pícaro. Creo que todos los maduristas tienen una opinión de sí mismos tan favorable y buena, que ni “Jean-Baptiste Clemence” (el héroe caído de Camus) o Tartufo, el pícaro de Moliere (y valga la pedantería, que en este caso resulta estimulante) superan tanta petulancia o descaro, o las dos cosas juntas… Y acepten que es preferible creer que se trata de “petulancia y descaro” a que de verdad pensemos que están locos de la cabeza; es menos ofensivo.
Razonando dentro de la autocomplacencia no llegamos a ningún lado, es el ratón que corre dentro de una rueda que gira sobre un eje, un burro dando vueltas en una noria, la auto satisfacción sexual o paja mental…. ¡EL PSUV PERDIÓ APOYO, Y PERDIÓ TODO! ¡CONTROLA UNA ASAMBLEA ESCUÁLIDA EN TODOS LOS SENTIDOS! ¡El que tenga ojos que vea! Y si no, que siga masturbándose con sus deseos de victoria. La única victoria, la real, es la del grupito madurista. Pero el socialismo, el país chavista y no chavista perdió, el resto, perdimos con estas elecciones, inútiles para avanzar pero muy útiles para retroceder a tiempos de la cuarta república.
Hay que detener este cóctel de disociados con pícaros, antes de que sea tarde y se esparza como el covid. Hay que detener la mentira auto-infringida. Venezuela perdió con Maduro y hay que restaurar el camino del socialismo con el Plan de la patria de Chávez como base de acción.