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La guerra de los imperios y Maduro en el medio: la verdad sea  dicha.

Biden llama asesino a Putin, una política clara de enfrentamiento al competidor histórico en la industria militar, espacial y energética, olvídense del cuento de la democracia, la única condición que exige EEUU y Europa capitalistas para sus aliados es que sean buenos proveedores. Igual pasa allá, en la China y en la Rusia capitalistas. Se quieren adueñar del mundo, y como dice Vladimir Acosta, Europa es un aliado menor y asustado de EEUU, el “muchacho de los mandados”, en ese lado del mundo.   Pero aquí al ladito tenemos un personaje “de carácter” que obedece sin más al amo del norte, que repite como un payasito saltarín todo lo que hace el amo Biden: Duque. Duque, en chiquito, también acusa a Maduro de asesino. Se trata de una cayapa del capitalismo (imperial y local) junto a los oligarcas de la región, a todo lo que huela a socialismo, populismo, arribismo y traidores –el problema con los traidores es que nadie los quiere, no se quieren ni siquiera a sí mismos, además de no ser confiables –.

En estas circunstancias ¿qué hace Maduro salvando una relación vergonzosa con los capitalistas y con EEUU, practicando una diplomacia esquizoide, contradictoria, más servil que otra cosa? ¿Acaso buscan salvarse él con sus panas, que los dejen subir un escalón social, o salvar su capitalismo marginal, altamente corrompido, carroñero, oportunista como hienas? Cuando Duque dice que Maduro es un asesino lo está diciendo Biden, Duque es el muñequito y Biden el ventrílocuo; Maduro no puede seguir con el cuento de que los presidentes de EEUU,  cuando hablan de  Venezuela son engañados por sus asesores, eso suena a petulancia, a idiotez, a “deseos”. ¡Todos nos damos cuenta que es el departamento de Estado norteamericano el que habla a través de Biden, y Estado imperial, que su política colonial es una sola, no cambia cada cuatro años (como aquí, que la política de Estado es dinámica, cambia cada cuatro semanas o menos, la divisa es: “como vamos yendo vamos viendo”) que no lo quieren y vienen por él y por su gobierno feudal, débil, fementido, que no es ni chicha ni limonada ! (Esto es lo que vemos algunos de los que nos mantenemos despiertos, que todavía no hemos sido convertidos en cerdos por la “hechicera Circe” con los cantos de Maduro).

Dice Fidel que si enfrentas a la barracuda, no te muerde, te respeta,  pero si muestras miedo y le pides permiso te come un brazo. Hasta ahora lo que ha hecho Maduro con el imperio ha sido acercarse a la barracuda con una sonrisa, comportarse como un pícaro servil (como “Kreacher”, el elfo de Harry Potter) frente a su mayor y principal representante, el señor Biden. Unas veces se pone dulce y melindroso, y otras, vocifera y jura, denunciando al imperio ante el  mundo.  Podríamos decir que la barracuda lo tiene más que “medido”, sin mirar sus ojos sino su alma, ya tiene su brazo hasta el codo en sus fauces, lo que falta es morder.

Aquellos que no perciban algo que es tan meridiano, casi palpable, viven encantados, pero los que sí lo saben y no lo dicen hacen creer al resto que aquí, en este drama sin final,  sigue siendo “el  malo”, el responsable de todos nuestros males,  el malo de siempre, aquel que todos sabemos que es malvado desde hace mucho tiempo, sobre el cual se han escrito kilómetros y kilómetros de tratados que testimonian su maldad; de esta forma están salvando de su responsabilidad al pusilánime; solo por insistir nada más en lo que es obvio, muchos no quieren mirar hacia dentro hacia el gobierno. ¿Cuál sería el precio que se pagaría por decirle “al rey” – que se tongonea desnudo – que está desnudo? Un precio muy alto. Pero la soberbia de este gobierno débil, en buena medida la alimenta el miedo de los que saben de esta debilidad y cómo funciona, la fortalecen al no hablar claro sobre la responsabilidad que tiene el gobierno de Maduro de los espacios ganados por la derecha, aliándose con ella y desmovilizando al pueblo chavista, rompiéndolo y convirtiéndolo en una muchedumbre egoísta, de aspirantes, de gente indiferente y codiciosa, adormilada; no hay contundencia para denunciar el desvío de los objetivos políticos originales de Chávez y su revolución, la inconsistencia política de los dirigentes, que se haya extraviado la política en un mar de chismes; todo eso se debe denunciar, si se entiende o se comparte como verdad, si queremos un cambio hacia el socialismo.

El problema no es la maldad del imperio (harto conocida) es la sumisión al capitalismo del gobierno, la dependencia cada día más a sus formas y métodos. Los que saben qué está pasando en nuestro país, por “descuido” del gobierno de Maduro,  deben denunciarlo sin temor a que pierdan con ello la contundencia de sus otros argumentos. El capitalismo es uno solo, no son dos o tres, funciona de la misma forma tanto en la Tierra como en Marte, no hay uno bueno y otro malo. Quizás hayan empresarios honestos, verdaderos “emprendedores”, pero el capitalismo siempre será una fuerza que se chupa todo (y que se los chupa a todos) – cualquier resto de consciencia social, de humanidad, de honradez – hacia un centro donde se concentra la riqueza esquilmada a la sociedad para el disfrute de muy pocas familias y personas…, hasta que implosione el planeta.

En este momento Maduro y su gobierno enclenque se encuentra en el  medio de una pelea de tiburones, casi que desempleado, solicitando junto a sus fieles asilo político, permiso para aterrizar en el capitalismo, preferiblemente dentro del país. No hay manera de que él y los otros cuatro rectifiquen o se arrepientan, tienen que seguir postrados y aferrados a la vez, ¡dentro de lo dramático es una tragedia!, nadie los necesita ni los quiere.

Pero en su desesperación infantil,  pueden vengarse. Sobre todo del chavismo, castigándolo por no mostrar lealtad absoluta e incondicional, a pesar del juego del hambre  y las necesidades, del juego con la pandemia y la cuarentena, a pesar de las infinitas mentiras; a pesar de lo que vociferan pueden perder las elecciones a gobernadores y alcaldes, porque ya perdieron las de diciembre; ¡también esto hay que decirlo!

¡EL SOCIALISMO ES EL CAMINO, NO A LA RESTAURACIÓN DE LA 4TA REPÚBLICA!

 (Lectura para el debate: Los invito a leer el último artículo de Rafael Ramírez: ¡No a la privatización del petróleo en Venezuela!)

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