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ActualidadLa izquierda y el plan antibloqueo

La izquierda y el plan antibloqueo

“Bien aventurados los adormilados, porque ellos se quedarán dormidos”

Para los socialistas y comunistas que no sienten vergüenza de serlo, y menos de ser señalados así, izquierda, hoy, es casi que un descalificativo, o un calificativo para un universo político difuso donde entran, en un solo saco, desde los adecos hasta Bandera Roja, muchos farsantes que prefieren ser llamados de izquierda pero ¡nunca socialistas!, mucho menos comunistas (como Nicmer Evans, por ejemplo; creo que no lo ofendemos por decirle de izquierda).

Pero de boca del presidente, señalar la existencia de una “izquierda trasnochada”, usando la lógica de las calificaciones, es porque él supone que debe haber una izquierda sola, o digamos “que no se trasnocha”. Esa es la izquierda (según) a la cual pertenecen Maduro, Cilia y los Rodríguez, digamos, a una izquierda que “duerme bien”, como se han mantenido sus miembros hasta ahora. ¿Cómo ha dormido la izquierda del presidente?

Empecemos por esta noticia: “Aporrea, 15-01-21.-Estados Unidos anunció este jueves 14 de enero, más controles vinculados a las transferencias de tecnologías estadounidenses y otras actividades llevadas a cabo por particulares para prevenir que China, Rusia, Corea del Norte, Irán, Cuba y el gobierno de Maduro en Venezuela puedan acceder a ellas”.

Hasta el día de hoy se ha visto en Miraflores un optimismo nervioso sobre lo que significa el futuro gobierno demócrata de Biden para Venezuela, incluido su gobierno. En Última Noticias, un periódico semi oficial, el más gobiernero de todos, aparece hoy un artículo el cual narra una leyenda blanca de Nicolás Maduro: “Lazos entre Meeks y Maduro son claves para distensión” se titula, es una especie de apelación al pasado por algún favor hecho (o concesión hecha) en ese pasado.

“La relación de casi 20 años de Meeks con Maduro comenzó cuando ambos fundaron lo que se conocía como el Grupo de Boston. La red informal de legisladores estadounidenses y venezolanos de todo el espectro político — demócratas, republicanos, socialistas y capitalistas — se reunió en Washington y Cabo Cod para reparar las relaciones bilaterales luego del breve golpe contra Chávez que Washington reconoció rápidamente.”  (No dice nada de la reacción de Chávez al golpe) https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/author/unoticias/   Es interesante su lectura. No lo firma nadie. Hay que leerlo completo para que se vea la intención de convertir lo que para nosotros ha sido el origen de una traición, en una especie de “leyenda blanca”, en el comienzo de lo que muchos consideran una “bella amistad” fundamentada en vidas paralelas y similares; se ve bonito todo, enternecerá a muchos adormilados que ahora duermen.

El asunto es preguntar ¿por qué ahora sale a la luz la relación de Maduro con este congresista, cofundador con Maduro del Grupo de Boston, si hasta Maduro tuvo el cuidado de referirse al Grupo como “el denominado grupo”, como quién nunca supo que aquellas reuniones se las conocía con ese nombre?. Unas reuniones sospechosas de más, donde Maduro y John Kerry (no solo él, también participaron Pedro Díaz Blum y Calixto Ortega, Cilia Flores, Luis Acuña, el chino Khan, Tania D’Amelio, Elvis Amoroso, Enrique Márquez, Ángel Emiro Vera etc. de derecha a izquierda) sabían o saben  bien qué cosas se acordaron entre sus miembros para zanjar las diferencias con el gobierno norteamericano, aparte del tema de los medios de información (grabar los debates de la asamblea) estaba el tema de cómo superar  la pobreza; creo que por ahí iban, y van los tiros. ¿Por qué ahora despierta ese grupo, dormido desde el 2005?

La respuesta está en que no es seguro que Biden le baje dos a la política anti chavista de Trump, que es decir, “anti madurista de Trump”, porque así como Maduro se dice chavista, cada vez que puede frente a un micrófono, de la misma forma en Estados Unidos tampoco hacen esa distinción entre él y Chávez. Esa distinción solo se siente y se comprende aquí, dentro del país, y dentro de él, aquellos que sabemos que maduro y su grupo traicionaron la revolución bolivariana, socialista y chavista; es una distinción de consumo interno. Maduro está despertando a un grupo dormido desde el 2005, cuando fue disuelto en el momento en que la oposición gringa decidió no participar en las elecciones para la asamblea nacional, y lo hace con la ley antibloqueo en la mano, su único plan para “superar la pobreza”, el cual debe haber sido pensado así en aquel momento, cuando se reunía el  grupo de Boston.

Otros que duermen todavía son aquellos que no se enteran de estas cosas y que creen ciegamente en las cientos de promesas incumplidas  del madurismo y de maduro, hechas casi desde el día en que asumió la presidencia del país. Motores, congresos, ferias industriales, reimpulsos y reimpulsos de los reimpulsos, las 20 erres que llevan prometiendo lo que ahora saben que nunca van a cumplir, así le entreguen el país a todo un mundo de países desarrollados –durmiendo la borrachera no se dan cuenta que a Venezuela la apetece el capitalismo mundial pero sin gente adentro o llena de esclavos, y eso es lo que les ofrece el gobierno de Venezuela al capitalismo con su ley antibloqueo  –. Mentiras y mentiras, desde la promesa de eliminar el billete de 100 hasta controlar la inflación, detener la emisión de dinero inorgánico, o el propósito de nuevo año, hecho todos los años, de reactivar la economía, de aumentar la producción, rescatar la industria petrolera; desde el 2014, hasta hoy, cuando vuelve el presidente hacer la misma promesa.

¿Y cómo será posible que esto funcione ahora, si el único plan que tienen, DESDE EL 2014, ha sido liberar la economía de controles y entregar el país a manos privadas – las cuales aquí no producen, especulan y roban, viven de la renta petrolera que ya no existe o de la extracción –, no nada más el petróleo, todo, playas, parques,  agua, pueblos enteros están en riesgo; es decir, si su plan es “cero plan”?… Y es que después de que despiertas al monstruo, ¡¿quién lo detiene?! Los crédulos todavía duermen como niños, soñando con una independencia y con un socialismo que no existe sino en el puro deseo, en sus sueños infantiles.

En rigor, el trasnocho debería ser el de Maduro, pensando en cómo salir de este embrollo. Pero no es así, él sigue “dormido en los laureles”, como el joven Baco, durmiendo la pea, para que luego se despierte a mitad de mañana, demasiado tarde preguntando “¡qué fue lo que pasó!”

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