Las elecciones son distracciones de magos; por aquí unas elecciones pero el truco está en legitimar la venta del país para ofrendar al imperio y ascender socialmente, no hay otra explicación.
No se puede decir que sea para desarrollar las fuerzas productivas, tomando en cuenta nuestra condición de país satélite, o más bien, de colonia de los imperios modernos, y la mentalidad de aspirantes de nuestros dirigentes. PARA DESARROLLAR DE FORMA INDEPENDIENTE NUESTRAS FUERZAS PRODUCTIVAS DEBEMOS CAMBIAR NUESTRA MENTALIDAD DE ESCLAVOS, LA VIDA INDIVIDUALISTA Y EGOÍSTA POR LA CONCIENCIA DE DEBERSE A LA SOCIEDAD; DEBEMOS SER FUERTES COMO SOCIEDAD PARA SER FUERTES E INDEPENDIENTES COMO INDIVIDUOS, “Moral y luces son nuestras son nuestras primeras necesidades”
¿Desarrollar las fuerzas productivas para qué? ¿Para alimentar la codicia de capitalistas que no tienen la intención de producir sino de especular, descontrolados, de su cuenta, asociados para delinquir con funcionarios corrompidos igualmente codiciosos y, sobre todo, fatuos? Si todo el dinero que se invirtió en destruir el país y al sociedad se hubiese usado para mejorar nuestro sistema educativo, nuestro sistema productivo de alimentos (consolidar la independencia alimentaria), en la producción de medicinas, en los centros de salud y servicios públicos, no estaríamos hoy como estamos: “humillados y ofendidos”, porque antes de mejorar los índices macroeconómico está la gente, que es la que hace posible, que esa cosa fantasmal que llaman Economía, sea algo concreto, que tenga algún sentido humano o sea cuchillo para nuestra propia garganta, solo una promesa fantasmal para enyugarnos.
Pero nuestro dinero, nuestras reservas de dinero, se despilfarra en llevar a cabo un ideal de los capitalistas más aviesos. El ideal ESTUPIDO de querer hacer de Venezuela una “potencia económica” sin ser primero una potencia espiritual, sin afianzar nuestra libertad de conciencia, nuestra independencia alimentaria, política… primero; es un pensamiento vasallo, acobardado. Y endosarle a Chávez este pensamiento es una canallada, endosarle a Chávez el propio espíritu plebeyo del gobierno, de siervos a los efectos alucinantes de las promesas capitalistas, es un pecado mortal que ahora exige su castigo… Las elecciones nos distraen de esta vergonzosa traición al legado de Chávez.
La otra ofrenda al imperio es la Ley antibloqueo, la cual se vende, como en la publicidad comercial, como una oferta engañosa. Lo único que desbloquea la ley antibloqueo son las limitaciones y controles de la actividad privada corporativa, asociada –por encima de los intereses colectivos e individuales – que establecen la constitución nacional y las leyes más avanzadas del país… Una ley que promete liberarnos nos esclaviza al capital, al Gran Capital, no al pequeño, ¡eso no existe! (en un país “desbloqueado” donde entran los grandes capitales decidiendo, controlando todo, desaparecen los pequeños esfuerzos , individuales, desaparece la competencia, eso lo deberían saber los genios de la economía)
Las elecciones han servido al gobierno de distracción para los trabajadores y para un pueblo desorientado cargados de necesidades. Llenándolo de promesas, decorando fachadas y recogiendo la basura a última hora, ¡correr la arruga!, ¡ganarle tiempo… al tiempo del estallido social! o al acaecimiento de un golpe de Estado de naturaleza incierta. Con las elecciones también se quiso ganar la absolución del señor del norte, pero ya se sabe (o ya lo saben ellos) que Biden no es distinto a Trump –aunque por su escasez política siempre están pensando en tropezarse con algún “camarada” en la Casa Blanca, un presidente a su medida, un pana que los invite a su cumpleaños –; ya saben que las elecciones no les servirá de gancho para frenar la caída.
El último recurso, como gobierno emboscado, es ceder a la presión del norte en otros asuntos más valiosos que las elecciones, para el imperio y para ellos mismos. Se trata de las privatizaciones (más la desarticulación total del chavismo en el país); la reversión de leyes y, si fuera posible, un cambio radical en el espíritu de la constitución a favor de la empresa privada y la economía de libre mercado.
Esta jugada de traicionar el proyecto socialista no les garantiza mucho su permanencia en el poder a los muchachos del gobierno, pero quizás sí puedan obtener algún provecho, a título personal –con su ley, con o sin bloqueo, para ellos, estaría bien –, y estaría bien que les perdonen el propio pellejo, quizás por el efecto de “negociaciones secretas” ya adelantadas.
Las privatizaciones
En un artículo publicado en el portal de “Banca y Negocios” del 24 de Mayo de este año, un economista que firma Enrique González dice lo siguiente: “Gobernadores oficialistas han sugerido la privatización de prestadores de servicios públicos como reconocimiento al fracaso en la gestión pública de los mismos… … el propio oficialismo ha asomado (la posibilidad de) permitir una mayor participación del sector privado, entre otros, en el sector petrolero, dada su manifiesta incompetencia para sostener y evitar la caída continuada de su actividad y producción –Más bien parecen palabras de Castro Soteldo –… … medios de comunicación han estado asomando que el Ejecutivo nacional daría el visto bueno a la comercialización de combustible por parte de privados.”… Describe todo lo que ha pasado desde entonces hasta ahora, como si fuera brujo, pero no lo es. Cuando la Cámara petrolera de Venezuela hace una propuesta al gobierno para comercializar el petróleo almacenado debido a las sanciones, es porque “se ha ensayado la obra”, “El presidente de la Cámara Petrolera de Venezuela, Reinaldo Quintero, aseguró que se estarían realizando gestiones para que el crudo que está almacenado en el territorio nacional se pueda comercializar.” https://www.facebook.com/sharer.php?u=https%3A%2F%2Fcontrapunto.com%2Feconomia%2Fpetroleo%2Fcamara-petrolera-de-venezuela-estaria-dispuesta-a-vender-crudo-almacenado%2F .
Lo que hace 6 meses era un “secreto”, develado por la indiscreción de algún pícaro funcionario que actúa para su propio beneficio, ahora es un “secreto a gritos”, una felonía legal, justificada por la ley antibloqueo, y el supuesto “Estado de guerra”, no decretado, del cual ostenta Gladys Requena y otros que como ella que se saben su guión, como si esto fuera un mérito para una medalla de honor. Pero de una guerra que libra el gobierno contra un enemigo más personal que ideológico, que no es político, que inclusive no es económico. Estos asuntos, que se han debido tratar bajo “el secreto” (que autoriza la ley antibloqueo), ya son públicos. Pero más allá del proceso privatizador, que adelantan de forma desvergonzada y sin consultar con nadie (las distribuidoras de gas doméstico y los mataderos en Barinas, ahora Agropatria, etc., etc., etc…), lo que sí será protegido por el secreto de la nefasta ley es la corrupción, son las maneras de cómo fueron otorgadas estas empresas y bienes del Estado a los privados, y a quiénes. Es decir, los procederes para sacar ventajas personales, y mañas ¡que sí deben esconderse de la mirada de todo el mundo!, por su carácter delictivo e inmoral (y además vulgar), de corrupción moral –mucho más allá de las simples privatizaciones las cuales son condenables por traición a la patria y al socialismo, a la “patria socialista” –, son delitos castigados tanto por leyes del Estado como por la sociedad.
“… acceso a información privilegiada en los procesos de privatización, la selección discrecional de compradores sin debidos procesos de licitación y subastas, el ofrecimiento de empresas y activos a precios subvalorados, la transferencia a empresas monopólicas o con poder de mercado significativo, y la posterior protección de las mismas por parte del gobierno, el otorgamiento discrecional de permisología para el funcionamiento futuro de los mercados, licencias de importación, permisos de comercialización, permisos de manipulación de materiales peligrosos, etc., (los cuales) constituirían fuentes de corrupción y captura de rentas… ” http://www.facebook.com/sharer.php?u=https://www.bancaynegocios.com/opinion-privatizacion-en-venezuela-no-todo-lo-que-brilla-es-oro/ Enumera todo aquello por lo que están acostumbrados a pagar los “empresarios honestos”, pero describe la manera de arrimar negocios para provecho propio.
Dos fuerzas mantienen ocupado el sistema nervioso central del gobierno, de sus sigüís y de sus asociados. Una, ganar las elecciones y adelantar las privatizaciones, para evitar la caída del gobierno, y otra, si cae, cómo hacer para mimetizarse dentro del proceso de privatización, sacar provecho de él, sin que la gente se entere de nada, aun perdiendo el poder, el gobiernito gana. No importa que se llame socialismo, feudalismo, capitalismo, o que sea un sátrapa quien gobierne, están montados en un juego de ganar-ganar, como le gusta decir a Maduro.
¡Chavista, despierta, que la patria agoniza! ¡En nuestras manos está la diferencia, convoquemos una junta patriótica que gobierne por encima del fantasma y su reflejo! ¡No a las elecciones y No a la consulta gringa!