Los llamados a la unidad, la mesura en el discurso, no pueden ocultar la profunda malquerencia entre diosdado y maduro. Una observación ligera demuestra la existencia de fuertes corrientes internas en el madurismo que se preparan para el choque final. Habla diosdado de «elecciones libres, pero libres de sanciones». Maduro responde pidiendo más centros de votación. Da la orden diosdado de agredir a los candidatos de oposición. Aclara maduro que el gobierno no usa la violencia, y diserta contra la polarización violenta.
Son dos posiciones distintas que asoman. Debemos atender lo que no se ve, siguiendo a Martí, debemos buscar allí la verdad. Esas discrepancias, pequeñas ahora, son chispas que iluminan un choque más violento que se escenifica en las entrañas del monstruo, y reflejan la agudización de los intereses que ellos representan, reflejan la existencia de diferentes corrientes allá adentro que toman posición ante el inexorable desenlace.
¿Qué está pasando allá adentro?
Para intentar entender a las entrañas del madurismo, debemos partir del desespero que proviene del fracaso rotundo de su política. Los intelectuales del madurismo, sus técnicos, no pudieron resolver el problema de la gestión de gobierno y sobrevino la profunda crisis que hoy vivimos. Es en la actitud frente a esa crisis que se presenta la divergencia principal.
Unos maduristas plantean lo que es frecuente en la historia, cuando la clase que toma el poder, en este caso el lumpen sindical, fracasa: pedir ayuda a la clase dominante. El espíritu de dominado que impera en el madurismo toma las riendas, y va a pedir auxilio a sus amos tradicionales. Así, el madurismo muda Miraflores para fedecámaras, para que los técnicos del capitalismo lo ayuden a salir del atolladero. Ahora, entre ellos, se vive un romance, se cambian piropos, fedecámaras pide que le suspendan las sanciones, Miraflores acepta el piropo, aunque le cueste cumplir con las elecciones limpias, es decir, perder el poder, con las sanciones personales vigentes.
Es cada vez más difícil compaginar el Chavismo con el amorío con la burguesía, ya no es posible ocultar la sumisión, el armisticio firmado a escondida. Esta parece ser la posición de maduro. Camina hacia una regularización de la dominación capitalista con la restauración de la democracia burguesa, de la cuarta.
Enfrente está la posición de diosdado, representa a los militares y civiles que quedan fuera en el pacto, representa los nuevos ricos que no irían al reacomodo, no los quiere ni fedecámaras ni la opción de mariacorina. Tienen un poco de vergüenza, pero más que vergüenza, miedo de retratarse con la burguesía tradicional. Saben que fuera del gobierno no tienen vida. Cada noche le es más difícil a diosdado hacer el programa.
En todo esto no hay que dejar de lado a la geopolítica. Los altos mandos se cuadraron con Moscú, los gringos en la práctica volvieron al petróleo, y vienen por más. Es de suponer que fedecámaras está sirviendo de intermediario para acercar al madurismo a los gringos. La pugna entre Rusia y gringos-europeos se superpone a la política nacional. En los próximos días, quizá horas, emergerán, de las grietas de la crisis, nuevas señales.
En este desenlace debe aparecer la opción chavista. El país no puede quedar en las garras de los buitres capitalistas, es necesario salir del madurismo y derrotar a las opciones capitalistas que son la misma miseria. Hoy la batalla debe estar entre el Socialismo chavista, y el capitalismo creador de miseria. Es necesario regresar al punto donde extraviamos el camino.
¡VOLVER A CHÁVEZ!