“Gobierno estaría trabajando en una reforma al marco jurídico para continuar el crecimiento económico, según Maduro Guerra” ND. Nacionales | mayo 31, 2024 | 9:47 am | Jhoana Suarez.
Con la visita de los chinos el delfín quedó encandilado, hay que modificar nuestras leyes, “el marco jurídico está viejito”, dice el muchacho, no sabe que las leyes neoliberales, las leyes del libre mercado, el “capitalismo salvaje” es tan viejo como el capitalismo, y que China no es un país socialista o comunista, que es una país capitalista, que compite en el “crecimiento económico” con EEUU y Europa, y que para eso debe explotar a sus trabajadores y a otros países con la misma intensidad que lo hacen sus competidores de occidente. No es raro que no lo sepa, si no lo sabe ni siquiera Delcy Rodríguez, que vive divulgando el récord de “crecimiento económico” del país como si a los jubilados, desempleados, trabajadores obreros de la ciudad y del campo, maestros y maestras, enfermeras, nos importara, en algo eso nos afectara, tan sensible para los que realmente crecen –… son las grandes empresas las que están creciendo económicamente, a costa de los sueldo de miseria de los trabajadores, de esquilmar las prestaciones sociales, de acabar con los contratos colectivos, la dolarización–. Realmente no nos afecta y no nos interesa mientras la riqueza la concentre un puñado de seudo empresarios importadores, incapaces de producir un clavo, y los llamados inversionistas extranjeros
Chávez, el ahora “viejito”, quiso hacer una revolución económica para independizar el país del capitalismo, y desarrollar la sociedad venezolana en todos sus aspectos: salud, educación, desarrollo científico y técnico, transporte, servicios públicos, una revolución económica para distribuir la riqueza de forma igualitaria y justa, donde todos trabajen para todos, lo más novedoso en la historia moderna de la humanidad.
Crecimiento no significa desarrollo social. El “desarrollo” de los madurista se inclina hacia un solo lado, se “desarrollan” los que tienen y pueden, los que no tienen ni pueden, no se desarrollan. Así, los que tienen y pueden gozarán de nuestros paisajes, de sus universidades privadas y de las públicas en proceso de ser privatizadas o de ser exclusivas para los que puedan pagar sus “aranceles”, de la medicina privada y de los servicios de salud públicos en proceso de ser exclusivos para los que tienen dólares o un amigo médico dentro. La lógica del crecimiento económico de Delcy, es hacer crecer la fortuna de los ricos o nuevoricos, como dijimos, sobre el sacrificio de los trabajadores, con sus sueldos de miseria, anulando sus reivindicaciones, perjudicando su salud y su educación, si no es así el país no “crece”.
Actualizar el “marco jurídico viejito” del país apunta a eliminar o modificar la Ley del Trabajo, la Ley de hidrocarburos, las Leyes ambientales, la constitución, así será el “Shandong” de Venezuela, una economía “abierta” a la explotación de sus recursos y de sus trabajadores y de su población en general para que China y otros países, y un puñado de ricos y nuevoricos se hagan más ricos, y un resto de nuestra sociedad, más miserables y pobres, incluyendo buena parte de la llamada clase media; nuestro Shandong será el país del “sálvese quién pueda”.
Maduro apuesta a los chinos, y del otro lado a EEUU, sin embargo la relación es intercambiable. China necesita recursos naturales, mano de obra barata, sobre todo petróleo, una colonia en América, y EEUU y Europa también. Al petróleo se le suma la minería, las fuentes de agua potable, la mano de obra regalada, el negocio turístico. Las potencias económicas verdaderas no necesitan más potencias que compitan con ellas. Los chinos (tampoco los rusos, ni siquiera Brasil) no son tan pendejos como para hacer que Venezuela se desarrolle como potencia mundial capitalista,… y mucho menos como la Venezuela potencia de Chávez, una potencia moral, verdaderamente independiente desarrollada económica y socialmente, de gente sana, culta, libre.
Maduro, Delcy, el muchacho, Lacava,… trabajan para cualquiera de las potencias, para las que les ofrezcan más garantías personales, no están mirando hacia el país, porque si así fuera escucharan las suplicas de los trabajadores y de los más necesitados, atendieran la conservación de nuestros recursos naturales, nuestro sistema educativo y de salud pública. No solo las demandas insaciables de los que más tienen y pueden, haciéndolos más ricos, sólo por razones mezquinas. No son héroes, son oportunistas y resentidos sociales; no son Chávez.
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