Ya empieza a notarse el efecto catastrófico del liberalismo chapucero madurista. La fiesta en el tepuy Kusari es un avance de lo que ofrecen los paquetes “turísticos sociales” de la nueva economía. La reforma a la ley de impuestos a las grandes transacciones es otro avance de la nueva economía, donde los pendejos vamos a pagar por los que ganan más, o sea, por los que ganan y punto. Estamos esperando la derogación de la Ley de Hidrocarburos por la AN renovada. Se trata de los socialistas “revirados”, como los llama Amaranta Rojas, que les quitan a los pobres para darles a los ricos… ¡Robin Hood al revés!
Es interesante esa visión “retro” de Amaranta, cuando describe la furia y la dignidad con la que marchaba la militancia humilde de la Liga Socialista, con sus dirigentes al frente, reclamando el medio pasaje estudiantil, “comiendo candela”, discrepando con los petulantes que ahora están en el gobierno, …“Uno como que les oye decir: ya nos jodimos mucho por el pueblo y ahora nos toca vivir nuestra Dolce Vita”, dice Amaranta, y es cierto. Eso se llama resentimiento.
Pero lo más escandaloso es ver lo natural que “reviran” hacia la derecha, lo cómodo que se sienten trabajando para los más ricos. En los años ochenta ésto que hacen ahora los otrora dirigentes “come candela” de la LS, sería suficiente para que se inmolaran en masa en la plaza del Rectorado…, “¡por Venezuela!” y ¡zuaaas!. A los líderes de la Liga Socialista que hoy están en el gobierno; Maduro, los hermanos Rodríguez, Soto Rojas, etc., el resentimiento, la envidia, la venganza, la traición les sienta bien, no se ven mal jugando ese papel de renegados. Lo inconcebible es cómo no nos damos cuenta de este fenómeno de “ascenso social compulsivo” representado por estos camaleones, gracias a esquilmar la política ejecutada y pensada por otros, en particular la de Chávez; qué convencidos se vieron en aquellos años de protestas en la UCV, cuando gritaban consignas y marchaban como si llevaran un san Benito acuesta, rechazando las políticas de adecos y copeyanos.
Así se habrán aprovechado del esfuerzo político de Chávez y torcido su sentido que todavía hay quienes creen que son sinceros. Hay que reconocerles el mérito del oportunismo y la manipulación. Todo lo que tienen ahora (¡ellos!, no el país) se lo deben a Chávez y al símbolo socialista que, como los nazis con la esvástica, lo llevan para firmar con él todas sus felonías y mentiras. No hay razón que pueda justificar un cambio tan drástico de actitud; no hay sanción que doblegue tanto al espíritu de un hombre o de una mujer. Más que de talante, disposición, siempre se trató, y se trata de poses, de teatralidad. Al pasar del tiempo podemos decir que fueron buenos farsantes, hicieron bien su trabajo de zapa de la revolución socialista de Chávez.
Cuando se calmen las aguas revueltas, cuando se sepa cuánto están mezclados los intereses del gobierno de Maduro con los intereses de los banqueros y de los ricos en general; a qué nivel de profundidad las aguas están mezcladas y a qué nivel brotan las diferencias, podremos adecentar nuestras ideas. Nosotros creemos que empresarios y gobierno se entienden bien, que el rechazo a la fiesta en el tepuy es una pose de la derecha pacata de este país pacato (en el fondo sienten envidia los blasfemos, o vergüenza los menos indecentes, de verse retratados en este señor que celebró su cumpleaños cagándose sobre todo lo más sagrado, solo por descargar su crápula reprimida). Los dos son lumpen, gobierno y burguesía, los dos se entienden en sus apetencias, no hay muchas diferencias, más allá de los reproches e insultos de vecindario que vemos en televisión y sobre todo en las redes sociales (las acusaciones intercambiadas en el tuiter por lo de la fiesta del tepuy son muy elocuentes de lo parecido que son gobierno y oposición, y del nivel de la grasa donde burbujean las diferencias).
Qué puede investigar el gobierno del daño ecológico al tepuy. El daño se da por razones económicas, ¡políticas!, más que ecológicas. Los daños ecológicos aparecen a montones cada vez que se abre una mina de oro, diamante, coltán, cobre, carbón, cada vez que hay un derrame petrolero.., y no se investiga nada y a nadie. Y ahora, cada vez que se abra una nueva “ruta turística social”. El gobierno no puede dar paso a la economía y luego cerrarla, como una histérica complaciente. El poeta cósmico solo se lava la cara con su infeliz investigación de los daños ecológicos –porque, “caiga quien caiga”, no van a ningún lado– porque es cómplice de todos los planes del gobierno desde el comienzo, desde la destrucción de PDVSA, la devastación en el arco minero en Guayana, selvas húmedas en Aragua con las minas de níquel, hasta la fiesta de ese señor Rafael Oliveros, “operador turístico” dentro del “nuevo” (viejo) modelo económico de Maduro. Si el fiscal fuera un funcionario y un poeta honesto ordenaría a otro fiscal para que lo investigaran a él y lo acusara de farsante. Pero es puro show, como el miss Venezuela ¿Qué diferencia espiritual puede haber entre Osmel Sousa y los artistas del gobierno? ¿Qué diferencia política? De fondo…, ninguna. Solo por encima se escucha la estridencia de sus insultos, rasguños y tiradera de moños, pero en el fondo son lo mismo, más a lo hondo las aguas se calman.
Política es la que quiso hacer Chávez, oponiendo el espíritu socialista y su lógica a la espiritualidad capitalista y su lógica, y actuando y hablando sin vergüenza a favor del socialismo, invocándolo en cada momento, regañando a los flojos e infiltrados, luchando sin descanso por hacerse entender, y escribiendo sus planes e ideas. Ahí está el Plan de la Patria, el verdadero, en él está la respuesta a la violación del tepuy, que fue ecológica, económica, política, religiosa… y constitucional… “Una investigación de los daños ecológicos”… ¡¡puajj!
HAY QUE VOLVER A CHÁVEZ