El fascismo crece en el fanatismo y éste tiene como algunos de sus ingredientes principales el chovinismo, el racismo, el odio a lo diferente. Requiere de un enemigo que sirva de escape a la situación de miseria que padecen los pueblos víctimas de este morbo, dirigir la frustración hacia ese enemigo. Sólo es percibido cuando ya está instalado; al principio, es inimaginable que las masas inconscientes puedan caer en sus garras, puedan justificar y ejecutar tanto horror contra seres humanos.
El gobierno del madurismo sigue un rumbo franco hacia el fascismo. Da pasos claros en esa dirección. Instaló su propia ley, la usa a voluntad para perseguir la disidencia y para favorecer a los suyos. Desmonta a partidos, impide candidaturas, demanda y despoja en los tribunales. En este, su reino, hace y deshace. Sin embargo, sigue perdiendo apoyo, su falta de espíritu lo condena, necesita una causa que le restituya el alma vendida al diablo cuando traicionó a Chávez.
Y esta alma la va a buscar en la guerra, que es la gran puerta de entrada al fascismo. Es así que quiso pelear con Colombia, pero el triunfo de Petro le frustró esos planes. Ahora encontró al enemigo ideal, a Guyana, con un gobierno torpe y ambicioso. Y aprovecha. Desempolvó al Esequibo.
Maduro declara, veamos la noticia:
En medio de un encuentro con cadetes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Maduro indicó que algunos políticos están recibiendo dinero con el propósito de «debilitar y dividir» al país.
«Para que salga a sabotear el referendo, mucho billete está corriendo de la ExxonMobil para comprar políticas y políticos de la ultraderecha, para que vengan contra el referendo. Para que vuelvan a debilitar y dividir a Venezuela. Alerta», dijo.
Se consolida así el enemigo necesario para aliviar la falta de apoyo y de alma del gobierno. En situación de guerra no hay elecciones, no hay habilitaciones, el madurismo soluciona su falta de apoyo dando un paso más hacia el fascismo, hacia la guerra.
Ahora la campaña por el Esequibo, el referendo, tienen su objetivo, que alimenta al fanatismo. Divide los campos, quien no esté con el referendo, quien no esté con el gobierno, está a favor de la exxon, merece castigo, y se hace casi que inevitable la guerra contra Guyana.
Debemos decir que, si la acusación a la ultraderecha es cierta, si el madurismo tiene las pruebas, debe presentarlas, de lo contrario es cómplice. Y precisamos nuestra actitud, con un poema del Pastor Niemöller:
Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí, no había nadie más que pudiera protestar.
Dedicado a los que no protestan el camino hacia el fascismo porque los acusados son de la ultraderecha.
Debemos recordar, una vez más, que al fascismo no se le para con debilidades ni atajos, al contrario, ellas lo alimentan. La única manera de detenerlo, hoy, es con el Socialismo, volviendo a Chávez, organizando un frente antifascista.
¡CHÁVEZ, SOCIALISMO, ANTIFASCISMO!