Las rabias de los presidentes, los monarcas, los jefes son el plato del día, las razones son muchas: Nerón estaba loco de perinola y causó daño, quemó, persiguió. Las pataletas de hitler son legendarias, su locura le costó a la humanidad millones de vidas. Del Libertador se habla de sus iracundias, aunque bien encaminadas nos dieron la independencia, Ramón da fe de las rabietas de Rómulo.
Ahora asistimos a nuevas y devaluadas rabias: en plena pandemia, a uno de los presidentes le da una pataleta, la emprende contra la muchacha vicepresidente, y da unas órdenes atropelladas. Al otro día ataca (de mentirita) a la polar, da órdenes al fiscalillo y termina con un desplante de torero. La pregunta pertinente hoy es por qué el presidente esta iracundo, qué le pasa al presidente. Veamos.
El país tiene muchos días paralizado, a merced de unas noticias del virus vacías que más parecen el reporte de un juego de beisbol, se dan cifras (increíbles) y se acompañan con noticias vagas relacionadas con remedios milagrosos; el país está fragmentado, mal informado, desorientado. Además el gobierno no encontró otra solución a su incompetencia que entregarse a las garras de capitalismo: privatiza hasta las bombas de gasolina, acaba con pdvsa.
Y en medio de esta incertidumbre el presidente públicamente por una causa que luce trivial nos ofrece una pataleta que quiso ser un ejercicio de autoridad y le salió una escandalosa muestra de impotencia y de la audacia de la ignorancia. Por nueve contagiados que están aislados en sus casas comienza a echar chispas de excremento que le caen a delcy y al anónimo ministro de sanidad. Y para ocultar que esta arrodillado al capitalismo, que traicionó al Socialismo con algodones ataca a la polar, pero no al capitalismo.
Así estará este gobierno de arrinconado, sin ideas, cuando el presidente sólo le queda el recurso de las rabietas y la acusación a mansalva, a su propio equipo y a los empresarios que todos estos años ha favorecido: el mismo día de su toma de posesión los llamó a miraflores, les pidió ayuda, les entregó el sueño de Chávez, junto a ellos ha destruido el país. Esta actitud de “viril rabieta” que es desmentida por la realidad sólo engaña a pendejos.
Cada día se consolida más la idea de que este gobierno no sabe lo que hace, está superado por el cargo y la soberbia, desesperado; ahora las consecuencias de la incapacidad no son sólo económicas, haber destruido la moneda, enterrado a pdvsa, evaporado la gasolina, tener a los especialistas petroleros en calabozos, mientras las refinerías están paradas y la producción merma, ahora las consecuencias no son sólo los millones del éxodo, no son los presos políticos, ni siquiera la fuerte represión con más muertos que los del virus, ahora las consecuencias son el país al garete en medio de una pandemia, el peligro es de vida o muerte, estamos en los límites de la disolución. Este gobierno debe salir, y ya lo hemos dicho no para dar paso a la franquicia gringa de guaido que seguirá privatizando hasta el agua, el aire, si maduro no lo hace primero.
Es necesario una Junta Patriótica, un verdadero Comité De Rescate Nacional, que restituya la noción de país, de sociedad, que por lo menos no mienta eso sería un gran avance, un gobierno que no tenga necesidad de mentir ni de rabietas bufas, que diga la verdad por dura que sea, de allí se desprende todo. Tienen la palabra los que pueden..