Los tetrarcas maduristas, los cuatro que destacan en el gobierno, aparecen ahora como paladines del antiimperialismo, cuando en realidad son hijos de la misma madre. El antiimperialismo no es una simple discrepancia con un imperio, las peleas que surgen de no haber cumplido los acuerdos entre las partes. Es algo más profundo, se trata de un enfrentamiento con un gobierno imperialista y fundamentalmente con el sistema que sustenta a ese imperio. Así Bolívar estaba contra el imperio español, pero también y fundamentalmente, contra el sistema monarquico, el sistema, esclavista. Se nutrió con las ideas libertarias de la época, la Revolución Francesa. Su antiimperialismo no era una rabieta de ocasión. Liberó a los esclavos, centro económico de aquel sistema, lo que hoy equivaldría a liberar a lo trabajadores, socializar a los medios de producción.
De allí que, para ser antiimperialista auténtico y no de rabieta ocasional, habría que ser también y principalmente, anticapitalista, como lo dijo Chávez, estar contra la lógica del capital. Chávez mando a los gringos a la mierda, desde el Socialismo. Su antiimperialismo es auténtico.
Este gobierno de los cuatro tetrarcas madurista, ni por asomo es anticapitalista, al contrario es instrumento de los empresarios capitalista, para muestra es suficiente el trato al salario, lo volvieron polvo, por una reivindicación de los capitalistas de fedecámaras, acabar con las prestaciones, las vacaciones, las utilidades. De esta manera condenaron a los trabajadores a una vejez mendicante y elevaron las ganancias de los empresarios.
Hoy, en Venezuela, estamos frente a una pelea entre capitalistas, una discrepancia del imperio capitalista con el gobierno capitalista, una pelea entre comerciantes, similar a las peleas de los chinos con los gringos, nadie dirá que los chinos son antiimperialistas, o que los rusos lo son. La pelea terminará como terminan las peleas entre capitalista, puede ser que tumben al madurismo, puede ser que se abracen, lo que si es seguro es que el capitalismo no está en juego.
De todo esto surge una pregunta. ¿Por qué es tan importante ser antiimperialista?
Porque, ya lo dijimos, ser antiimperialista es ser anticapitalista, las dos conductas forman un binomio son parte de la misma posición, las dos marchan juntas, se resumen en una palabra Revolución. No hay Revolución en esta época sin ser anticapitalista y antiimperialista.
Y de aquí surge otra pregunta ¿Por qué es necesaria una Revolución?
En estos días dramáticos que vive la humanidad, cuando los incendios, la contaminación de ríos y mares, de lagos, el impacto climático, unido a las amenazas de guerra atómica, hacen temer por la suerte de la humanidad, de la vida planetaria, urgencia aceptada por las mentes pensantes más importantes, por los organismos internacionales. Surge el capitalismo como el gran culpable de esta debacle que ya no es algo del futuro, está ocurriendo ante nuestros ojos.
El capitalismo, además de ser una amenaza para la vida, es una amenaza para los individuos, para estas generaciones y las generaciones futuras, si es que las habrá. El desempleo, las hambrunas, las migraciones masivas, la inseguridad, la pérdida de razones para la vida, todo es producto del capitalismo y su egoísmo deshumanizador.
En resumen este gobierno de los tetrarcas madurista no es Chávista, no es anticapitalista, no es antiimperialista, no es Socialista. Es una peligrosa mentira.
!CHÁVEZ VERDAD!