Hay que insistir en que el gobierno de Maduro no es socialista ni la realidad política que vivimos es socialismo, en que la derecha recalcitrante también relaciona a Maduro con Chávez para confundir, aun sabiendo que Maduro no es socialista, o no es Chávez ni como Chávez. Para la oligarquía criolla Maduro es un arribista, un oportunista más que busca espacios en sus negocios. Ellos saben que nada tiene que ver con Chávez, sin embargo, maduro les ha sido muy útil a la empresa privada para desprestigiar al socialismo usando como modelo los disparates del presidente y su gobierno. Lo mismo que hace la derecha criolla lo hace la derecha mundial, (lo hace EEUU, lo hace Colombia, chile, Brasil, Europa) , usar a maduro como ejemplo del fracaso del socialismo, sus formas personales de hablar y gobernar, sus metidas de pata y fracaso personal como líder, como si éstos fueran fracasos del socialismo.
Maduro gobierna hoy, aquí y ahora, para los capitalistas, Delcy les ofrece el país para que lo exploten, (con recursos humanos, mano de obra barata, y recursos naturales, energía eléctrica, tierras, agua con un discurso nacionalista como si el capitalismo tuviera nacionalidad).
El capitalismo es una forma de vivir y pensar, no es una simple herramienta económica, es una forma de perpetuar la hegemonía de los grandes propietarios a base de mentiras. El capitalismo es dominación ideológica, es un estado de alienación y disociación de la realidad que padece el individuo, del cual, después de que quedas enganchado en él, no te puedes librar (o liberar) tan fácilmente. Bien, después de la muerte de Chávez – y a pesar de sus esfuerzos por liberarnos de él – Maduro nos ha enganchado al capitalismo, y eso lo saben los pícaros capitalistas. Pero no lo dicen, porque les preocupa que regresen a corregir el entuerto líderes verdaderamente socialistas. No quieren otro arribista en sus negocios, como Maduro y su gente, más “adecos” con quien compartir la renta petrolera y las riquezas y recursos del país, que ellos los creen como propios.
En este caso debemos denunciar a Maduro por actuar y hablar a nombre de Chávez y del socialismo, y debemos alertar que la derecha pitiyanqui confunde de forma intencionada a Maduro con Chávez y el socialismo. Los socialista nada tenemos que ver con maduro y el madurismo, a los cuales consideramos un subproducto marginal del capitalismo. El capitalismo que promueve Maduro es un liberalismo – o neoliberalismo; es lo mismo – colonial y colonizado, mucho peor que el capitalismo que explota el trabajo de la gente en los países desarrollados. Se empeora la dependencia del Estado a la renta petrolera y ahora minera, se vende y alquila el país, se privatizan las empresas socialista y del Estado; con la excusa de potenciar las fuerzas productivas se entrega la dirección de nuestra economía a los privados; se abandona la política en favor de la mecánica económica capitalista.
En un eventual cambio de gobierno los socialistas debemos tomar en cuenta la experiencia aleccionadora que ha sido la traición del madurismo a los principios socialistas chavistas para saber distinguir de qué lado están los enemigos de la revolución, debemos estar convencidos de estos principios, el respeto a la humanidad, de luchar por la justicia social, de poner primero al ser humano y luego todo lo demás; la solidaridad, la conciencia del deber social por encima de la mala conciencia individualista, egoísta y mezquina que incentiva la codicia. .. Si el madurismo es un acto de vanidad y petulancia, el chavismo debe ser generosidad.
Lo más importante para los socialistas ahora es saber distinguir los bandos en pugna, dónde se producen las tensiones de clases, y por supuesto tener consciencia de clase, saber qué clase representamos y por qué, cuáles son nuestros intereses de clase, y como socialistas cómo queremos cambiar la sociedad. Esto parece reiterativo pero en el país están pasando cosas realmente extravagantes, como el discurso, como oradora “especial”, de Delcy Rodríguez en la Asamblea Anual de FEDECAMARAS para preparar el ambiente de liberación de la cuarentena (confesando que se reunieron todas las semanas con Cussano, “para hablar de la economia”: ¡están negociando en secreto!); todos estamos azotados por el desbordamientos de los discursos, por las mil formas de mentir y engañar a los distraídos (que son la mayoría de las personas expuestas a ellas) que tienen estos “capitalistas del gobierno”, a través de los medios de información y de las redes sociales. Debemos volver a alfabetizarnos desde el principio, aprender y comprender la realidad, de cara a la lucha de clases. Entender que no somos iguales, ni lo seremos, a los más ricos y glamorosos, y que no es justo que para que ellos vivan bien haya que sacrificar tanto, gentes, medio ambiente, al planeta entero.
No podemos permitir que nos restrieguen la felonía al socialismo y a Chavez en la cara, no podemos permitir tanto tanto descaro. Socialistas y chavistas ¡depierten!¡VOVAMOS A CHÁVEZ!