“Hay que recordar que hace cuarenta años más o menos, cuando Chávez comenzó a impulsar nuestro proyecto político, había una nación expoliada, saqueada y sumergida en la total ruina social.” Adán Chávez: Bolívar y Chávez en tiempo presente | Aporrea: Martes, 02/11/2021
Adán Chávez, parece haberse quedado suspendido en el tiempo haciendo como si galopara. Parece disociado de la realidad y reescribe lentamente, una y otra vez, la historia de su hermano. Lo imagino con la mirada seca perdida en los recuerdos. Resulta que hoy vivimos en una nación expoliada, saqueada y sumergida en la total ruina social. Pero esa visión del pasado, cuando su hermano estaba vivo, es lo que sostiene su vida, descansando sobre sus hombros. Sus ojos, miran dentro la nada de los recuerdos, esquivan la realidad. Quizás el miedo al dolor; quizás la escopolamina madurista que lo tiene “encantado”… ¡Ojalá no se esté burlando de nosotros!
Un oficial del ejército se rebela en contra del sistema y comienza una revolución en el país por 12 años seguidos, muere asesinado, es traicionado por sus herederos políticos, y su hermano se vuelve loco: una tragedia tropical. ¿Qué hace Adán Chávez escribiendo historia? ¿Por qué no puede abrir los ojos a la realidad? ¿Cómo puede ser tan esquivo y pusilánime?
Ante la presión del imperio no se puede ceder los principios de independencia, igualdad social, justicia, no se puede usar el capitalismo para hacer una revolución socialista, así no haya una gota de gasolina. Pero, como dicen, este gobierno no aguantó dos guarimbas para acabar con todo lo hecho por el comandante Chávez, para hacer alianzas “estratégicas” con el capitalismo, privatizar tierras, empresas socialistas y del Estado, crear zonas maquilas especiales, y redactar la nefasta ley antibloqueo. No es posible que Adán Chávez escriba como si fuera un ánima sola volando por encima de todo, del tiempo y del espacio, un ser atemporal (a menos que haya enfermado de covid y muerto y no nos hayamos enterado, y sea Jorge Rodríguez quien redacte sus historias bolivarianas y chavistas, eso es posible: ya lo hicieron con el Plan de la Patria)
Fuera sarcasmo, no son tiempos de hacernos los pendejos. Hay varias posiciones ante las elecciones y ante el desastre de país que es hoy Venezuela, después de la muerte de Chávez. Pero solo dos honestas: la primera es reconocer que se está con el capitalismo y la democracia burguesa sin tanto disimulo y pomposidad seudo revolucionaria, y dos, no votar, definir los campos ideológicos en pugnas e insistir en rectificar lo deshecho por el madurismo, reconstruir la revolución, desde sus cimientos ideológicos hasta el rescate de aquello hecho por Chávez, y lo que valga la pena conservar: la constitución, leyes, la propiedad social, empresas del Estado, y el partido, si acaso todavía vale la pena conservar una dirigencia tan tonta y esa parte de su militancia clientelar.
No son tiempos para traumas o confusiones, el imperio, o los imperios avanzan, en el mundo todo se acelera, el calentamiento global y el fin del mismo capitalismo junto a la vida, las locuras de Musk y el turismo aéreo espacial, las fortunas de los multi billonarios, el hambre y la pobreza, el control electrónico y mediático de la sociedad, todo avanza, por eso nosotros debemos reaccionar si acaso creemos en el socialismo como la salvación de la humanidad. El capitalismo crea y cría idiotas y el socialismo humaniza, esa es la única disyuntiva, no hay terceras vías; racionalizar y planificar la producción mundial, o acabar con el planeta en una guerra capitalista devastadora sin sentido.
China capitalista y Rusia capitalista no son modelos para la humanidad, mucho menos Europa o Norteamérica. El enemigo de la humanidad es el capitalismo, la indiferencia por la vida y el egoísmo mezquino, el mercado del lujo que excita el espíritu de la sociedad en el capitalismo (la tercera fortuna en el mundo pertenece a Bernard Arnault, dueño de varias marcas de lujo como Christian Dior y Louis Vuitton, por ejemplo). Hay que dejarse de fascinaciones por lo que nunca será, creer que vamos a competir como sociedad y como nación capitalista con el resto del mundo capitalista, eso que llama el Maduro colonizado “la Venezuela potencia” capitalista, explotando la naturaleza, extrayendo, devastando, explotando a sus trabajadores en maquilas, contraviniendo el pensamiento socialista y ambientalista de Chávez, y al socialismo.
Hay que despertar de ese sueño “americano” de Maduro, de ese encantamiento capitalista, y poner los pies en la tierra (el único hogar que tiene la humanidad hasta que desaparezca). El socialismo inspiró a Chávez, la igualdad social a Bolívar, nuestra tradición nos obliga a hacerla revolución social socialista con los pies, la mirada y la mente puestos sobre la realidad. ¿Quieren un revolución pacífica? Convoquen unas elecciones donde haya una alternativa clara al capitalismo, frente al capitalismo, que una verdadera democracia decida el futuro de la tiranía dela democracia burguesa. ¡NO VAMOS A VOTAR POR EL CAPITALISMO, NO VAMOS A VOTAR POR OPORTUNISTAS!
¡VIVA CHÁVEZ Y EL SOCIALISMO!