De la mentira de la soberanía alimentaria y más. Chávez muere asesinado, justo cuando ha debido vivir para poner en marcha su Plan de la Patria. Cuando muere Chávez se ha dado cuenta de que no hay soberanía alimentaria sin propiedad social, sin conciencia del deber social, sin control socialista sobre la economía y la industria petrolera, se da cuenta que si no se radicaliza la revolución ésta fracasa. Esa necedad madurista de “Socialismo en lo social” y capitalismo en lo económico es el mejor ejemplo de que una revolución a medias tiene como destino el fracaso o algo mucho peor, este desastre que vivimos ahora y que solo nos puede llevar al fascismo. Bastó que el comandante comenzara a denunciar a los reformistas para que se desatara la conspiración al interior de su gobierno y del partido, bastó que se radicalizara para que lo envenenaran. Luego de consumado el asesinato, una de las primera políticas restauradoras fue “reparar” el atentado a la propiedad privada, las confiscaciones de tierras y empresas de conspiradores “en nombre de la paz”, y con la excusa de la “ineficiencia de la administración pública”, refiriéndose a ella en tercera persona, como si estos ministros no formaran parte de ella, haciendo coro con los empresarios parásitos del país, y oportunistas cazadores furtivos sobre el negocio alimentario, el más grande del planeta (junto con el petróleo y las drogas)…, Lorenzo Mendoza adelante (y Cargill, Monsanto, Nestlé, haciendo Lobby en la AN, juntos a iraníes, chinos, etc.)
El último gesto de la “soberanía alimentaria” madurista, fue regalarle a los pensionados de PDVSA y sus entes asociados (6 mil, según se sabe, en todo el país), 23 kilos en productos de ALIMENTOS POLAR y un pernil. Una experiencia verdaderamente humillante para los viejos que duró en algunos casos la espera de casi 8 horas o más en el medio de un despelote organizativo. Alguien escribiría por tuiter que «mejor hubiera sido depositar esa ayuda en dinero y así se evitaría tal acto de crueldad y humillación». Pero ¡hubo que ser así, en físico!, porque así se transfiere ese dinero a favor de la empresa de Lorenzo Mendoza, ¡6 mil combos de 23 kilos de productos POLAR!…. Se trata de la “Soberanía Alimentaria” a la manera madurista… Pero para Chávez, y para nosotros, soberanía e independencia con capitalismo y capitalistas no existen.
Otras mentiras Las otras mentiras ocultan conductas tan cotidianas, tan de nuestras costumbres que no se ven, forman parte del “sentido común” dentro de una sociedad limitada, desmemoriada e inculta, fraccionada, indiferente al destino de sus semejantes, maleducada. Estos engaños tienen que ver con lo que vemos y vivimos a diario y de lo que casi nadie se ocupa, de la basura, los niños de la calle, los come basura y la pobreza que se muestra y que se esconde de los espacios públicos, pero que se expande como la peor de las pandemias, la deformación del espíritu.
“La casa que vence las sobras”, habitada por mercachifles, ahora, llena de tinieblas, y a nadie le importa
Son esos discursos desganados sobre la educación, la cultura, la conciencia social, la educación para la independencia, y toda esa basura insustancial que producen los líderes maduristas. Y es que el capitalismo necesita obreros, empleados, técnicos y profesionales semi educados y muy especializados; pasivos, obedientes y baratos para sus empleadores, pero sin espíritu. Ese es el producto intelectual de la educación privada, mientras la educación pública y la educación humanista están destinadas a desaparecer muy pronto, a lo Bolsonaro. No se necesita llamarse Bolsonaro, para ser Bolsonaro, puedes llamarte Maduro y funcionar igual, si te conduces como él, a pesar de jures por tu madre ser socialista. Basta con que te olvides del sistema educativo, abandones a los maestros y profesores, privatices la educación pública o se la entregues a mercachifles de manera disimulada, subrepticia, la dejes en manos de pendejos obedientes e incultos, los cuales en el tiempo se encargarán de nivelarla a su propia ignorancia o a los requerimientos del capitalismo. El humanismo se diluye en una universidad sin espíritu de conocimiento; en la sociedad de mercado, diría Marx, en el capitalismo “todo lo sólido se desvanece en el aire”, y lo más sólido de un pueblo, de una sociedad avanzada es su educación, su cultura y su mejor herencia, en nuestro caso, en la herencia de nuestros libertadores, rebeldes y humanistas.
La mentira de la FILVEN
Un país sin espíritu será siempre rural, eternamente primitivo, siempre comenzando desde el mismo principio, el de la ignorancia original; no acumula cultura, no cosecha cultura. Chávez quiso estimular el conocimiento, insistió en el estudio de nuestra historia, la lectura como fuente de conocimiento, la conciencia social y el socialismo; la lectura no como evasión o distracción.
Ahora Fil VEN es un paseo de domingos, una distracción más, es como ir a una expo comercial. Ahora se estudia a Marx para ignorar sus enseñanzas, para disociarlo de sus enseñanzas. Hacen festivales del libro para distraernos de la importancia que tiene el libro como la fuente más importante de conocimiento y de verdadera libertad; resulta que es más importante la cantidad que la calidad de la lectura (decía un amigo que “más libros puede cargar un burro en su lomo…”). Hoy, cualquiera puede ser maestro de sí mismo, no importa la memoria, la historia, la tradición, la recolección y transmisión de lo sembrado por nuestros mejores hombres y mujeres, que es la función principal de nuestros maestros; ahora no son útiles las universidades, el humanismo y sus maestros, y peor aún, la enseñanza primaria y media… y sus maestros… La sociedad capitalista produce una familia que se le ajusta y que reproduce sus antivalores diluyentes, el individualismo exacerbado, el egoísmo, la competencia, el materialismo y el lucro por encima de todo; si leer y estudiar no te da ventajas materiales, ¡no leas!, dentro de la competencia capitalista, no sirve; la familia capitalista le hace culto a la ignorancia y al dinero.
Por eso mataron a Chávez, por develar mentiras, por darles luz a los más pobres.
¡CHAVEZ DEBE VOLVER HECHO PUEBLO!