Ese meón de Figuera se comporta como si no lo pillaron orinando en la acera. ¿Y qué si la PDVSA de Rafael Ramírez dio dinero al PCV? Terrible es financiar a los conspiradores y llenarles los bolsillos a un grupo de burócratas con la excusa de apoyar las fuerzas productivas del país, terrible es entregar el país a los capitalistas del mundo y al capitalismo. ¡Qué manera de disimular!, disimulan la vergüenza de restaurar el pasado, llevándonos a una Venezuela primitiva, colonial, donde manda un grupito de burócratas que viven cómodos (maduristas) trabajando para familias de ricos que viven cómodos y un resto pasando trabajo y necesidades. ¡Fácil, culpar ahora a Ramírez y Chávez!, ¡y que lo haga Diosdado y Figuera, grandes hipócritas!, que no saben qué es un comunista, el colmo del cinismo… Pero lamentable es ver al pícaro avergonzado dando explicaciones por la acusación del otro,… ¡estos “comunistas” de palabritas, desmemoriados, resentidos del poder; les cuesta darle méritos a Ramírez y a Chávez!: también ellos cargan con la mala conciencia y la petulancia de los traidores al Chávez socialista.
Ahora los felones se muestran altaneros frente al comandante, el cual representó el intento más serio, en lo que va de siglo, de hacer una revolución socialista. Ahora resulta que el desastre del país, el fracaso del gobierno (que no es de la revolución), se debe a Chávez, a los “excesos socialistas” de Chávez, y a Rafael Ramírez, estigmatizados por los mecanismos y medios del poder; ellos no son responsables, la culpa es tuya, de él, de aquellos, de los otros, petulantes hipócritas, celosos y envidiosos, que ahora no hayan como lavarse sus restos socialistas, no saben con qué producto limpiarse todo aquello que los confunda con Chávez y que huela a socialismo, para que el imperio los reconozca y los perdone…
A los espíritus débiles, eso de estar de jefes les exacerba lo peor de su naturaleza. Basta que un lumpen marginal tenga poder para creer que con él llevan la sabiduría, para que aflore la pedantería y la arrogancia, típicas del que no puede, porque, si pudieran todos sus deseos se harían realidad, serían respetados por sus contrarios, sin necesidad de perseguir, encarcelar, censurar a nadie. En sus sueños se ven entrando en la Casa Blanca, así si sea por la puerta trasera, en sus deseos convencen a los trabajadores que se puede vivir con 5 dólares mensuales sin chistar, no habría corruptos y mercenarios fuera de su control, sus seguidores no se robaran los equipos médicos de los hospitales públicos, no se verían los niños de la calle, florecería una burguesía revolucionaria amable y generosa, Venezuela sería un solo y perenne carnaval, el país de Narnia, ese que pintan los noticieros oficiales sería “el cielo en la tierra”. Pero, siempre son solo deseos, mentiras auto infligidas; ¡el rey está desnudo!, o disfrazado de Súper Bigote, y parece que no lo sabe.
El poder disocia la mente de los más débiles. El carnaval los emociona sinceramente, no pueden creer que ellos hayan hecho posible tantas y tan coloridas carrozas, ¡Imaginen la emoción al ver el estadio “Simón Bolívar”!… Pero, “Ojos que no ven, Corazón que no siente”, allá, no tan lejos, está el carapacho inconcluso del hospital cardiológico, hay un madurismo incontrolable que intenta cobrar en los hospitales a pacientes desesperados por un servicio que es gratuito, pero él o ellos ni se enteran, con los ojos aguados frente a la caravana de sus únicas obras concluidas, disfrazados de monigotes. Para mentir así hay que creerse las mentiras; es el asomo del estafador.
Por un lado un país que es como una miasma, miles de gusanos alimentándose de una carroña, y por el otro el animal disecado, otro país que gasta, que baila y canta, que ostenta y carga las redes sociales de felicidad.
Pero detrás de las bambalinas todo huele feo. Está la migración masiva, está la pobreza, la desnutrición, los niños de la calle, el esclavismo propuesto por maduro para los desempleados en sus zonas especiales. Esa otra obra está oculta para la mirada distraída, incluso para Maduro incapaz de reconocerse en un espejo, para Diosdado Cabello, y, quizás para Jorge Rodríguez y su hermana, porque son más astutos, más calculadores que los otros… ¡Colmo sería un psiquiatra disociado mental!, pero los hay, y muchos, muchísimos, casi todos…
Hoy, 26 de febrero, vuelve Britto García a responderle a Farías, es decir al gobierno, con la sutileza de siempre, “Sólo la propiedad social de los medios de producción garantiza la distribución social del producto”, a sus petulancias, a sus impúdicas ostentaciones de ignorancia, o a su descaro de confundir el servilismo al capitalista con el que gobiernan, con la voluntad de Chávez.
¡CHÁVEZ ES SOCIALISMO!