La abstención ha suscitado una verdadera pandemia de sustos entre los partidarios del madurismo y también en los fanáticoss de la derecha gringa. Simultáneamente aparecen simpatías en amplios sectores de la sociedad. Todo el estamento de la dominación capitalista, gobierno y oposición, le tiene terror a la abstención ¿por qué? la abstención es una variante de una de las armas más poderosas de los preteridos: la resistencia espiritual, que se materializa en las huelgas, y motoriza todas las demás armas.
La abstención equivale a una huelga nacional, a una declaración de censura, no sólo a un gobierno, sino también a un estamento político en su totalidad. Cuando los explotados, los despojados, se encuentran atrapados en una red de legalismos que favorecen a la dominación, apelan a la huelga, al vacío como protesta inicial, manifestación primera del rechazo, presagio de nuevas acciones.
En Venezuela hoy, la abstención masiva, es una manifestación de repulsa al madurismo que traicionó a Chávez, que lo utiliza cuando le conviene, como ahora que, después de haber eliminados su símbolos, sus ojos, el color rojo heroico, lo desempolvan por ocasión de las elecciones y viéndose arrinconados. Y, es también, una manifestación de rechazo rotundo a la derecha gringa que pretende entregar la Patria al capitalismo internacional y nacional. Es una alergia al gobierno y oposición.
Ese rechazo se manifestó en la huelga de participación, que fue la abstención, en el referendo, vano esfuerzo el intento de tapar ese vacío, con la fábula de los diez millones. Se evidenció en la apresurada consulta del 21 de abril, y allí no les funcionaron ni las mentiras.
Ahora en las elecciones de julio, el estamento político dominante, y algunos asimilados, le temen a la abstención, a la manifestación de rechazo. La atacan de muchas maneras, desacreditan a quien la proponga, acusan de ser una consigna del imperio, y otras bobadas. La verdad es, que ante el desamparo, la carencia de liderazgo alternativo, las masas han optado por la abstención. El madurismo persiguió a los líderes leales a Chávez, los exilió, los encarceló, no los dejó inscribir, otros saltaron la talanquera y ahora para salir de maduro buscan al “mismo musiu con diferente cachimba. El madurismo traicionó, deformó al chavismo; despojó a las masas de su liderazgo natural. De esta manera, en este momento, es la abstención la forma de lucha, la manifestación de la voluntad popular.
Está claro que los números de las elecciones de julio serán manipulados, no se pueden esperar números veraces de quién no ha sido veraz en otros eventos. Sin embargo, la abstención es a prueba de manipulación, las filas de los centros de votación no mienten, y los trucos de cámaras ya son conocidos. En las elecciones de julio, si se dan, pase lo que pase, el madurismo saldrá maltrecho, agonizante, no tiene forma de salir fortalecido. Después de julio se abre un nuevo paisaje en la política venezolana, el madurismo se evidenciará agotado. La lucha será para dilucidar quién sucederá al madurismo, la derecha gringa pretenderá tomar el poder, la opción chavista originaria, auténtica, se vera fortalecida por la abstención que condena a maduristas y mariacorinos.
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