En Venezuela el coronavirus no es un problema médico, epidemiológico, es ante todo un asunto de sobrevivencia política. El gobierno de los desleales vive una encrucijada definitiva, para donde agarre le va a ir mal: si suspende la cuarentena se cae, sino la suspende también se cae. Con cuarentena o sin cuarentena es indetenible, mientras se alargue este gobierno, la reacción violenta de la sociedad a la crisis total que el madurismo creó.
El madurismo es ducho en la mentira, eso hay que reconocerlo, encontró la manera de proteger su eficacia en el control de la epidemia y simultáneamente mantener la necesidad de la cuarentena, ahora el asedio de los vecinos no es militar sino enviando casos positivos del virus, transformó la epidemia en un asedio de “potencias extranjeras”.
Los desleales tiemblan con la noticia: “en el mundo están suspendiendo la cuarentena”, en miraflores se ven las caras de angustia”, si suspenden la cuarentena quedará en evidencia el desastre de la gasolina, sin gasolina el país seguirá paralizado y el motín antimadurista será inaplazable. El show de la invasión, el pendrive de diosdado ya no distrae, el vale todo es inaplicable, el país se les fue de las manos.
Deben resolver la escasez de gasolina ese es su principal problema y no les da la cabeza para encontrar una solución: si la importan se les agota las pocas reservas de dinero y deben venderla a precios internacionales, de gallina gorda, lidiar con el bachaqueo y la fuga en las bombas. Si ponen a las refinerías a producir, eso en el mejor de los casos les llevará un tiempo que no tienen, si entregan las refinerías a los extranjeros queda evidente la traición al legado.
Una salida podría ser una liberación controlada a los gerentes que si saben de refinación de petróleo, pero esa no es la naturaleza del alacrán desleal, el odio al talento, el rencor y la estupidez sólo le permite destruir, no construir. El gobierno desleal está acorralado en su propia incapacidad, busca oxigeno con la desesperación del ahogado, se le acaban las opciones.
El asunto ahora es quién los sustituye. Todos los días se evidencia a los guaidoses como cobardes y más brutos que el que se comió el primer aguacate, con eso de la invasión quedaron en evidencia sus principales características torpes y cobardes, pagar por una invasión como sí se tratara de la compra de un carro. Es un absurdo que alerta su condición humana. En manos de estos Venezuela no estaría segura, estos venden hasta su mamá.
La postración de maduro se refleja en la sociedad ¿Quién sucederá a maduro? Las dificultades para encontrar un respuesta hablan del vacío de liderazgo que padece el país, y parece que el mal es mundial, vivimos una época de mediocridad los gobernantes parecen una burla de los dioses, trump es el primero, pero nadie se salva, la era de los grandes se agotó, después de Fidel, Chávez, la mediocridad se apoderó del mundo.
Esta época que vivimos es similar a la que antecedió a la independencia, allá la era parió un corazón. Parece ser una ley: “es en la mayor obscuridad, cuando todo parece perdido que surgen los liderazgos”. Cuando pensábamos que todo estaba perdido, que habíamos llegado al fin del movimiento social surgió Chávez y le dio un vuelco a la historia, trajo la esperanza, agdemostró que el hombre no es una pasión inútil. Ahora en estas tinieblas terribles la masa identificará a sus verdaderos líderes, se establecerá la conexión entre el coraje de los líderes, su sabiduría y el corazón de las masas humildes. De eso estamos seguros….