El madurismo acorralado por su propia ineptitud, se desliza al fascismo, al terror, como forma de gobierno. Cada día aparecen las señales de la barbarie: La ley, la Constitución fueron abolidas, la justicia sepultada. Ahora, la ley sale de las apetencias de miraflores, de los desvaríos de la asamblea, y del programa de los miércoles.
El presidente maduro, en la televisión arremete contra un ciudadano, lo llama rata inmunda, ladrón, vomita toda su rabieta sobre este Ministro de Chávez. Y no pasa nada, no hay donde acudir, no hay justicia. El alcalde del Tigre, opina sobre un mural pintado por unos niños autistas, y toda la fuerza del Estado se moviliza contra el crítico. Lo tratan como a un delincuente, en la asamblea lo linchan, sacan resoluciones que son aplaudidas de pie. Velozmente le capturan, lo fotografían, lo exponen, sin derecho a la defensa, sin juicio lo condenan. Es la justicia de la braga amarilla y las leyes a la carta.
Toda la nación guarda silencio, recuerda al poema de Bertolt Brecht,
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
Le damos la espalda a las acusaciones sin fundamento a María Alejandra, al Ministro, volteamos para otro lado para no ver los cientos de presos políticos, maltratados, los presos políticos muertos en las cárceles del madurato, “suicidados” por manos extrañas, por falta de atención médica, ignoramos las violaciones a la ley. Nos tragamos sin masticar las excusas y mentiras del madurato. No nos importa que se lleven a un Alcalde, el tipo era diferente, raro. Y como sugiere el poema, el fascismo se instala sin que al principio sea percibido, y cuando lo sentimos en carne propia, ya es tarde.
Esta es la situación en Venezuela, el madurato instaló el fascismo, la masa y sus dirigentes le dan la espalda, intentan conciliar con él, pretenden que entregará el gobierno, que en el futuro respetará las reglas del juego. No entienden, la historia lo dice, que el fascismo frente a los cobardes avanza, los arrasa, que el fascismo sólo se detiene frente a los pueblos que lo enfrentan con decisión.
No hay lugar para vacilaciones, no se puede dejar que la barbarie se termine de consolidar, hay que enfrentarla con fuerza, ya. Los dirigentes deben organizarse, aparecer, dirigir a la masa. No son tiempos para medias tintas, ambigüedades, la solución es la salida del madurato, para volver al camino de Chávez. Es necesario, ahora, ya, parar al fascismo, al terror, luego el costo en sufrimiento humano será mayor.
¡SALIR DEL MADURATO, VOLVER A CHÁVEZ ES LA SOLUCIÓN!