El madurismo ha sido el ensayo de captar a los que creen que existe una «tercera vía» entre capitalismo y socialismo. Lo han hecho con guabinismo, políticas reformistas, falsificaciones de todo tipo, mentiras, para dejar colar a los capitalistas porque simplemente no saben gobernar, no son estadistas, son aprovechadores. La tercera vía entre socialismo y capitalismo, no existe. No se le puede hacer concesiones al capitalismo jamás, y menos a los imperialismos. Creer y defender el socialismo es nuestra única esperanza como sociedad, como especie viva en la tierra.
Tal y como están las cosas en el mundo, el socialismo tiene que anunciarse como la conclusión definitiva del capitalismo. Si el sionismo de Israel, esencia y corazón espiritual de los capitalistas en el mundo, apoyado por EU se permite acabar con Gaza y al pueblo palestino, a la luz del día, a vista del resto del planeta, sin freno, sin sanciones, sin que la ONU intervenga, por otro lado está la guerra intercapitalista de Rusia, la OTAN y la UE en Ucrania, el socialismo tiene que renacer como la última y única esperanza de paz para la humanidad. Al capitalismo no se lo puede domesticar, no existen terceras vías que puedan con esa perversión. Toda tercera vía es una cobardía oculta.
En Venezuela la tercera vía sirvió de excusa para que el madurismo vendiera la revolución en un desgobierno que abrió de par en par las puertas de Miraflores a los capitalistas más primitivos y a muchos aprovechadores, para que hicieran el trabajo de gobernar por ellos. Ahora, que las primarias las ganó María Corina Machado, la genuina representante del capitalismo, la «tercera vía de Maduro», la farsa de «la nueva economía» de Maduro, el partido Somos Venezuela, eso de que «en Venezuela cabemos todos», es decir, ese un coctel de cobardía con flojera, cansancio, mezquindad y codicia, lo más lumpen que ha podido emerger después de la muerte de Chávez, no tiene razón de ser. Se darán cuenta que es esa señora Machado la signada para dirigir el capitalismo en Venezuela y no ellos; ¡tienen que rectificar o aliarse de forma definitiva con el enemigo de Chávez, de los trabajadores y de los necesitados!
Este grupo de politicastros nacidos del sindicalismo adeco y la petulancia pequeñoburguesa; sus métodos son los mismos, pero ellos son peores, porque se dicen socialistas trabajando en favor de los capitalistas. Ahora que la candidata legítima de la oposición está más que definida, hay que rescatar el socialismo del discurso madurista y del discurso de las terceras vías reformistas, estén donde estén. Rectifican, o se alían con el enemigo, o se retiran, para que vuelva Chávez en la defensa del plan de la patria por personas verdaderamente honestas, que las hay dentro, en las cárceles y fuera del país.
El año próximo será el año de las definiciones, se verá quién es quién en el socialismo y quién en el capitalismo. Maduro frente a María Corina no puede ser el candidato del capitalismo, ese socialismo chimbo a base de bonos, bolsas de comida y de seudo emprendedores no es una oferta legítima para los trabajadores, y menesterosos de todo tipo, jubilados y pensionados, subempleados, desempleados, rebuscadores de basura y mendicantes. El problema social se agrava a medida que se acercan las elecciones, y las ofertas electorales son las mismas: privatización de la economía, de la industria petrolera y empresas del Estado, privatización del país con la minería y los planes turísticos, sueldos bajos y los mismos empresarios parásitos de siempre chupando de la renta petrolera y de donde puedan chupar sangre de la miseria. Pareciera que no hay salida.
No obstante, lo positivo de todo esto es que los competidores por el control del próximo gobierno no dejarán espacios para las indefiniciones. Así seamos pocos los que defendamos a Chávez y al socialismo, lo haremos en nombre de una verdadera revolución social, material y espiritual, y no como Maduro, Diosdado y los Rodríguez, para defender a sus testaferros, bolsas de comida mala, bonos miserables, privatizaciones y la entrega del país y nuestra soberanía a intereses dentro del capitalismo mundial. Quienes resistamos lo haremos en nombre de Chávez y su plan de la patria auténtico, porque las «terceras vías» son siempre una sola vía, la del capitalismo que se traga siempre a los cobardes y a los pequeños emprendedores que terminarán siendo sus empleados.
Ahora más que nunca cobra valor la lucha por el socialismo, pues la barbarie la tenemos cruzando la esquina del próximo año.
DEBEMOS VOLVER A CHÁVEZ O LA BARBARIE ACABARÁ CON LO QUE QUEDE DE PATRIA