El problema de la acción para recuperar el camino a Chávez y el socialismo.
En la mesa está la propuesta hecha por Rafael Ramírez de conformar una Junta Patriótica de reconstrucción nacional. Pero tiene como problema la acción: cómo estructurar esa junta para que tenga presencia política de peso en el país, que aglutine gente, o la gente desengañada del gobierno y su oposición electoral, vistos como lo mismo; que aglutine a todos aquellos que pensamos que gobierno y oposición representan lo mismo. Nosotros estamos de acuerdo con esa idea. Y con que se conforme en torno a un plan de acción política, el cual debe ser el plan de la patria de Chávez, el mismo que es explicado por él, muy bien, en su presentación en el CNE, el 2013.
Pero seguimos pensando en cómo llevar esa idea a la acción. Cómo concretar un movimiento político chavista alternativo, sobre la base del plan de la patria de Chávez, la constitución y la revolución socialista, lo que convierte el proyecto en algo difícil, al tener que enfrentar al madurismo obcecado y a la derecha pro gringa a la vez; más difícil que ir a unas elecciones o tener que trabajar con ideas fuera del de la revolución socialista – que en nuestro caso significa: fuera del plan de la patria original y de la constitución nacional –; fuera de eso ¡nada!
La idea es volver a Chávez en su sentido (sentido vectorial) socialista, ir hacia el punto de no retorno al capitalismo, como está escrito en el Plan de la Patria falsificado por Maduro (desvirtuado por su gobierno al punto de convertirlo en todo lo contrario al socialismo). Dentro de esa idea de recuperar la obra política de Chávez están comprometidos muchos de sus ex ministros y ministras y funcionarios de su último gobierno, cuadros colaboradores que hoy están exiliados o desaparecidos, intelectuales, viejos militantes que son referencia moral, solo ellos pueden elaborar una denuncia conjunta a la traición del legado político de Chávez, en términos concretos, que sirva para despertar a la gente del engaño madurista y de las calumnias continuas e interminables hechas a Chávez, por la oposición servil a los gringos.
El madurismo y su oposición electoral comparten la intención de borrar a ese Chávez político, al político de la memoria del pueblo chavista y de la historia del país, en eso coinciden perfectamente. Para ellos, para los maduristas, Chávez debe ser convertido en un imposible inimitable, en una estatua de algo que pasó y no volverá, pero borrado su legado político, sus ideas escritas, de todas partes, de las leyes, de los discursos, inclusive de los afiche, franelas gorras; la idea es declarar que el socialismo ya pasó, que ahora, lo nuevo, lo revolucionario del madurismo, es la vuelta a la democracia representativa y el pacto social, ¡Somos Venezuela!, y un PSUV seco, a punto de que lo arrastre el viento.
Como acción política el chavismo debe reclamar su derecho a dirigir el PSUV de Chávez, fundado por él, cargado de su espíritu socialista por él; ¡apropiárselo! El chavismo auténtico necesita un partido y este partido debe ser el PSVU, que obtuvo, bajo la dirección de Maduro-Cabello y sus sigüis, el más bajo apoyo político de su historia, con el 16% de votos en las últimas elecciones, así Diosdado diga lo contrario, vocifere y celebre en la ANC “la voluntad del pueblo”, y cuanta paja loca se le ocurre decir, para negar la realidad de este fracaso político y electoral. Una victoria muy legal, pero una vergüenza política y una lección moral de un pueblo desengañado de todos, aquel que llenaba avenidas para celebrar el socialismo y a Chávez vivo. Reclamar para el chavismo el PSUV puede ser una acción política importante y así deslindar el socialismo del madurismo y su gente, así este nuevo PSUV tenga que pasar a la clandestinidad. ¡A ellos no les sirve ya su nombre!, son políticos reformistas de derecha, una versión mala de Acción Democrática.
Creo que nuestra consigna será ahora ¡RESCATEMOS EL PSUV DE LOS TRAIDORES A CHÁVEZ! ¡POR UNA JUNTA PATRIÓTICA DE RECONSTRUCCIÓN NACIONAL SOCIALISTA!