¡Habló Maduro!, la Asamblea Nacional Constituyente termina en diciembre https://www.aporrea.org/imprime/n358063.html . Esto ha sido el tono que ha marcado el gobierno desde hace 7 años, nadie lo puede negar ahora. Culpar a otros de los errores cometidos es injusto con los otros, si descontamos la sumisión, la obediencia nerviosa y ciega de esos otros. Creo que en algún momento iba a quedar totalmente expuesto el hecho de ser el presidente quién decide, sobre casi todo y por encima de los otros poderes. Pronto le tocará a la fiscalía y le llegará su momento a Tarek William; llegará el momento de convertir la fiscalía general de la República y el tsj en dos direcciones del ministerio de Justicia.
Maduro le tiene tanto respeto a la Asamblea Nacional Constituyente como el que ella se merece. Es sorprendente que Néstor Francia se sorprenda ahora, “¡Sorpresa camaradas!!, trabajan hasta diciembre” ¿Dónde estaría Francia en todos estos años, que se asombra por la decisión de Maduro?
A nosotros nos sorprende más bien la naturalidad con la cual el gobierno toma decisiones sobre un estado chueco, realmente torcido, como si acabar a dedo, con una petición presidencial, con un órgano que se define como soberano y plenipotenciario fuera lógico, como si lo ilógico fuera normal. Maduro se dijo a sí mismo (y lo consultó con Diosdado) que ya no valen los disimulos jurídicos; ya no es necesario el señor Hermann Escarrá para darle forma legal a los disparates del ejecutivo, de las contradicciones del gobierno. Por eso será despedido en diciembre, para que Maduro asuma él solo el control de gobierno (sólo el gobierno, no las responsabilidades, eso nunca), sin muchas razones y justificaciones, ¡como debe ser!… “Tanto nadar –señores constituyentes – para morir en la orilla”.
Creo que es sano que toda esta mazamorra institucional cobre forma, así sea de dictadura, que haya claridad, que no se siga confundiendo el origen de donde emanan las órdenes del verdadero poder; el bien con el mal. Ya no podemos decir que fue la ANC la responsable de la redacción de aquella famosa y anticonstitucional “Ley de inversiones extranjeras”, fue Maduro y su equipo de gobierno. A los constituyentes solo se los puede culpar de pendejos facilitadores.
En comparación, Chávez sí creyó en que se debía modificar el Estado, por lo menos lo intentó, redactó leyes, hizo una constitución democrática más avanzada, más socialista. Su esfuerzo dejó una huella clara.
Sin embargo Maduro siempre hizo todo escondido, escudándose con Chávez o con legalismos torcidos, como esa ANC, que según dicen, fue una manera de frenar la violencia (fue un pequeño golpe que disolvió el Estado). Para nosotros ese pequeño golpe de Estado no nos hubiera avergonzado si hubiese sido acompañado de revolución y de pueblo, pero fue ejecutado para continuar con un plan de restauración del capitalismo de siempre, pero con otros actores, con esa sociedad subterránea de oportunistas, de arribistas emergentes, que abandonaron el socialismo antes y después de la muerte de Chávez. Lo inmoral no es el golpe, lo inmoral es la traición al socialismo y a Chávez.
La calidad del gobierno de Maduro es la misma que la de sus empleados y cómplices, ya es tarde para disculparse y pedir perdón, aunque los que se suponen son socialistas no lo hayan hecho aún. La reacción más fuerte ( “provocada” más que espontanea), ha sido la del constituyente Néstor Francia, pero él no ha tenido problemas con colocarse por encima del bien y el mal, del capitalismo y del socialismo, y declararse, al igual que Maduro, como una conciliador, un pacifista pragmático, reformista del capitalismo, un adeco más (en el fondo su problema es haberse quedado sin empleo… pero eso es un chisme). Lo importante es hacer notar el carácter pragmático de los políticos que nos gobiernan, o más bien, su falta de carácter, desde que no precisan bien sus objetivos y no son capaces de admitir lo útil que les resulta esta ambigüedad, a fin de dejarse llevar por sus inclinaciones e instintos. Quedaron –como se dice – desnudos. Todos, tanto Maduro como sus seguidores y leales de siempre se quitaron las vestimentas revolucionarias (todos los “ismos”, como dice el diputado); uno por acción y los demás por ser tan pasivos y obedientes a cualquier jefe.
La ANC pasó sin que nos diéramos cuenta, insulsa; manipulada por Maduro (Diosdado, Pedro Carreño y los Rodríguez) para sus fines prácticos de restaurar el libre mercado, el capitalismo, por más que lo niegue o lo disfrace de esfuerzos y sacrificios, de revolución, o de resistencia. La ANC, rellena de 545 diputados, no fue capaz ni siquiera de disentir (con las mismas excepciones de siempre: Britto García y Julio Escalona); pareciera que la mayoría de sus diputados supieron de antemano su papel de notarios para las políticas del gobierno, sin chistar. Y hoy esto se confirma, tanto por la decisión de Maduro de clausurarla, cual un Joaquín Balaguer cualquiera (no sé por qué se nos parece tanto Maduro al viejo dictador dominicano), como por las confesiones de Francia (la pregunta es: ¿además de ese proyecto de participación popular que le engavetaron, qué hizo el diputado Francia todos estos años, además de refrendar todo lo hecho por Maduro, cuántas denuncias hizo, cuánta resistencia hizo?) https://www.aporrea.org/imprime/n358069.html.
El caso de estos diputados es insólito: confesar la mecánica voluntariosa del gobierno de Maduro después de 7 años de haberlo apoyado… ¡han perdido la vergüenza!
Pasa el tiempo, y cuando no se cree en nada, la única explicación para el cinismo es más cinismo y decir que así somos los seres humanos, que la carne es débil, que yo quise pero no pude… Definitivamente Chávez en comparación con estos seres cansados, fue un duro, no nada más defendiendo su discurso, sus ideas incómodas, también peleando por ellas; de haber vivido hoy hubiese intentado asaltar Miraflores hace rato.
¡Volvamos al espíritu de lucha de Chávez! ¡Patria Socialista o muerte!