CHÁVEZ, EL CHIVO EXPIATORIO

Una característica de este mal gobierno, ha sido la de NUNCA asumir la responsabilidad de sus acciones y omisiones. Al no haber discusión de ideas y por carecer de épica alguna, el gobierno ha optado por inventar de forma permanente “un enemigo”, causante de todos los males que sus políticas generan. 

Luego de la muerte de Chávez, cuando asaltaron el poder y tomaron el control absoluto de las instituciones y empresas del país; sobre todo, en el ámbito económico y de servicios públicos, fue evidente, que los hombres de confianza de maduro, la mayoría de ellos provenientes de su entorno familiar y de Cancillería, no tuvieron la capacidad de conducir, ni gestionar, de manera adecuada, el complejo aparato económico-industrial del Estado. A partir de allí comenzó la terrible figura de “Los Chivos Expiatorios”.  

Ante el monumental desastre en la conducción de PDVSA, arremetieron contra el gobierno de Chávez y nuestra gestión al frente de la empresa, acusándonos de cualquier cosa que se les ocurría, sin sentido y, menos aún, sin prueba alguna; usaron el falso argumento de que el gobierno de Chávez fue un gobierno corrupto. 

Pasaron de desplazar, perseguir, exiliar, encarcelar y matar  a los Gerentes Chavistas de PDVSA, al control total y la militarización de la empresa, para luego derogar la Política de Plena Soberanía Petrolera y entregar el petróleo a su círculo íntimo y a las transnacionales. Como consecuencia de su acción, el gobierno madurista, 9 años después de haber tomado el poder y  con el control absoluto de la industria petrolera, convirtió a PDVSA en una entelequia en ruinas, profundamente corrupta y disfuncional, que sólo sirve de parapeto para los negocios del madurismo, donde se dan el lujo de dejar perder más de 10 mil millones de dólares en volúmenes de petróleo entregado a sus amigos, mientras el pueblo venezolano y los trabajadores, carecen de las condiciones mínimas para la vida.  Pero, ¡el gran chivo expiatorio, el gran acusado, es Chávez y los Ministros Chavistas!     

Lo mismo sucedió con el resto de las empresas del Estado y de servicios públicos: maduro entró con los suyos a tomar control de TODO y, entre la incapacidad y la marabunta madurista, acabaron con todas ellas, las hicieron inoperativas, las quebraron, para luego entregarlas a los distintos factores de la nueva oligarquía del madurismo. Otra vez, el gran culpable, era Chávez y los Ministros de Chávez

En su alocución entreguista del 18 de agosto de 2018, cuando maduro anunció al país su Paquetazo Económico Neoliberal, éste acusó al gobierno de Chávez de ser “un falso positivo del socialismo”, por lo cual –según sus propias palabras y de forma paradójica– llamaría a los empresarios, para que “enseñaran cómo producir y gestionar las empresas estadales”; además, anunció, que pondría en marcha un conjunto de decisiones económicas, cuyo eje central sería la reducción de lo que los neoliberales llaman el “peso laboral”, lo que se tradujo –de inmediato– en la eliminación de las conquistas de los trabajadores, convirtiendo el salario en “sal y agua”, por la permanente devaluación del bolívar, a la vez que,  dolarizó la economía venezolana.  Nuevamente, el Chivo Expiatorio fue Chávez, en esta oportunidad: Chávez y el Socialismo. 

Luego, la torpe actuación de la extrema derecha venezolana, de la Administración de Donald Trump y de los expresidentes Duque, (Colombia) y Bolsonaro (Brasil), le dio al gobierno de nicolás maduro “la excusa perfecta”, “el enemigo ideal”, para seguir desarrollando su Paquetazo Económico Neoliberal, y que el pueblo, en medio de la llamada “resistencia”, permitiera que le fuesen arrebatadas sus conquistas revolucionarias y se deteriorara su calidad de vida. Mientras tanto, en el país, se traspasaron las empresas del Estado a la nueva burguesía madurista, se eliminaban las prestaciones sociales, los fondos de ahorro y las convenciones colectivas, a la vez que se entregaba PDVSA al saqueo de los empresarios y militares del madurismo.Con la excusa de “enfrentar al imperialismo”, maduro entregó la patria socialista. 

Esta extraña actitud, de un gobierno que se autoproclama Chavista, donde para “resistir” al imperialismo, entregan el socialismo y la soberanía nacional, devela su esencia y desenmascara sus verdaderos propósitos. 

Este comportamiento entreguista del madurismo, no tiene nada que ver, ni con la actuación de Fidel en Cuba, donde frente al verdadero bloqueo norteamericano, profundizaron el Socialismo y la Revolución; ni tampoco con Chávez, que ante “los latigazos de la contrarrevolución”, como él mismo decía, y las sanciones norteamericanas contra PDVSA en 2010, respondimos profundizando la Revolución, el Poder Popular y Socialismo.

Para su propaganda política, maduro tiene el problema que le resulta difícil e inconveniente para sus propositos politicos en lo difícil sostener la bandera del Antiimperialismo y la amenaza norteamericana, a la vez que entrega el petróleo a la Chevron, o nuestro gas a las transnacionales en Trinidad, mientras mantiene “negociaciones secretas” con la Administración Norteamericana, que le han permitido levantar las sanciones contra Erick Malpica y liberar a los sobrinos Flores. 

Entonces, en el país de los “acuerdos secretos”, la entrega del petróleo, los bodegones, Ferraris y Lamborghinis, hoteles de fantasía en los Parques Nacionales y la burbuja de Las Mercedes, donde se regodea la élite madurista, no se puede sostener el argumento del “enemigo imperialista”, ni las “sanciones”, como excusa para justificar el desastre y la entrega del país. Les resulta más conveniente atacar a Chavez y a la “izquierda trasnochada”. 

La elección de Petro, en Colombia y Lula, en el Brasil, le quita al madurismo el argumento de la “inminente invasión”, con la que tenían a los mandos militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en permanente alerta y ejercicio de distracción, dando carreras en falsos positivos, en una política guerrerista en la que enviaron a nuestros soldados a involucrarse en un conflicto que no nos pertenece, donde fueron MASACRADOS por grupos irregulares, en nuestra frontera con Colombia, en Apure y Alto Apure. 

A la vez que se sucedían sucesivas alertas y movilizaciones para una “guerra” con Colombia, la verdadera Soberanía la entregó el gobierno en Guyana, cuando permitió que la ExxonMobil iniciara la producción de petróleo en aguas del Territorio Esequibo, robando nuestros recursos naturales y bloqueando nuestra salida natural al Atlántico. Una grave claudicación en nuestra soberanía, que constituye un DELITO DE TRAICIÓN A LA PATRIA. 

En lo único que ha sido coherente el accionar del madurismo, es en desmontar el Socialismo y arrasar con las Conquistas Revolucionarias del Gobierno del Presidente Chávez, porque ésto, precisamente, es un pensamiento acorde con su modelo profundamente antipopular.  Ni el “imperialismo”, ni la “inminente invasión”, ni la oposición venezolana y, mucho menos, “las sanciones”, dan argumentos sostenibles al madurismo para justificarse, incluidas las inverosímiles historias de “las iguanas y rayos electromagnéticos” atacando el sector eléctrico, o “los misiles y drones” atacando las Refinerías de PDVSA. Y, aunque ha recurrido a estos argumentos e historias, lo que ha optado el madurismo, es por CULPAR A CHÁVEZ Y AL SOCIALISMO del desastre del país, asumiendo así, el discurso tradicional de la derecha. 

Su argumento en contra de Chávez, es una “condición sine qua non” para los “acuerdos secretos” con la oposición y con el capital transnacional. Más allá de que, sigan usufructuando de su nombre para  manipular el sentimiento del pueblo; la verdad es, que han deformado a Chávez, despojándolo de su contenido revolucionario, editando convenientemente su imagen y discursos, para borrarlo a él y a los Ministros que lo acompañamos durante su gobierno revolucionario.   

Por eso, maduro asuza el odio contra los ex Ministros de Chávez; y, por supuesto, en su pensamiento marginal y su estafa conceptual, en él no cabe el argumento de que tenemos una profunda diferencia ideológica con su gobierno neoliberal y corrupto, sino que, recurre a la gastada fórmula de que “los ex Ministros de Chávez, reciben dinero del imperialismo” y que “vendieron su alma al diablo”. Aquí habría que precisar, que el único que ha recibido dinero del imperialismo y de las empresas transnacionales del petróleo, del oro, y todos los que han entrado a “saco roto” a apropiarse de la economía, han sido él y su círculo de poder, de manera directa, en bolsas de efectivo en dólares o a través de testaferros y operadores políticos y económicos, que han saqueado el dinero de los venezolanos. Los únicos que han “vendido el alma al diablo” han sido maduro y su gobierno. Y ésto, ¡sí se puede demostrar!  

Pero maduro sigue azuzando el odio contra los ex Ministros de Chávez, utiliza este título de forma peyorativa. En mi caso personal, y creo que del resto de mis compañeros, debo decir, que estoy PROFUNDAMENTE ORGULLOSO, de ser un Ministro de Chávez; por cierto, el de más larga duración (12 años a su lado), y reivindico toda la acción revolucionaria como Ministro de Petróleo, para conquistar nuestra Plena Soberanía Petrolera, colocar el petróleo al servicio del pueblo y construir el socialismo. 

Lo relevante de su última instigación al odio y de su ataque, es que, en esta oportunidad la dirige expresamente a “los Ministros de Chávez”, es decir, que, por primera vez y de manera abierta, identifica como su enemigo a Chávez y su gobierno.  A pesar de que estas amenazas siempre vienen acompañadas de encarcelamientos y persecuciones, lo cual ha identificado los Organismos Defensores de los Derechos Humanos como su Patrón de Conducta y de su gobierno, lo único positivo de ello, es que los campos se siguen deslindando y las cosas se siguen aclarando, incluso, para aquellos, que, aún creen que apoyando a maduro, apoyan a Chávez.  

La realidad es trágicamente demoledora, éste es un gobierno neoliberal, que ha derrocado y barrido al socialismo y la Revolución Bolivariana, destruyendo al país. No se trata, como algunos maduristas siguen argumentando, de “errores” o “falta de información de Miraflores”. ¡No!, todo lo que ha sucedido es producto de una política deliberada y consistente, de un gobierno de derecha, el peor gobierno de nuestra historia, que nosotros, los chavistas, estamos en la obligación histórica de desenmascarar y derrotar políticamente, para devolver el poder al pueblo y sólo así, retomar el camino de Chávez.