«…tengamos conciencia y conocimiento para interpretar la realidad, para interpretar las amenazas que siempre estarán sobre nosotros, para poder interpretar nuestras debilidades y combatirlas, para poder visualizar nuestros flancos débiles y fortalecerlos, para poder entender pues el acontecer pleno en el cual estamos…»
Esto lo decía el Comandante Chávez en un video «tuiteado» por la cuenta del PSUV en un esfuerzo permanente que hace el partido socialista para difundir el pensamiento del Comandante a través de los medios sociales. Esfuerzo loable e imprescindible continuar pues es necesario siempre volver y revisar el mensaje que a viva voz nos daba el Comandante, pues nos ayudan de manera extraordinaria en estos momentos aciagos para la Patria.
Creo que el Comandante Chávez nos da permanentemente una línea de conducta que debemos atender. No solo su palabra, lo más importante fue su ejemplo de acción. En primer lugar, la necesidad de la conciencia como elemento motivador a pesar de las circunstancias más adversas, en el ámbito político, social o personal, será la conciencia que seamos capaces de construir, en lo individual o colectivo, lo que nos mantendrá en la lucha en la situación que sea, será la conciencia la que motivará a nuestro pueblo a seguir apoyando al campo revolucionario en las condiciones más adversas.
Pero la conciencia está estrechamente vinculada al conocimiento, no tiene la conciencia quien no tiene el conocimiento de lo que sucede, por qué sucede, cuáles son las razones, cuáles los mecanismos, sus leyes, su ciencia. La falta de conocimiento nos impide saber cuáles son nuestros problemas, debilidades, fortalezas, saber dónde estamos parados, a qué nos enfrentamos. Aquí la teoría juega un papel fundamental, no se debe subestimar ni dejar a un lado la teoría, no hay revolución sin teoría revolucionaria, sin conocimiento. Pero igualmente la teoría sin práctica corre el altísimo peligro de contrastarse con la realidad, no ajustarse a las circunstancias específicas, a las condiciones que la validan, niegan o permiten ajustarla.
Es una discusión de larga data en el campo de la revolución mundial, de los movimientos revolucionarios de transformación en toda la historia de la humanidad. Carlos Marx lo resolvió con el planteamiento filosófico de la dialéctica. Teoría y práctica enriqueciéndose y ajustando una a la otra. Esto que parece una disquisición teórica o tal vez pesada de abordar, lo resumió el Comandante Chávez en su acontecer político y de allí parte muy importante de su éxito y en consecuencia de su liderazgo.
El Comandante Chávez estaba consciente de la importancia del estudio, del conocimiento. Solo para mencionar algo, su biblioteca y sed de conocimiento, de lectura, era impresionante. Le gustaba estudiar, que le explicaran, entender el fundamento de todos los conceptos, las teorías, hasta el significado real, completo de cada palabra, tenían inmensa cantidad de libros subrayados y con anotaciones y colores distintos. Consciente como estaba que su formación militar necesariamente lo concentraba en temas muy específicos durante su formación, profundizó su estudio de la historia y del pensamiento de Bolívar, le apasionaba entender al Libertador, sus motivaciones, las razones de su gesta, sus acciones.
Ya desde el gobierno, siempre me impresionó su rigurosidad en el conocimiento en el estudio de temas fundamentales, la economía, las teorías del desarrollo, los escritos políticos, tesis económicas, de grandes líderes y dirigentes mundiales. Confieso que, recién designado Ministro de Energía y Minas, por allá el 17 de julio del 2002, todavía traumatizado el país por el golpe de Estado y con la percepción de que vendría un periodo de desestabilización pues la derecha no cesaba en sus intentos de derrocamiento del Presidente, en medio de la calma que antecedió la tormenta de Plaza Altamira y del Sabotaje Petrolero, me invitó a que estudiáramos juntos el tema petrolero. Así, con la humildad y sinceridad que lo hicieron grande y le permitieron avanzar.
Así que, del conocimiento general de los temas de política petrolera, pasamos a una profundización del estudio y comprensión de la cuestión petrolera en nuestro país, con su historia, características. Puedo afirmar que ha sido el Presidente de nuestra historia contemporánea que llegó a manejar, conocer, en mayor profundidad y certeza política todas las complejas aristas del tema petrolero. Sus implicaciones geopolíticas, las fuerzas en pugna, los elementos teóricos, la renta, el uso de la renta, el funcionamiento de la industria, las consecuencias nefastas de la apertura petrolera, la importancia y manejo de la Faja Petrolífera del Orinoco, la relación con las transnacionales, la Política de Plena Soberanía Petrolera, las posibilidades y limitaciones de la OPEP, el uso revolucionario de la renta petrolera para avanzar en otro modelo económico, superar el rentismo petrolero, crear una empresa nacional al servicio del pueblo y subordinada al Estado Venezolano: la Nueva PDVSA.
Contrastaba mucho las opiniones. Nos convocaba, aclaraba, discutía. Cuando sentía que todo estaba de acuerdo, todas las posibilidades, tenía toda la información, entonces tomaba una decisión y nada lo apartaba de la línea trazada. Chávez era un revolucionario, muchas veces las opiniones más ortodoxas o conservadoras trataban de frenarlo. A veces lo veían como muy apresurado. Yo confieso que siempre lo acompañé en todas sus iniciativas, a veces quedábamos en minoría junto al Presidente. Al final, él siempre avanzaba en la dirección correcta, revolucionaria. Solo así pudimos derrotar el sabotaje petrolero, solo así pudimos crear la Nueva PDVSA, la Roja Rojita, solo así pudimos revertir las entrega y privatización de la Industria. Pudimos desbaratar la apertura petrolera, revertimos los convenios operativos, Nacionalizamos la Faja Petrolífera del Orinoco, recuperamos el manejo soberano de nuestro petróleo, del gas. Recuperamos el control de la empresa nacional, sus operaciones, paramos la privatización, volvimos a tener buques, taladros, actividades del lago, las operaciones en la faja.
Solo con esa determinación pudimos ajustar la regalía, crear nuevos tributos, modificar la Ley Orgánica de Hidrocarburos, la Ley del Impuesto Sobre la Renta, recuperar el ingreso petrolero, crear el Fondespa, el Fonden y todos los Fondos de desarrollo que la renta Petrolera sostenía, las Misiones, TODAS las Misiones, las Grandes Misiones. Para Impulsar la Gran Misión Vivienda Venezuela dispusimos de miles de millones de dólares para dar el salto en una inversión para el pueblo que nadie estaba dispuesto a hacer, para salvar la vida de cientos de miles de Venezolanos, intercambiamos petróleo por servicios médicos, educativas, en las Misiones más hermosas: Barrio Adentro, Robinson, Ribas, Sucre, Milagro, Alimentación, etc.
Esta ofensiva de la Revolución, en base a un planteamiento teórico, derivado del conocimiento, era contrastado por él mismo en la calle. Nosotros con el Comandante. En todo el país, en todos los «Aló Presidente», los gabinetes móviles, las inspecciones, inauguraciones. Interpelados por el Pueblo, por Chávez, interactuando con los obreros, el Poder popular. Sin evadir nada, averiguando, preguntando, verificando si todo iba como lo planeado. Luego, ya en el avión, en Miraflores, o en Barinas, Elorza, la evaluación, la crítica, la revisión, nuevas instrucciones, ajuste a la teoría, más estudio, más conocimiento, critica, autocrática. «No es fácil, nadie ha dicho que sea fácil». Así nos decía el Comandante cuando percibía que la batalla estaba muy dura, exigente.
El Comandante Chávez estaba haciendo una Revolución, estábamos conscientes de ello, por eso lo acompañamos hasta el final de su luminosa vida. Él sabía que intereses estábamos tocando, los grandes intereses del sector más poderoso del planeta: las transnacionales petroleras. Él sabía que estábamos golpeando al gran capital, en una lucha difícil por conquistar la hegemonía del socialismo. Que estábamos golpeando la geopolítica de la dominación, que le dimos una mano solidaria a la Revolución Cubana, al Caribe, a los Pobres del mundo, a Bolivia, Haití, Nicaragua. Él sabía que vendrían los juicios internacionales, como vinieron, sabía que estábamos bajo fuego permanente, de una oposición irresponsable, violenta, atrasada, dispuesta a traicionar nuestra Patria y vulnerar nuestra soberanía para obtener el poder y mantener sus privilegios. Confiaba plenamente en su equipo. «Sus pilares», como decía. Fue leal al Pueblo hasta el final, fue leal con nosotros, su equipo político, el más cerrado, con todos sus colaboradores.
Se nos fue prematuramente, quedamos sus hijos, su equipo, enfrentando la violencia de nuestros enemigos en todos los frentes. Desde la Patria, allá en mi querida tierra, y desde estos espacios de batalla internacional, donde siempre enarbolamos la bandera tricolor y sus ocho estrellas de la dignidad. No será acá que nos sorprenda el enemigo, no estamos solos, estamos preparados y tenemos la razón.
En nuestro discurso ante la ONU, en apoyo a Cuba y en rechazo al criminal bloqueo norteamericano contra ese digno y hermano Pueblo, lo dijimos: «Nos quieren cobrar nuestra lealtad a Chávez, nuestra admiración por Fidel, nuestro empeño en el Socialismo. Por eso las mentiras, las difamaciones, los ataques, las sanciones». En las circunstancias que sea, seguiremos defendiendo a nuestra Patria, nuestro Pueblo, a los trabajadores de mi querida Nueva PDVSA, nuestras ideas, nuestra trayectoria y honestidad, a Chávez y su obra. Nuestra victoria será nuestra respuesta. ¡Viva Chávez! ¡Venceremos!