Los trabajadores, a pesar de las amenazas, limitaciones y represión del gobierno, se han movilizado en la calle para exigir el restablecimiento de sus derechos y conquistas laborales arrebatadas por el madurismo. Lo hemos dicho de manera reiterada –cuando nadie quería escuchar–, el gobierno de nicolás maduro, ha impuesto, a través de la violencia, un paquetazo económico, que tiene como eje central, la entrega de la economía nacional a la élite burguesa que lo sostiene y barrer con los derechos y conquistas de los trabajadores, exigencia fundamental del Capital.
Los trabajadores y obreros se han movilizado unitaria y contundentemente, lo cual, resulta una verdadera hazaña, en un país oprimido y disperso, donde impera el miedo o la indiferencia, con cientos de trabajadores presos.
A pesar de las amenazas y descalificaciones de los instigadores del fascismo en sus programas de odio, los trabajadores, dieron, el pasado jueves 11 de agosto, una clara demostración de cohesión y fuerza, en una masiva movilización que contrastó enormemente con la escuálida asistencia a la convocatoria hecha por parte de los burócratas y sindicaleros del madurismo, a la cual no se presentaron ni siquiera sus jefes políticos del gobierno.
La lucha de los trabajadores es justa, es una campanada. Ellos, hablan en nombre de millones de venezolanos humildes, trabajadores, campesinos, profesionales, empleados, víctimas de las medidas económicas del gobierno, de su política hambreadora, antiobrera; de la entrega del país, del petróleo y de nuestra soberanía.
Por ello, es indispensable, urgente, que los trabajadores –como vanguardia del pueblo–, tengan plena conciencia, claridad, de que el robo de sus salarios, la “tabla rasa” impuesta por el gobierno, no es un problema de la ONAPRE, ni de su instructivo claramente anti obrero, no es culpa de los burócratas antiobreros y reaccionarios del gobierno de maduro; sino que, todas estas medidas y decisiones, son parte de la política económica del gobierno, una política que pasa por eliminar sus conquistas, para –como exige la burguesía–, “aplanar” o reducir al mínimo el “costo laboral”, es decir, tener mano de obra esclava para sus negocios. Así, lo que sucede con la ONAPRE, su instructivo y otras medidas antiobreras del gobierno, es consecuencia directa de una decisión política del gobierno, es culpa de maduro y la cúpula que ha secuestrado el poder, que gobierna para FEDECÁMARAS y el capital transnacional, que asalta y se apropia de toda nuestra economía, que impone sus condiciones y leyes en contra de los intereses de la clase obrera.
La actuación anti obrera y antinacional del gobierno no es nueva, ahora lo hacen abiertamente, porque se les acaba el tiempo, deben enviar “señales” claras al gran capital, de que gobiernan para ellos, de acuerdo con el nuevo pacto hecho de espaldas al pueblo. Desde el 2018, colocaron militares de derecha al frente de las empresas del Estado, para reprimir a los trabajadores y luego privatizarlas, como pasó con el General Quevedo en PDVSA: metieron presos a cientos de trabajadores, persiguieron y sacaron a miles de la empresa, para luego arrasar con las conquistas de los trabajadores, violar las Convenciones Colectivas, robarse el Fondo de Pensiones, atemorizando y desmovilizando a la clase obrera petrolera, para luego entregar PDVSA y el petróleo.
Todo ésto es parte de una política del gobierno. No se trata de “errores”, “campañas del imperialismo” o de la “izquierda fracasada”, como ahora llama maduro al movimiento popular.¡No! Lo que está sucediendo en el país, el empobrecimiento masivo y constante del pueblo, la hiperinflación, la dolarización, los salarios de hambre y la tremenda injusticia social, la vergonzosa desigualdad que se sufre todos los días en las calles, es consecuencia directa de la política económica, del paquetazo capitalista salvaje del gobierno de maduro.
Los trabajadores y su dirigencia, si bien tienen que movilizarse por sus salarios, pensiones y condiciones laborales, deben exigir –al mismo tiempo–, el restablecimiento de los derechos de todos los venezolanos, luchar por el restablecimiento de nuestra soberanía económica, de la Plena Soberanía Petrolera para colocar, otra vez, el petróleo y las riquezas de la Patria al servicio del pueblo, volver al camino de Chávez, al Plan de la Patria, a la plena vigencia de las leyes de la República, de la Ley Orgánica del Trabajo, la Ley Orgánica de Hidrocarburos, de la Constitución Bolivariana, que consagra nuestra soberanía y la progresividad de los derechos laborales.
¡Esa es la lucha! ¡La lucha es contra el gobierno de maduro! El objetivo debe ser luchar por los derechos de los trabajadores y reconquistar el país que este gobierno nos arrebató a todos los venezolanos; reconquistar el manejo soberano del petróleo, de la economía, para restablecer los programas sociales de la Revolución Bolivariana, transformar el modelo económico del país para construir el socialismo, poner la economía al servicio del pueblo y no de una élite con groseros privilegios.
¡Necesitamos otro gobierno! Salir de este gobierno anti obrero, antinacional, reaccionario y criminal. Ésta debe ser la consigna, éste debe ser el objetivo de la lucha de los trabajadores.
¡El problema no es la ONAPRE, el problema es maduro y su gobierno! Este gobierno no va a cambiar. maduro tiene nueve largos años en Miraflores, en ese período ha destrozado el país, entregado nuestra economía y barrido con las conquistas políticas y sociales del pueblo. A partir de 2018, dejó claro que gobernaría para la burguesía y el capital transnacional que lo sostiene en el poder, entregando nuestra economía, sus riquezas y el territorio nacional a los grupos de poder que lo sostienen, vendiendo la Patria al mejor postor.
Entregaron el petróleo, el gas, PDVSA, el Arco Minero, las empresas del Estado, el Esequibo, sus Zonas Económicas Especiales para el saqueo, y ahora, entregan nuestra tierras a grupos privados y potencias extranjeras. Todos estos actos, se tipifican como delitos, hechos ilegales que serán revertidos cuando se restablezcan la Constitución y las leyes, actos que no sólo revisten un crimen político contra la soberanía, sino que se configuran como TRAICIÓN A LA PATRIA, por los cuales deberán rendir cuenta la cúpula en el poder. Ellos, harán lo que sea para mantenerse en el poder y gobernar para sus grupos económicos; hay que detenerlos, si los dejamos seguir, actuando a sus anchas, ¡van a seguir destruyendo el país, entregando lo que queda de Patria y no saldremos del abismo!
Entonces, no se trata de la ONAPRE, ni de los perros rabiosos del madurismo y sus programas de odio, ¡No! La lucha no puede desviarse, no podemos enredarnos con los burócratas o los instigadores del odio. La batalla es contra este gobierno y su política hambreadora; la lucha es contra el paquetazo de maduro, contra la entrega del petróleo, de PDVSA, de la economía. Porque la miseria que se vive en el país, es consecuencia directa de ésto; de la acción de este gobierno; es culpa de maduro, el único responsable de la tragedia de nuestro pueblo, de la entrega del país.
Por eso, maduro arremete contra los trabajadores, los descalifica, los agrede, los amenaza y atropella en actos públicos, ahora maduro habla y actúa claramente como un representante de la burguesía; no sólo arremete en contra de la izquierda y del movimiento popular, sino que la llama “izquierda fracasada”, asumiendo como suyo el discurso tradicional de la derecha. Por eso, arremete en contra de Chávez y su gobierno, por eso, sigue entregando PDVSA y el resto de las empresas del Estado, de manera ilegal, secreta, amparado en la trampa y la violencia; por eso, arremete en contra de los trabajadores y les roba sus salarios, sus ahorros, su trabajo.
Es por esta política, que el salario de los trabajadores es un salario de hambre, mientras el madurismo y su élite corrupta restriegan a todo el país sus groseros privilegios, sus lujos y caprichos, producto del saqueo del oro, del petróleo y de entregar la economía a sus socios. Todos en la cúpula del gobierno y los jerarcas militares que los sostienen, están metidos en el saqueo del país, con sus amigos, familiares y socios. Se reparten la Patria, mientras imponen sacrificios y privaciones de todo tipo a los pobres, condenando al pueblo y los trabajadores a la miseria, sin futuro, ni posibilidad alguna de una vida digna.
Con la represión, el miedo y con la mentira como norma, el gobierno trata de acallar al pueblo, para seguir avanzando de manera artera y absolutamente ilegal, en su proceso de restauración capitalista, de destrucción del país, atropellando a los venezolanos y entregando la Patria para mantenerse en el poder.
Los trabajadores venezolanos, están llamados a ser la vanguardia, a seguir desenmascarando a este gobierno de derecha y sus políticas hambreadoras, entreguistas. La lucha de los obreros, no puede agotarse en una instancia burocrática; al contrario, debe apuntar alto, a la esperanza, que señale el camino al pueblo y repetir, una y otra vez, para que se escuche con fuerza: ¡necesitamos otro gobierno, maduro debe renunciar!
Necesitamos un gobierno del pueblo, de los trabajadores, un gobierno Bolivariano para restablecer la Constitución y las leyes, los derechos de todos los venezolanos. ¡Un gobierno para volver a Chávez!