El pasado martes 14 de enero, los medios de comunicación y redes sociales del gobierno difundieron el discurso de maduro ante la Asamblea Nacional Constituyente. maduro no se atreve a presentarse ante la Asamblea Nacional, tal como establece la Constitución, no corre riesgos, no se expone ni al debate, ni a la interpelación pública.
A pesar de la propaganda del gobierno, habría que decir que el discurso de maduro no le interesó a nadie. La inmensa mayoría de los ciudadanos está harta de un gobierno indolente y una élite política privilegiada, que está de espaldas a la tragedia económica y social del país.
Así, el mensaje a la Nación, que en otros años era un evento político importante para el país, se ha convertido en un acto cerrado, con un público de fácil aplauso, donde maduro hace su catarsis, agrede, ofende y amenaza, en un discurso hecho para ocultar todo y alimentar su épica del tuiter, donde se habla de un país de “prosperidad” que solo existe para la élite privilegiada que lo apoya, donde, como siempre, evita asumir su responsabilidad en el desastre en que ha sumido a toda la patria.
La realidad y sus causalidades son completamente distintas a la ficción del gobierno. La verdad es que estamos ante una crisis económica y social de dimensiones de catástrofe que es responsabilidad de maduro, su incapacidad y su política económica de derecha, impuesta al país a fuerza de plomo. Política que ha tenido un altísimo costo para la población, en términos de pobreza, exclusión, violencia, éxodo de millones de ciudadanos, destrucción del aparato productivo, de las empresas estratégicas, de PDVSA, de nuestra moneda y entrega de la soberanía sobre la explotación de nuestros recursos naturales a las transnacionales.
El año 2019 fue el del desmantelamiento del sistema de garantías económicas, políticas y sociales que nos legara el presidente Chávez. Fue el año de la traición de maduro, o la “transición”, como eufemísticamente le llaman los técnicos, hacia un modelo económico capitalista salvaje, especulativo, basado en la actividad minero extractivo y muy dependiente de factores externos. De aquella Patria que nos hablara el presidente Chávez, el 8 de diciembre de 2012, ya no queda nada. maduro acabó con todo.
Por ello maduro miente, su gobierno ha hecho suyas las palabras de Adolf Hitler “Haz la mentira grande, hazla simple, continúa diciéndola y finalmente se la creerán”, para incidir sobre una condición de las personas, equivalente a un estado de profunda negación psicológica, que afecta especialmente a las fuerzas chavistas, civiles y militares, donde, independientemente de cuán insana o destructiva sea la mentira que hayan aceptado, si la misma logra arraigarse dentro de un sistema de creencias, utilizando el nombre del Comandante Chávez, manipulando el sentimiento chavista, azuzando el miedo, la gente prefiere vivir con ella, y resignados a la fatalidad, incluso traicionándose a sí misma y a todo lo que en algún momento creyó o fue, para mantenerse a salvo, en una zona de comodidad que le ofrece el madurismo a cambio de su silencio o indiferencia. Saben que a quien se atreva a desafiar la mentira le espera persecución, exclusión, ostracismo, exilio, prisión o muerte.
Hay muchas cosas que maduro no dijo ante la Asamblea Nacional Constituyente, pues oculta de manera deliberada el curso de acción de un gobierno que, de manera sistemática, sigue entregando el país a las manos de sus intereses particulares, a manos del capital.
Si revisamos objetivamente los hechos y acciones, las decisiones del gobierno y la dirección de su actuación, estaremos develando una verdad gigantesca como el Pico Bolívar, verdad que el madurismo insiste en ocultar para seguir manipulando incautos o para sencillamente distraer la atención de la población de lo que verdaderamente sucede. Éste es un gobierno entreguista y muy autoritario, imponiendo un paquetazo económico de derecha. Veamos, solo seis aspectos de la entrega:
La destrucción de PDVSA.
Constituye un crimen contra la soberanía y la economía del país.
Si no tenemos nuestra propia empresa nacional de petróleo, quiere decir que serán las transnacionales las que explotarán las inmensas reservas de petróleo que tenemos, la más grandes del mundo. Todos los países productores de petróleo necesitan de su propia empresa petrolera para explotar sus recursos naturales de manera soberana y a favor de su pueblo, maduro ha hecho lo contrario, destruye nuestra empresa y ahora entrega el petróleo y el gas a las transnacionales.
En su afán de controlar PDVSA y ponerla al servicio de sus intereses grupales y su modelo económico, maduro ha encarcelado a cientos de gerentes y trabajadores petroleros, ha perseguido a los cuadros técnicos-políticos que estuvimos al frente de la empresa durante todo el gobierno del presidente Chávez, donde PDVSA, no solo producía petróleo, gas y gasolina, sino que con la producción y las exportaciones petroleras sostuvo el crecimiento del país y el vivir bien de nuestro pueblo.
Hoy día, después de seis años de control madurista de PDVSA, la producción está solo en 714 mil barriles día de petróleo, una caída de 2 millones 300 mil barriles día de petróleo con respecto al año 2013. maduro miente, habla de una supuesta “recuperación” que no se ve por ningún lado, que no se siente en la economía. Sigue prometiendo que quevedo, muy incapaz y entreguista, recuperará la producción. Ésto lo ha prometido varias veces y siempre falla, han cambiado 7 juntas directivas, encarcelado a más de cien gerentes y trabajadores, pero nadie toca a quevedo, es la pieza de diosdado.
Se abre el camino para su privatización y la entrega del petróleo.
Ya lo han hecho con la creación de CAMIMPEG, convirtieron a los militares en unos traficantes de contratos petroleros, no producen ni un barril de petróleo; con el Decreto 3.368 quevedo entregó 14 campos petroleros a los socios del madurismo. Campos que habían sido nacionalizados por el presidente Chávez en 2006, hoy vuelven a manos de empresas rusas en occidente, con sus socios bolichicos, en oriente a las empresas de los maduristas, los amigos y testaferros árabes de delcy y jorge, a los familiares de ramos allup y a la empresa norteamericana Sargent Marine.
maduro ha venido entregando la Faja Petrolífera del Orinoco, ha vendido participación de PDVSA en las mejores empresas mixtas de la Faja a las empresas rusas y chinas, las mismas áreas nacionalizadas en el gobierno del presidente Chávez y que nos han costado demandas de todo tipo de la ExxonMobil y la Conoco-Phillips, les ha entregado el control de las operaciones y terminales; ha entregado inmensas reservas de petróleo, 10.468 mil millones de barriles que antes eran explotados por PDVSA en el Área Junín 10, a una empresa de maletín creada en Malta entre los bolichicos, malpica y el grupo Español Cortina, estrechamente vinculado al partido popular de España. Todo ésto ha sucedido de espaldas al país, en secreto, violando las leyes y el interés de la República.
Igual suerte ha corrido el gas de la Patria. maduro entregó nuestro campo gigante, el Perla 3X, ubicado en el Golfo de Venezuela a las empresas Europeas, que hoy día se lo llevan del país. Ha entregado el gas de la Plataforma Deltana a las transnacionales que operan en Trinidad y Tobago. Ha entregado el gas del antiguo proyecto Mariscal Sucre, a las empresas rusas para que se lo lleven del país y además sin ni siquiera pagar impuestos, ha entregado el gas de oriente para que lo maneje la Shell. maduro invita a las transnacionales con los brazos abiertos para que entren a saco roto a expropiar nuestros recursos naturales. Lo que ha hecho maduro es peor que la nefasta apertura petrolera de los años noventa.
Por eso no hay gas, ni gasolina, ni dinero.
Entre sus consignas absurdas, maduro ha decretado el fin del “rentismo petrolero”, trata de convencer al país de que resulta un éxito renunciar a la renta petrolera, el mayor disparate del mundo, en un país con las mayores reservas de petróleo del planeta.
La realidad no es que maduro renuncia a nada, sino que es incapaz de producir y explotar el petróleo venezolano. El grupete que se apoderó de la conducción del país pensó que sería muy fácil asaltar PDVSA y pensaban que la podrían operar con incapaces y oportunistas.
No, la realidad es que ahora no tenemos suficiente producción de petróleo, las pocas exportaciones que se hacen tienen gigantescos descuentos (por eso cerraron la oficina del Ministerio de Petróleo de fiscalización de precios en Viena), los barriles están comprometidos y manejados por las transnacionales rusas y chinas; además de los “traders” que se cobran por esa vía los “favores” a maduro y su círculo íntimo.
Esta debacle comenzó mucho antes de las sanciones impuestas por los EEUU. Sanciones que se han podido sortear, como hicimos en 2010, si al frente de PDVSA existiese una dirección capaz de manejar nuestros volúmenes de producción hacia otros mercados. Nosotros firmamos acuerdos de suministro con China e India que alcanzaban 1 millón 400 mil barriles día, pero el problema ahora, es que no hay producción.
Nuestros buques están varados y han sido rematados en varios puertos del mundo por negligencia de quevedo, nuestros taladros propios, han sido desmantelados y entregados a los privados, nuestros gerentes están presos y perseguidos; la Faja Petrolífera del Orinoco fue arrasada por la persecución madurista, aun cuando en 2013 produjimos 1 millón trescientos mil barriles en esa área, hoy escasamente produce 500 mil barriles; el occidente fue desmantelado por la persecución madurista para favorecer a la empresa de los rusos y los bolichicos, esa área producía 870 mil barriles día en 2013, hoy apenas alcanza 200 mil barriles día; 30 mil trabajadores han dejado la empresa y el país. Todo eso sucedió antes de las sanciones, cuando éstas llegan encuentran una empresa golpeada, desmantelada, entregada a los privados, sin capacidades operativas, sin dirección.
Las refinerías fueron intervenidas por el madurismo, los cuadros técnico políticos de dirección fueron removidos, perseguidos, presos como delincuentes. Se saltaron a la torera el conocimiento, compromiso y la experiencia de los gerentes y técnicos en áreas de alta complejidad técnica. Se desviaron los recursos de mantenimiento y operaciones para otros propósitos. malpica y simón zerpa le echaron mano al presupuesto operativo de la empresa y ésta se vino abajo.
Por eso no hay gasolina, por eso no hay gas. El gobierno ha impuesto un racionamiento permanente al interior del país como consecuencia de su incompetencia para manejar PDVSA y nuestro sistema refinador que hoy opera a tan solo 10% de su capacidad.
Esta situación de escasez y falta de combustibles nunca sucedió durante nuestros años de gestión al frente de PDVSA, al contrario, abastecimiamos todos los requerimientos del mercado interno, 700 mil barriles día de productos y además exportabamos al mercado norteamericano, suramérica y el caribe.
El saqueo del Arco Minero.
El gobierno de maduro ha cometido uno de los mayores crímenes ecológicos de nuestra historia reciente, se trata de la devastación de las tierras y bosques de la inmensa área de 111.846 kilómetros cuadrados que comprende el llamado Arco Minero.
Nuestros pueblos originarios son desalojados de sus tierras ancestrales, se les persigue, corrompe o mata para entregar esas tierras a la explotación salvaje del oro, diamantes y coltán. Todos los minerales son explotados sin regulación alguna, en áreas de alta sensibilidad ecológica, por empresas transnacionales del oro, en alianza con factores tradicionales de la burguesía y los nuevos actores económicos del madurismo. El oro y otros minerales los sacan del país de forma ilegal, se los llevan a Curazao, desde donde se exportan “legalmente”, se los llevan a Turquía, Rusia y China, de donde no regresan. Los militares se han convertido en los custodios, guachimanes, de las empresas y grupos ilegales que explotan nuestros minerales.
Por el control del negocio suceden matanzas, asesinatos, ajustes de cuentas. De vez en cuando, alguna tragedia, la caída de un avión o helicóptero, descubre la dimensión del saqueo, la profundidad del daño moral infligido a la Fuerza Armada y al Estado. Oficiales militares, en alianza con funcionarios de maduro y empresarios, aventureros de todo tipo, se han convertido en los operadores de un gigantesco negocio ilegal que está arrasando nuestra selva, pueblos indígenas y nuestros minerales estratégicos. El Arco Minero se ha convertido en una de las zonas más violentas del país, es un área de conflicto, saqueo y destrucción.
El paquetazo económico
Los efectos del paquetazo económico impuesto por maduro a partir de agosto de 2018 ha tenido efectos devastadores para nuestra economía y posibilidades de desarrollo futuro, con ayuda del trabajo del equipo de la publicación “15 y Último”, haremos referencia a algunos datos reveladores:
La caída acumulada de -64,2 % del Producto Interno Bruto.
La política económica de maduro ha provocado una contracción histórica del PIB del país, arrasado con el aparato productivo nacional, las fábricas y empresas están cerradas, no solo están, paralizadas, sino que hay una destrucción masiva de las mismas fuentes de generación de trabajo y riqueza.
En el año 2019 la caída acumulada del PIB fue de -64,2%, las exportaciones disminuyeron 65% y las importaciones segundas 85%.
A partir de 2014, la economía venezolana está en caída libre. Utilizando la propia información del Banco Central de Venezuela, “linealmente acumularemos una serie de entre 75 y 80% de contracción, lo que, dicho en otros términos significa que la economía venezolana en este tiempo se habrá reducido a un 25 o 20% del tamaño que tenía hace solo 6 años atrás”.
“Esto ubica a nuestro país entre los descalabros económicos más agudos de la historia reciente, sólo comparable al de países en guerra como Siria”.
La especulación de precios y la hiperinflación:
El gobierno ha entregado la conducción de la economía a los sectores especulativos del capital. Luego de renunciar a sus potestades regulatorias y a la conducción estadal de la economía, el ciudadano está en manos de los factores especulativos del mercado, en lo que maduro llama y aplaude como el proceso de “la autorregulación de la economía”.
La inmensa cantidad de dinero inorgánico impreso por maduro, sin respaldo alguno en las reservas o la economía real, para sostener su farsa de los “aumentos de salario” y los “bonos” con los que ejerce su control social, ha provocado una de las hiperinflaciones más altas y vertiginosas de la historia mundial, la misma ha alcanzado valores de 360.000% en 2019, para el 2020 algunas instituciones estiman un 500.000 %. La inflación es el mecanismo por excelencia del capital para expropiar el salario y el trabajo, es la señal más clara de una economía sin control.
Por otro lado, ante la ausencia de producción interna y la política del gobierno de dejar que “la economía se autoregule”, los precios siguen en una escalada infernal. Utilizando los propios números del BCV, entre diciembre de 2012 y 2019, los precios se han incrementado ¡en un 990.213.120 %! una variación descomunal que se traduce en desabastecimiento, hambre y carencias de todo tipo para los asalariados y la población en general.
La vertiginosa devaluación del Bolívar.
El Bolívar como moneda de circulación nacional ha perdido todo su valor y prácticamente ha desaparecido como la moneda de cambio legal en el país, se ha impuesto de facto la dolarización de la economía y maduro “agradece a Dios”, mientras los precios se transan abiertamente en dólares, los salarios de los trabajadores y obreros se siguen trazando en bolívares.
Al momento de escribir este artículo, el tipo de cambio oficial se ubicaba en 74.139 Bs Soberanos mientras el paralelo se ubica en 76.890 Bs soberanos.
“Si utilizamos el valor del tipo de cambio al cierre del 2019 de 45.874,81 bolívares por dólar, tenemos que en un año y 4 meses que tiene de entrado en vigencia el llamado “bolívar soberano”, el mismo ha variado en 76.358 % su valor. Y si el caso fuera que todavía estuviera en vigencia el bolívar fuerte, dicha variación sería de ¡30 mil millones por ciento!”
La destrucción del salario de un gobierno anti obrero.
Éste es uno de los elementos que desnuda el verdadero carácter derechista y anti obrero de este gobierno. A partir de la política devaluacionista y “eliminación del déficit fiscal” anunciados por maduro en su paquetazo de agosto de 2018, los trabajadores y la clase obrera han sido víctimas de una precarización de sus ingresos y condiciones laborales sin precedente en la historia del país, probablemente sólo comparable al sistema laboral de las transnacionales petroleras, que regía para los obreros venezolanos en las áreas petroleras antes de la gran huelga de 1936.
El gobierno, en una clara violación al carácter progresivo de los derechos laborales, eliminó las convenciones colectivas y desconoció todas las conquistas de los trabajadores de la Administración Pública y empresas del Estado.
No sólo militarizaron las empresas y eliminaron el derecho a la protesta por la vía de la violencia y la judicialización de las relaciones laborales, producto de la cual se han producido despidos masivos y detenciones de dirigentes sindicales y trabajadores, incluso llevados ante tribunales militares, sino de arrebatar el ahorro y prestaciones sociales de los trabajadores por la vía de eliminar el valor real del bolívar.
El gobierno madurista se comprometió con los grupos económicos que lo sostienen y los capitales internacionales que entran al saqueo del país, a desaparecer el “costo laboral”, así llamado por el capital.
“A finales de 2012 el ingreso mínimo legal (salario mínimo más bono de alimentación) equivalía a unos 700 US$, uno de los más altos si no el más alto de la región y de buena parte del mundo. Al cierre de 2019 el salario mínimo mensual equivale a unos 6 US$, lo que significa que se ha reducido unas 116 veces en 7 años, al punto de ubicarse unas 55 veces por debajo del promedio regional y convertirse en uno de los más bajos del mundo”.
El colapso de los servicios públicos y la privatización de las empresas del Estado.
Bajo la gestión de maduro todos los servicios públicos han colapsado. La sucesión de tres mega apagones nacionales en marzo del 2019, atribuidas por el gobierno a las más inverosímiles razones, desde iguanas hasta ataques cibernéticos, probablemente sean la muestra más evidente del colapso e incapacidad de gestión de la administración de maduro. Pero la situación del sector eléctrico se repite en el sector del transporte público: metro, trenes, aeropuertos, autobuses; igual sucede con las telecomunicaciones, telefonía, internet, el agua potable, el gas y el suministro de gasolina.
Nada escapa a la incapacidad y voracidad del gobierno, que ha colocado al frente de estas empresas a sus incondicionales, indistintamente de sus capacidades y conocimientos. La respuesta del madurismo ha sido la privatización. Los voceros más emblemáticos del madurismo, hablan abiertamente de entregar el servicio eléctrico a la gestión de los privados, como la antesala a una privatización de las empresas de servicios públicos. Es decir el Estado invirtió miles de millones de dólares para adquirir o crear estas empresas y ahora estas serán transferidos al sector privado.
Así lo hicieron con CANTV y Movilnet, entregadas a una transnacional China. Esta entrega resulta emblemática, no sólo por el carácter estratégico que resultan las empresas de comunicaciones para cualquier país, más aún cuando se trata de empresas estatales que custodian los servidores y la información de los sectores claves, sino porque la nacionalización de CANTV en 2007 fue una decisión del presidente Chávez.
Pero además de la privatización de empresas estatales de servicios públicos, el madurismo ha adelantado la entrega y privatización de empresas estatales del sector productivo y de servicios. Así se entregaron los Abastos Bicentenarios al grupo vinculado a Alex Saab y sobre estos activos del Estado, se instalaron los primeros “Bodegones” que marcarán la gestión de maduro como una bofetada al pueblo. Igual han hecho con innumerables empresas del sector alimentación, agrícolas, construcción, tierras, empresas básicas, petroleras, de servicios petroleros, maquinarias.
Se comienza por entregar la gestión de las mismas a los privados, para luego transferir los activos, completando así un proceso de privatización de facto, ilegal, corrupto. Por supuesto, todo sucede en silencio, cualquier protesta de los obreros es acallada con la represión. Es así como la nueva burguesía, acumula sus riquezas y capitales con las empresas o recursos del Estado caído, lo que ya ha sucedido en otros procesos de restauración reaccionaria, así sucedió en Rusia, con el gobierno de Boris Yeltsin, tras la caída del Estado Soviético, así sucede en Venezuela con el madurismo, tras la caída del Chavismo.
La violación de los Derechos Humanos como una política del Estado venezolano.
El informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la ex presidenta Michelle Bachelet, dejó en evidencia el carácter represivo y criminal del gobierno de maduro.
El informe documenta violaciones masivas a los Derechos Humanos fundamentales, derecho a la vida, a la libertad, a la presunción de la inocencia, al debido proceso, derechos políticos, civiles, además de derechos fundamentales, a la educación, la alimentación, la salud.
Derecho estos consagrados en nuestra Constitución, pero violentados de manera permanente y sistemática por el gobierno de maduro. En un país donde no existe ni separación, ni independencia de Poderes, donde la fiscalía actúa como sicario del gobierno y el poder judicial emite sentencias por encargo, no sólo de maduro, sino de cualquiera de sus grupos de poder. La judicialización de la política, el “Lawfare”, se ejecuta en el país contra dirigentes políticos y populares, tal como sucede en Ecuador, Brasil y sucedió en la Argentina de Macri.
Las miles de denuncias recabadas sobre la actuación criminal de los cuerpos parapoliciales como el FAES, el CONAS, el SEBIN y DGCIM, así como la actuación de los colectivos y bandas armadas del madurismo, para reprimir, encarcelar y asesinar ciudadanos, se convierten en elementos de derecho para llevar a los responsables ante la justicia y que rindan cuentas por sus crímenes.
Los barrios han sido víctimas de verdaderas operaciones de “limpieza” y exterminio, donde policías enmascarados ejecutan la pena de muerte para los más pobres. 5.800 asesinatos por “oponerse a la autoridad”, de acuerdo con la propia información del gobierno, es solo la punta del iceberg de la violencia desatada por el madurismo contra el pueblo.
La represión, persecuciones políticas, exilios y encarcelamientos-secuestros, se han convertido en el instrumento preferido del madurismo para mantener el control del país. Testimonio de esta actuación criminal, son los cientos de venezolanos muertos por las fuerzas de seguridad y la violencia política en las calles, los cientos de opositores presos, de los más de cien trabajadores y gerentes de PDVSA secuestrados sin derecho a la defensa, secuestrados sin ni siquiera una presentación a tribunales, de los más de 150 oficiales militares sepultados en cárceles militares, los asesinatos y muertos en custodia, tal como el Concejal Albán, el ex ministro Nelson Martínez, por tortura como el caso del capitán de Corbeta Rafael Arévalo, del horror de La Tumba, el Helicoide y otros centros de prisión y tortura en el país.
El asesinato de Oscar Pérez y su grupo, ya rendidos, solicitando por las redes sociales la presencia de una fiscalía que no llegó, para luego ser volados por un dispositivo misilístico y ser rematados en el sitio, el secuestro de los cadáveres y la cremación de los cuerpos, abre un capítulo del crimen y la violencia política del Estado, que nos retrocede a los años de la peor violencia política del Betancourismo.
La pobreza, desigualdad y Éxodo.
Hoy día con un ingreso mínimo mensual de tan solo 6 dólares, el ingreso diario del venezolano, se coloca en 19 centavos de dólar al día, muy por debajo de los 1,9 dólares diarios del umbral de la pobreza de la ONU. El 83 % de los venezolanos son pobres.
El madurismo desmanteló el sistema de garantías sociales del pueblo Venezolano: las Misiones Sociales, las casas de alimentación, PDVAL, Mercal, Barrio Adentro. El pueblo pobre está abandonado por una clase política y económica en el poder, indolente, desconectada de las necesidades populares, que usa la miseria creada por ellos mismos para manipular y controlar al pueblo a través de las “Cajas Clap” y el “Carnet de la Patria”.
Venezuela se ha convertido en el país de las desigualdades, de las injusticias. Dos realidades que golpean como una bofetada a la conciencia nacional: un 83% de venezolanos vive en la pobreza, sin alimentos, ni medicamentos, sin servicios, con privaciones de todo tipo, sin esperanzas, y una minoría del 17% que tiene dólares, que usufructúa de la riqueza de los venezolanos. Es la minoría del Hotel Humbolt, de los casinos, de los Bodegones, de las luces del Guaire, de la vida loca del madurismo, que están comprando y apropiándose del país, con un puñado de dólares.
Por primera vez en nuestra historia, los venezolanos, sobre todo los jóvenes, han abandonado masivamente el país. La ACNUR, agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, ha podido contabilizar al menos 4,7 millones de compatriotas que han abandonado el país. Salen como pueden, cruzan a pie Los Andes, mueren ahogados en El Caribe, cruzan ríos y selvas, con tal de buscar un sitio donde se pueda vivir, un futuro para ellos y sus hijos.
El gobierno pretende desconocer esta realidad, los insulta, los abandona en el exterior. Pero al mismo tiempo, le conviene el éxodo, se quitan de encima a los jóvenes y su rebeldía, el gobierno sobrevive gracias a las remesas que los venezolanos en el exterior mandan a sus familiares que quedaron en el país. El daño que ha sufrido la patria y nuestra posibilidades de reconstrucción son enormes, se han ido nuestros jóvenes, profesionales, estudiantes, trabajadores. Hemos perdido años y años de formación, un éxodo traumático siempre, donde hemos perdido el alma de la sociedad.
La diáspora venezolana trabaja muy duro en el exterior, se ve obligada a hacer lo que sea, volver a empezar. Muchas veces son perseguidos y hostigados por sectores xenófobos, otras veces, son acogidos y apreciados como desplazados de su país por una tragedia, una verdadera catástrofe para el país: el madurismo.
Podríamos seguir enumerando hechos y realidades que maduro no mencionó en su mensaje ante la “eterna” Asamblea Nacional Constituyente. La verdad gigantesca que maduro oculta, la tragedia que vive el país, la miseria de nuestro pueblo, nos obliga a acudir en defensa de la Patria, exhausta, débil, entregada al capital depredador, a los más bajos intereses.
Hay que dar la batalla de las ideas, convencer, discutir, pero también dejar atrás a los timoratos, los cobardes, complacientes, los traidores. Este año debe ser de reagrupamiento de los patriotas, los Bolivarianos, el resurgimiento de la Esperanza Patriótica, para salir del peor gobierno de nuestra historia y, sólo entonces, poder iniciar el largo camino de recuperar la Patria.