La nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, en el año 2007, recuperó el control, por parte PDVSA, de las Reservas de Petróleo más grandes del mundo: 235 mil millones de barriles, convirtiendose éste, en uno de los grandes logros del Chavismo.
Hoy, el gobierno actual, después de destruir a PDVSA, sobrepasa los límites que establece la Constitución de 1999 y la Ley Orgánica de Hidrocarburos, poniendo en venta a la Faja Petrolífera del Orinoco, al privatizar a las empresas mixtas y ceder el control del petróleo de espaldas al país.