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La degradación de la política

En mis artículos ha sido una constante, señalar como un hecho absolutamente perjudicial para nuestra sociedad y el país, el fenómeno de la degradación de la política, que caracteriza al periodo madurista de gobierno, que he denominado “la política con “p” minúscula”.

Claro, mi preocupación y rechazo a este ejercicio degradado de la política, proviene de mis propias convicciones y ética, según las cuales, la política debe ser un ejercicio de honestidad y plena participación de los ciudadanos de un país, en el avance de la sociedad y en la construcción de un marco de relaciones entre los seres humanos, que permita el debate de las ideas, la confrontación de opiniones; y, finalmente, sumar las mejores posturas en el desarrollo de un proyecto.

La política es un instrumento de transformación, no es ella un fin en si mismo, sino la única forma posible y civilizada de allanar diferencias y poder avanzar en el curso de una idea revolucionaria, basado en la transformación de la conciencia del pueblo.

He militado en el campo de la izquierda desde los 15 años de edad y he tenido una escuela y una experiencia fraguada al crisol del ejemplo de mis mas cercanos; en particular, de mi padre, a quien recuerdo de manera muy especial el día de hoy, que, desde muy joven, combatió la dictadura de Pérez Jiménez y después, se convirtió en combatiente guerrillero de la FALN, durante mas de diez duros años, donde, junto a mi madre, ambos economistas de la UCV, con una familia en formación, lo arriesgaron todo, por la posibilidad de un país mejor, desde una perspectiva revolucionaria.

Ese es mi referente directo, y por lo que respecta a mi práctica política, ésta fue desde las filas del PRV-Ruptura, un partido profundamente revolucionario, desde donde siempre se dieron gestos heroicos, signados por el desprendimiento y la entrega, en favor de construir una alternativa para la transformación necesaria del país, donde conocí tan valiosos compañeros que aun hoy día, siguen irreductibles. Combatíamos de manera desigual y en duras condiciones contra el bipartidismo dominante que caracterizó a la IV República, en un modelo político del capitalismo rentista petrolero que se basaba en la violencia; por un lado, y en la manipulación y despolitización de nuestro pueblo; por el otro.  Un sistema profundamente inmoral y decadente, que finalmente naufragó entre sus propias inconsistencias.

Claro, estoy hablando de los referentes individuales que, en mi caso, siempre me acompañan. Afortunadamente, como pueblo, tenemos en el imaginario colectivo, extraordinarios ejemplos históricos que nos pertenecen a todos, del ejercicio de la política grande, del sueño y la inspiración, como es el caso, de Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, Ezequiel Zamora, y mas recientemente, Fabricio Ojeda, de quien, hoy 21 de junio, se cumple un aniversario más de su vil asesinato, y el presidente Hugo Chávez.

Por ello, cuando llegué al gobierno del presidente Chávez, me entregué en cuerpo y alma al servicio del Estado, en un área vital y estratégica cono el petróleo, en un momento determinante para los profundos cambios políticos, económicos y sociales, que signaron su período, con la mas profunda convicción de que el servidor público debe sacrificarlo todo, en beneficio del interés colectivo y en defensa de los supremos intereses de la patria. Así es, que asumí mis funciones al servicio del Estado en el espíritu bolivariano, e impregnado de una rigurosidad “robesperiana”, con la arraigada idea de la necesidad de restablecer la majestad del Estado, en el ejercicio de la función pública.

El presidente Chávez encarnaba en si mismo, el ejercicio ético de la política, tanto en la función pública, como en el proceso de transformación interna del país.  Jamás lo escuché mentir, ni hacer trampa, ni evadir su responsabilidad. Con una profunda honestidad y humanismo, se las arreglaba para salir airoso de la permanente confrontación, muchas veces cruenta, con los sectores reaccionarios que se oponían a los cambios políticos del país. Probablemente, una de las razones por las cuales él me tuvo como Ministro de Petróleo durante mas de 12 años, y yo me mantuve en su gobierno, es porque establecimos una relación fraterna y de mucho respeto, al compartir no sólo la misma visión ideológica, en cuanto a la necesidad del socialismo para nuestro país, sino porque teníamos la misma visión ética en el ejercicio de la política, “la política con “P” mayúscula”.

Él desde su posición de Jefe de Estado y jefe de la revolución, actuó en el marco de nuestras leyes, haciendo lo que tenía que hacer, para fortalecer la conciencia del pueblo, a la par que se transformaba el país, y consolidar un proyecto político tan profundo como vulnerable.

En mi caso, desde el ámbito de actuación en el sector petrolero, que sabía que era el área clave para las posibilidades económicas del país, actué de igual forma, apegado a las leyes y haciendo lo que tenía que hacer, es decir, restableciendo nuestra Plena Soberanía Petrolera y contribuyendo al desarrollo de nuestro pueblo, al rompe, sin cálculos egoístas, consciente de que, tal como lo hacía el presidente Chávez, enfrentábamos los mas poderosos intereses transnacionales e internos, no sólo en el país, sino en el mismo gobierno.

Igual conciencia tenía de mis deberes políticos, y al frente de la batalla social, como miembro de la Dirección Nacional del PSUV y vicepresidente de este partido para el Oriente, primero, después para el Occidente, y luego para Mérida, desde donde conquistamos amplios espacios políticos para el campo bolivariano, sin recurrir a la trampa, ni a la compra de conciencia ni a manipulaciones. Fue un debate de ideas en el seno del pueblo.

Mientras que, en la batalla social, estaba consciente que al dotar y equipar a la Misión Barrio Adentro, crear los espacios y educar a los Vencedores de la Misión Ribas y construir efectivamente (sin números manipulados), 600.000 viviendas para los humildes, además de construir Universidades y espacios públicos para el ciudadano, estábamos distribuyendo por primera vez, de manera efectiva , la renta petrolera en beneficio del pueblo, al tiempo que mejorábamos las condiciones sociales de todos y los preparábamos para el trabajo y el disfrute del vivir bien.

Todo ésto, a la vez que hicimos que nuestra empresa nacional de petróleo PDVSA, se consolidara como la quinta empresa petrolera mas importante del mundo, una empresa al servicio del pueblo venezolano, capaz de producir 3 millones de barriles día de petróleo y satisfacer todas las necesidades de nuestro mercado interno, garantizando la operatividad y capacidades de nuestro portento industrial.  Lo mas importante, sin ceder un milímetro a las presiones de todo tipo, “amenazas y sillas”, parafraseando a Silvio Rodríguez, de la que está llena, en particular, ese camino.

Estas reflexiones las hago, porque en el medio de la tragedia que vivimos actualmente, no nos percatamos  o no nos podemos dar cuenta, del tremendo cambio subjetivo, espiritual, que se dio en el país durante el período de gobierno del presidente Chávez, donde el respeto a la Constitución y a sus Principios Fundamentales de la Soberanía, la Independencia, los Derechos Humanos, la Democracia Participativa y Protagónica, la Economía al servicio de la sociedad, el petróleo para el pueblo, las Misiones y Grandes Misiones, el Bolivarianismo, la Solidaridad, del Internacionalismo, el respeto hacia el otro, el debate de las ideas,  la justicia social, el vivir bien, la educación, la cultura, eran todos elementos extraordinarios, que se hicieron cotidianos, porque, como decía el Ché, “estábamos en una Revolución”.

Es decir, el ejercicio de la política y su ética, era correspondiente con un estadio superior de la conciencia de nuestro pueblo.

Si apreciamos lo que está sucediendo en el país, desde esta perspectiva, podemos entender con facilidad que el ejercicio de la política con “p” minúscula, es decir, la degradación de la política, durante el nefasto período de maduro, obedece al hecho de que, este gobierno ha retrogradado al país, en términos políticos, económicos y sociales, a un modelo de dominación igual o peor que el de la IV República.

Un gobierno que ha violado y convertido la Constitución de 1999 en “letra muerta”, donde no hay instituciones, no existe la MAJESTAD DEL ESTADO, ni derechos humanos, ni derechos ciudadanos de ningún tipo, sino, un gobierno restaurador del capitalismo mas ramplón y atrasado, basado mas que nunca, en un modelo minero extractivo, depredador de nuestros recursos naturales y que no se basa en el trabajo, sino en la expoliación de las riquezas de todos los venezolanos. Con un país empobrecido al extremo, un pueblo manipulado y una injusticia social, que se expresa en su forma mas chocante en la figura de los “Bodegones”, sean éstos, de comida, de medicina, de restaurantes o de gasolina: la nueva “zona rosa” de las viejas y nuevas élites que se han establecido en el poder.

Es  asimilando esta transformación que ha sucedido en estos oscuros 7 años después de la muerte del presidente Chávez, que, entonces cobra sentido la actuación política del gobierno: la persecución política, la represión, la tortura, la creación de paramilitares y actuación ilegal de los cuerpos de seguridad del Estado, el miedo, la censura,  la “judicialización de la política”, los linchamientos morales, el irrespeto hacia el contrario, el control social, el monopolio de los medios, la manipulación del hambre, las triquiñuelas políticas, los acuerdos y pactos secretos, la proliferación de “agentes” del gobierno que tienen sus propios intereses privados, la corrupción, el falso y acomodaticio discurso antimperialista y la entrega de nuestro territorio, del petróleo, del oro, la indolencia de los dirigentes y la indiferencia de otrora dirigentes populares ante el dolor del pueblo, es la clara expresión de la actuación de un mal gobierno de derecha, como es el de maduro.

Es el modelo de dominación de siempre, ahora con nuevas caras, que necesita un nuevo pacto con la oposición, el cual se concretara por la vía electoral, una vez que se pongan de acuerdo sobre cómo entregar el petróleo y que maduro termine de imponer su paquetazo a sangre y fuego, creando las “condiciones” exigidas por las élites, para llegar a los acuerdos de convivencia política.

Una muestra de la degradación de la política y de lo que estoy explicando, es cada evento del acontecer ”político” nacional, uno mas insólito que el otro: que si el TSJ le arrebato a AD y Primero Justicia a sus Directivas, que si el Jefe de la fracción Clap ahora es el presidente de las Asamblea Nacional y jefe de Primero justicia, que arreaza emite un comunicado de la vergüenza, confesando que Alex Saab es un agente del madurismo,  que si el gobierno se hizo el loco con la Exxon Mobil produciendo en aguas del Territorio Esequibo,  que si rematan en secreto a PDVSA, que meten preso a Vivas Santana, que si tienen secuestrado a mas de 100 gerentes petroleros, mientras importan gasolina de Irán, que si la oposición hace una parodia de invasión por Macuto, que si aparece la firma de Guaidó y J. Rendón en un contrato a favor de mercenarios norteamericanos, que si El Nacional censura a los opositores al gobierno, y no puede mencionar a los “bolichicos”, que si cambian al CNE y nombran allí a ex magistrados que el madurismo puso en el TSJ, para ir a elecciones, y si el madurismo pierde el TSJ emitirá otra sentencia  para desconocerla, que si ahora se extendió un virtual toque de queda en el país, que si los casos de coronavirus son culpa de los pocos venezolanos que retornan a su patria, que si maduro ocupa su tiempo viendo “Casa de Papel”, que si John Bolton expone en su libro la lamentable actuación de la oposición, entre otros escandalos,  para un largo etcétera, de las parodia, de la degradación de la política, mientras el pueblo sobrevive su tragedia.

Pero la degradación de la política necesariamente viene acompañada de la degradación de los políticos y de los partidos revolucionarios (en este caso, el PSUV, que se suponía, sería, el garante de la Revolución), donde antiguos comandantes de las rebeliones militares de 1992 han devenido en falderos y bien mandados del madurismo, donde antiguos jefes militares que juraron lealtad al pueblo, al país y a Chávez, sostienen con sus armas esta situación, donde antiguos militares, jefes políticos y periodistas han devenido en animadores de programas de odio y repetidores de pendejadas, donde poetas degradan en sicarios, donde defensores de los derechos humanos, Constituyentistas y otrora dirigentes sociales, miran hacia otro lado, tratan de pasar agachados, se hacen los locos.

Alguna gente, desde una perspectivas chavista, justifican al gobierno, explican, niegan, evaden, sin darse cuenta que hace tiempo abandonaron el campo revolucionario. Todo el show de la degradación política, los escándalos y el eterno forcejeo entre dos caras de la misma moneda, el madurismo y la oposición, es una trampa, es una gran farsa, que pretende tapar la dura realidad de nuestro pueblo y la imposición de un modelo que es inmoral, injusto e inviable.

A nosotros no nos interesan, ni sus elecciones, ni sus programas, ni sus insultos, ni sus arrebatos, nosotros estaremos junto al pueblo y sus luchas, junto a los obreros, en defensa de nuestra Constitución, de la revolución Bolivariana, de nuestra soberanía, de nuestro petróleo y del derecho irrenunciable de nuestro pueblo a conducir su propio destino, por el camino de Chávez siempre.

Ramos Allup, una excusa para no mirar hacia adentro.

¿Qué necesidad hay en revolcarse de contento por lo que todo el mundo sabe?  ¿Qué se puede decir de novedoso, que nos ilumine el alma, o que nos haga más virtuosos, de la familia del anciano diputado? Modestamente creo que todo está dicho. De aquí en adelante se podrían señalar solo cosas positivas, quizás no para él y su familia, pero sí para que no imitemos esas conductas y hábitos con el trabajo de los nuestros, en las prácticas políticas y personales.

Solazarnos con las maldades del  imperio, de Trump, de Antonio Ledezma  o Leopoldo López no cambia en nada la situación del país y nuestra sociedad, no salva al gobierno de sus debilidades, de la traición a los principios y de su incapacidad. En política y dentro de la revolución socialista se tienen objetivos morales muy claros, las comparaciones con el enemigo son de un contraste absoluto, uno avanza y el otro se resiste o retrocede, no hay medidas de comparación. Pesar nuestra inmoralidad comparándola con las inmoralidades ajenas, o nuestra amoralidad con la amoralidad ajena es ya una verdadera objeción a la propia integridad. Pensar – como Diosdado Cabello – que no se pueden comparar los abusos de la  “cuarta” con los del gobierno, porque aquellos fueron peores que estos, no es un argumento a favor del gobierno, ni siquiera es un argumento, es una estupidez casi infantil, la comparación ya es reprochable. Todo lo contrario, quien piensa así meritaría una sanción severa de parte de la gente honesta, del militante, del compañero político, del superior y de todos los que realmente creemos que podemos ser mejores personas, y vivir en un mundo sin la preocupación de tener que estar dañando a los demás para ser felices  (lo ridículo  es que, los que hablamos de estos temas y pensamos de esta manera,  nos llaman – Diosdado y los que lo imitan – “radicales”, y cuando el calificativo es muy suave, nos pueden decir “románticos”, aquí los más bobos guiñarán un ojo de sátiros).

El gobernó y “el mazo dando”, han consolado a muchos vagabundos en el gobierno  con el argumento de que hay otros peores que ellos, en el país y en el mundo, cuando lo correcto es asumir responsabilidades – por no ser lo suficientemente severos con uno mismo y con nuestros subalternos, de no ser modelos morales para la gente que cree en nosotros –.

Nadie es perfecto, pero eso no nos disculpa de ser mejores personas y hacer el mejor esfuerzo; de que no creamos en la perfección y la tengamos de inspiración. Solemos decir que Chávez es supremo, creemos en la grandeza insuperable de Bolívar y en lo inmaculado que fue Jesús,  pero para nosotros sí nos vale tener muchos vicios, sucumbir a toda clase de tentaciones y malas mañas. ¡Qué manera tan cómoda y placentera de resolver los conflictos de consciencia; qué forma más pícara de expiar las culpas, para los que se dicen cristianos, o de salvar sus responsabilidades, para los que no creen en un Dios castigador!

El que no cree que deba arrogarse responsabilidades, que no acepta críticas y no deba asumir sus errores frente a los demás, no puede ser líder de un pueblo, de un colectivo o una masa; de hecho nunca será respetado, en todo caso sería temido, como pasa ahora con maduro y el madurismo: pierde autoridad moral y gana la brutalidad, la autoridad policial, la violencia.

El chisme es una excusa para no mirar en el pozo oscuro de nuestras almas. La gente suela consolarse con el mal ajeno. Y cuando decimos “consolarse” es literal, se activa una moralidad pastosa, una babosa que se ajusta con calidez húmeda a nuestros rasguños morales. Como dijimos antes, el hecho de que Ramos Allup sea el centro de un escándalo, no salva a maduro de otro peor; es  solo que el suyo está reprimido por un bozal social.

Por ejemplo, es el caso de Delta Petróleo, centro de una estafa y un juicio en EEUU, que involucra a Francisco D´Agostini (suegro de Allup) y a Oswaldo Cisneros, cuya participación en la empresa se la debe a Nicolás Maduro, con mano extendida y todo, lo vimos en cadena nacional (¡o como que no lo vimos!, porque fue firmado en secreto). El gobierno necesitaba dólares y Cisneros firmó un convenio de participación en la empresa por  1.130 millones de dólares, en el 2016. Eso es feo. Y es público. Hay un titular en TalCual sobre el caso, del año pasado, que dice, “Oswaldo Cisneros: El audaz empresario que hizo alianza petrolera con Maduro”, y aparece su foto (la de Cisneros) risueño, como si estuviera más bien vendiendo apartamentos en Mayami.

Hay mucho que escavar dentro, hay mucha porquería que se ha ido acumulando por no haber reconocido a tiempo las debilidades, los errores, la incapacidad, estorbando el camino de los que sí quería hacer las cosas bien, que estaban dispuestos a luchar por los cambios y por la revolución. Eso no se puede (y no se debe) ocultar con toda la porquería que hay en el resto del mundo. Debemos ser honestos si queremos pisar firme y no hundirnos en un lodazal, en un pantano movedizo.

La honestidad se ha devaluado socialmente, la gente honesta se avergüenza de serlo frente a tanta impudicia. El gobierno de maduro ha exaltado contravalores como una forma de argumentar a favor de sus errores, de sus acciones que son errores casi siempre, todos encadenados, uno tras otro. Cuando se saben haciendo las cosas bien lo publicitan como si fuera lo más extraordinario del mundo, no se acostumbran a sentir y pensar como personas honestas porque no lo han sido nunca, ni cuando dicen la verdad.

Es el momento de la acción positiva y dejar de ser reactivos, de dejar el chisme y las comparaciones, es tiempo de pensar y buscar resolver nuestros problemas con inteligencia, con la verdad o cercanos a ella,  vivir en un mundo mejor y más justo, trabajar por el futuro. Quién no lo crea así seguirá teniendo la consolación del daño.

¡Viva Chávez!

Distracciones, libre mercado, injusticias y más injusticias

El caso de David Malpass, José Ignacio Hernández, Ricardo Ramos, el hijo de Henry Ramos Allup, Francisco Morillo, y Delcy Rodríguez…, esa es una distracción. Luego, Ramos Allup retó a Bernabé Gutiérrez a intentar tomar la sede de AD. «Te estamos esperando», grita el anciano…, esa  es otra.

Si yo soy un pensionado, que cobrará este lunes 450 mil bolívares –solo piensen en eso – ¿qué podría interesarme Bernabé Gutiérrez y el destino de Acción Democrática? Si me acaban de “suspender” de mi trabajo, estoy desempleado ¿Qué me puede interesar Citgo y las conspiraciones del presidente del Banco Mundial contra Venezuela? Una persona en condiciones miserables no es capaz de interesarse en “relaciones” tan complejas, exigirles “conciencia” o algo parecido, para que tengan paciencia, de tal manera que puedan tomar partido por el gobierno –que en su mayoría sus funcionarios viven bien, comen bien, tienen dólares o cuentas con mucho dinero – ¿No les parece una extravagancia, por no decir una burla, un chiste, una hijo deputada pretender que tengamos estas preocupaciones?

Estos títulos de escritos nos desvían de la atención de lo que realmente nos perturba ahora a la mayoría de los habitantes de este país. “La farsa de Henry Ramos Allup y de Bernabé Gutiérrez”,  “Memorias de un escuálido en decadencia; Bernabé”,  “Los nuevos rectores del CNE y la judicialización de los conflictos partidistas”,  “El llanto adeco”,  “La Columna de Dante; Vamos a elecciones”.

No sé qué tanto puedan cambiar unas elecciones la situación del país, donde pugnan, o pujan, los mismos manipuladores y embusteros de siempre, desde el señor Falcón, pasando por Bernabé Gutiérrez hasta Capriles Radonsky, por una lado, y Maduro y sus diputados siervos por el otro. Pero a  estos se les suman el gordo Barreto, Claudio Fermín y Ochoa Antich, “llenos de buenas intenciones”, pero que  sin embargo son políticos brumosos que no se identifican con las fórmulas liberales capitalistas, por no confundirse con Maduro y la derecha, pero tampoco lo hacen con el socialismo, para no rayarse, otra vez con Maduro y con Chávez (enlodado de las cagadas del gobierno y el partido de Diosdado) y con los que ellos llaman “radicales”, la “ultra izquierda chavista”, los “académicos” (nosotros preferimos que nos conozcan como “el chavismo del Plan de la Patria original”, los socialistas).

La realidad es esta: “Pago de pensión del IVSS correspondiente al mes de julio se realizará este lunes 22 de junio”. Dígame señor lector, ¿qué puede hacer por su  vida una persona con 450 mil bolívares y una bolsa de comida mocha –porque un militar o un funcionario sin escrúpulos se quedó con la leche y el aceite para venderlos?  “Jean Mendoza del sector maderero; Trabajadores realizan acción unitaria en Guayana y exigen un salario que cubra la canasta básica”. ¿No les parece que la gente común comienza a resentirse del hambre y las necesidades? “Movilización obrera unitaria hoy en Guayana; “11.000 trabajadores han sido desactivados en medio de la pandemia” ¿No sienten que se avecina una conmoción social?, ¿que el gobierno y la otra derecha prefieren voltear la mirada hacia las elecciones, buscando distraernos de nuestra desesperación, porque tienen miedo de perder otra oportunidad personal?

Todo se descompone, y nuestros opinadores nacionales se pierden en asuntos menos riesgosos, se comportan con “prudencia”. Unos hablan de Maduro el presidente de la paz (¿?), otros se solazan con el libro de Bolton, o con el final de Trump y Bolsonaro (¡puro deseo”)…  “Walter Martínez afirma que su salida de VTV es la «materialización de las amenazas que me hicieron de sacarme del aire». Esto, por ejemplo,  es una noticia importante, pero para aleccionarnos de cómo funciona el poder tiránico frente a la prudencia. Su salida del “aire” la tuvo que haber previsto el periodista con anterioridad, como lo hace en sus análisis semióticos de imágenes, declaraciones y demás signos. El señor Walter, Martínez cuando todavía apostaba por Maduro, se olvidó del justo derecho a réplica que exigía dejar hablar a Ramírez para defenderse de las acusaciones y la condena anticipada hecha  por el gobierno sin pruebas, no ha debido ser tan “político”, tan “prudente”, tan miedoso, con alguien a quien le tuvo mucho respeto…  pero resulta que los que se conservan demasiado terminan por pudrirse. Con ingratitud paga el poder delirante a los “periodistas prudentes”, ¡lástima!,  es difícil vivir con miedo; el periodista reaccionó un poquito y lo tiraron al techo.

El país se encamina, poco a poco, a un estado de represión absoluta, escondido bajo a una capa de propaganda, exacerbada de mentiras y distracciones sobre asuntos que ahora, si nos conciernen, no nos preocupan.

Cualquiera dirá que lo que nos hace falta para vivir depende de las sanciones o de los robos de Guaidó, Allup y Leopoldo López. Pero, dese un paseo usted por Las Mercedes o La Florida, ¡están en muchas partes y hay de todo!, y visite los mercados y tiendas dolarizadas; ¡no se ha dejado de importar alimentos y artículos de todo tipo! Igual pasa con la gasolina, si tienes dólares no tienes limitaciones.

Si tienes dólares y necesitas medicinas y asistencia médica, de la especialidad que sea, la consigues. La excusa del gobierno no vale, es solo una excusa.  Y la  gente se resiente porque lo sabe, porque no tiene dinero y no puede conseguir lo mínimo que necesita para vivir… y otros sí, ¡pero otros sí! Las ventajas, los privilegios, las inequidades se mantienen iguales o están más acentuadas que en la cuarta república, nada tiene que ver ésto con las toneladas de oro que se quieren robar los ingleses, Guaidó o maduro, o con Citgo y las conspiraciones de Ramos Allup y su hijo, los cuales hasta hace ratico eran socios petroleros del gobierno… ¡El que tenga ojos que vea!, ¡el mercado está abierto!, y esto será igual con Guaidó y EEUU dándole órdenes.

El país puede reventar o puede convertirse en una cárcel, en un gueto de pobres y desgraciados. Por eso antes debemos pensar bien en el futuro que se nos promete. ¡Hace falta un liderazgo que nos oriente hacia una salida distinta al desastre capitalista! La prudencia ya no sirve de mucho, es para los amilanados. Todos los días hay algo nuevo que se acumula: un preso, un perseguido, un funcionario ladrón abusando de su poder, un abatido que se resistió al arresto, un vecino muerto antes de tiempo. Y cada vez más la gente se resiste a vivir en la injusticia, viendo cómo los que pueden tienen y los que no tienen no pueden, ni siquiera sobrevivir a la angustia. Las estadísticas de enfermos de los nervios, de desnutridos (dentro de la clase media hay muchos que no se cuentan por vergüenza), de ciegos y medio ciegos, de diabéticos… no se conocen, pero seguro que son más alarmantes, que multiplican varias veces la cantidad de contaminados por el virus corona y sus respectivos muertos. Hace falta un líder que nos lleva por un camino distinto del capitalismo y el colonialismo. Las elecciones solo son un pote de humo, no sabemos siquiera si las habrá, el dinero robado no importa porque de alguna manera el “libre mercado” está instalado hace rato en Venezuela y funciona.

¡Hay que volver a Chávez!

La privatización de PDVSA tiene sus defensores del lado madurista.

Hay un señor que firma Hugo Márquez que intenta justificar el remate de PDVSA como un acto constitucional. No lo es, pero aun siendo así, la liquidación de la corporación por pedacitos es un acto político cobarde, antinacional, y contrarrevolucionario, es decir, anti chavista en todos los sentidos.

Lo primero que hay que decir es que la constitución fue la inspiración de Chávez pero no representa todo lo que él quiso que fuera, por eso intentó enmendarla con un referéndum. Esos párrafos que abren la posibilidad de la actividad privada en el manejo de nuestra industria son parte de tales enmiendas. Y son los que le han dado excusas a maduro para privatizar ahora de forma disfrazada la industria (y a este señor defender a maduro). A maduro no le bastaba la constitución, tuvo que falsificar al Plan de la Patria y decretar una ley “constitucional” de inversiones extranjeras acorde a sus planes capitalistas y privatizadores (y neocoloniales)

Chávez se preocupó de la soberanía petrolera, de CAPTURAR la renta a favor del  Estado, de la sociedad venezolana y a favor de la revolución; del manejo total de la política petrolera, al punto de que invirtió, formalmente, en La Campiña, el orden en que estaban dispuestos los nombres del Ministerio y de Petróleos de Venezuela, hecho que explicaba de qué se trataba la soberanía petrolera: de que era el Estado (primero; arriba Ministerio) y no PDVSA (abajo; de segundo PDVSA) el que elaboraba y disponía cómo iban hacerse las operaciones petroleras, la comercialización, las negociaciones, la política de precios, etc., cómo nuestro petróleo iba ser el arma principal de nuestra política exterior y nuestra punto de apoyo para el desarrollo social y económico desde ese momento en adelante: primero el Ministerio y luego PDVSA, adscrita al ministerio, obligada a las decisiones de Estado y de gobierno, acabando formalmente con la autonomía gerencial de la PDVSA azul, independiente, autónoma de las decisiones del gobierno y de Estado, al servicio de los intereses de las trasnacionales, y de EEUU y Europa.

Chávez fue el que dispuso acabar con las tercerizaciones y absorber las empresas de servicios petroleros (Muelles, remolcadores, buzos, etc.), por razones laborales y por economía, porque la absorción de sus trabajadores resultaba mucho más barato que el costo de los contratos hechos con tales empresas PRIVADAS; eso no fue una decisión de Ramírez, fue de Chávez y  fue anunciado públicamente (Este decreto fue revertido más adelante por el Eulogio del Pino de Maduro, diciendo de que se trataba de la corrección de un error político de la empresa.. – y de Chávez, por supuesto, no solo de Ramírez.)

Por ejemplo, con la gestión de Asdrúbal Chávez  las empresas mixtas comenzaron a exigir un cambio en su participación accionaria. Constitucionalmente la relación accionaria debía estar a favor del Estado por una razón de soberanía política, para tener el control operativo de la empresa mixta en cuestión, de sus actividades.   Dice el comentarista “Pero, tal como lo establece la CRBV, deja abierta la posibilidad de establecer asociación con privados, siempre y cuando la participación accionaria del Estado venezolano sea superior al 50% (art. 22).” Justo eso es lo que comenzó a pasar con Asdrúbal Chávez, la relación de 60  a 40 a favor del Estado se comenzó a invertir de 40 a 60  a favor de las empresas extranjeras y privadas (más adelante, cuando ya pdvsa estaba siendo desmontada, se llegó establecer un  20  a 80  a favor de los privados, para que pudieran invertir, traer dólares, además de concederles “estímulos” fiscales y laborales). Porque los “inversionistas” reclamaban el control operativo del negocio: producir, y sobre todo comerciar  y asignar precios de forma discrecional. Esto fue el comienzo de una violación de la Constitución, pero más allá de eso, una violación del espíritu de independencia y de  la revolución socialista, que es la ley que realmente importaba a Chávez.

El tema de los descuentos y la comercialización, sin un referente de precio calculado por los distintos mercados internacionales, fue un punto central en todo esto, el centro de la corrupción y de los negocios turbios. Para evitar descuentos a precios irrisorios por las operadoras privadas y los barcos privados; la corrupción en conchupancia con la gerencia de comercialización de PDVSA (curiosamente en manos de Asdrúbal Chávez, por mucho tiempo), PDVSA comenzó a construir su propia flota para la comercialización de nuestro petróleo a un precio justo, y que no se colocara a conveniencia y capricho de las empresas mixtas y sus propios barcos. Para eso se creó la oficina en Viena donde estuviera Bernard Mommer, ahora perseguido por Maduro y su fiscal, el papá de los “descuentos”, de los “estímulos fiscales” y de la privatización a la sombra,… para no hablar de la corrupción descontrolada, donde cada gerencia es un negocio aparte.

Creo que la constitución no justifica en nada la rebatiña de nuestra industria ahora privatizada por maduro. Para defender a Chávez hay que saber qué cosas hizo Chávez. La política de Plena soberanía petrolera es obra de Chávez y se inspira en la Constitución. La migración de los convenios operativos a empresas mixtas bajo el esquema constitucional del control operativo de las empresas mixtas, para la captura de la renta, lo cual nunca se había hecho antes con propiedad, con decisión política, con inteligencia. Una de esas decisiones fue esa, la cual ha sido muy criticada, sin embargo fue efectiva, donde se les exigía un bono de participación, pago de impuestos y regalías, transferencia de tecnología y el control accionario de éstas empresas por parte de Estado.

Ahora, sin voluntad nacionalista y mucho menos revolucionaria,  la industria petrolera se convirtió en una rebatiña de negocios, de pozos, de pedacitos, remate de las refinerías, trafico, contrabando, etc. so pretexto de la participación privada en los negocios, y gracias al desastre de las gestiones y las políticas asumidas por maduro, sus asesores, sus socios y sus gerentes…, hasta Quevedo, la guinda de la torta.

El problema no es lo constitucional, el problema es que no hay excusas que valgan para destruir un país.

Los discursos que confunden.

Don Manuel Briceño Guerrero, uno de los más grandes filósofos venezolanos y del mundo que en Venezuela se le conoce en el ámbito académico pero muy poco de su bastedad y grandeza, sus grandes obras literarias son de obligatoria lectura en muchas universidades del mundo en carreras de Filosofía, Literatura, Antropología, Sociología y Ciencias Políticas, entre otras. Briceño Guerrero un venezolano ejemplar nacido en el Apure que llegó a aportar conocimientos para la humanidad.

Una anécdota que recuerdo siendo estudiante de la Universidad de los Andes en una buena tertulia con Briceño Guerrero en la facultad de humanidades, al culminar la intervención sobre su libro el “Laberinto de los Tres Minotauros” donde hablaba sobre los tres discursos, el discurso mantuano, el occidental europeo segundo y el salvaje, Guerrero hacía referencia al discurso mantuano a la forma que se debía replicar la sociedad señorial del siglo XVIII fundamentado en la limpieza de la sangre y la defensa de la fe cristiana; en el occidental europeo segundo se refería a quien gobierna, lo oficial y doctrinario y el discurso salvaje que se refiere a la erradicación de lo autóctono, al blanqueamiento de todas las expresiones humanas hecha por medio de la paidea (proceso de formación y transculturización unificante y universalizante propio del sistema colonial) al culminar su extraordinario análisis, se escuchó al fondo del auditorio una canción de Alfredo Sadel y preguntó a sus estudiantes si conocían esa estupenda voz, por lo que alguien respondió velozmente ¡es Pavarotti! y más allá otro decía ¡es el español Placido Domingo! A lo que Briceño Guerrero respondió ¡es un venezolano!, es nuestro Alfredo Sadel, para mí, ¡el mejor tenor del mundo! Todos quedamos en silencio, porque la lección que nos dio en un sencillo ejemplo, es que estamos acostumbrados a pensar en los de afuera y no valorar lo nuestro.

Estas enseñanzas de Briceño Guerrero nos permiten ver con claridad los procesos llevado a cabo en nuestra América mestiza dominada a sus anchas por el sistema colonial imperante absolutista y alienante. Hemos vivido esa historia una y otra vez a lo largo de los siglos, solo destellos se han caracterizado por iluminar el camino más allá de los tiempos de una vida humana, haciendo conocimiento histórico y dejando legados para futuras generaciones como lo dijo Bolívar somos una nueva raza, o Miranda en la colombeia y su tesis del incanato, así como otros pensadores, luchadores y creadores de una nueva sociedad fundamentada en lo nuestro en nuestra historia en lo que somos y seremos.

Uno de los bienes más preciados que hoy tenemos, dejado por nuestros libertadores en sus luchas es la independencia, que debemos atesorar y defender con el mayor amor y la mayor devoción, es la cumbre que define el rumbo de lo que queremos ser como pueblo y como sociedad, el atentar o vacilar contra ella es y será el acto más despreciable y repugnante.

La oposición venezolana puede estar o no de acuerdo con el Gobierno, lo que no puede es vulnerar el principio de independencia, por ello, firmar un contrato mercenario para la entrega de nuestra independencia, soberanía y autodeterminación es perder hasta el alma y esto quedará como la traición mas abominable en la memoria de los pueblos. Lo mínimo que debería hacer la oposición es desmarcarse de ese discurso y esas acciones y encausarse en sus luchas por las ideas políticas sin tutelajes extranjeros porque seguir dependiendo de ellos, es continuar sumando derrotas y desgracias. Afortunadamente hoy tenemos patria y quien la defienda.

Por otro lado, alerto sobre un discurso oculto que va confundiendo y socavando poco a poco la moral en la creación y participación protagónica del pueblo, ese discurso se genera desde los estamentos “oficiales”, corrientes oligarcas y burguesas que se hace con el propósito de descalificar toda aspiración, organización y emprendimiento del pueblo, de lo que el comándate Chávez llamó, la creación de lo nuevo, en lo económico, social, político, cultural. Y ¿Qué es lo nuevo? Es Permitir crearnos y construir con nuestra propia esencia sin repetir o copiar modelos. Parafraseando a Simón Rodríguez, es preferible inventarnos que errar con lo ya convencionalmente establecido.

Para comprender lo que estamos visualizando y cómo las corrientes se van engranando hasta montar un discurso contra revolucionario, tratando de imponer el pensamiento dominante capitalista y reforzar su hegemonía, podemos citar varios ejemplos, uno de ellos, se está dando en la política agraria del país, al punto que se da un proceso de restauración bajo la argumentación que lo hecho por Chávez está mal, nunca se debió hacer o eso nunca fue conveniente, que el pueblo, el campesino que fue objeto de la revolución agraria no sirve, no siembra, vende sus parcelas o asentamientos, se roba la producción, los acusan de tener vínculos con paramilitares (rastrojos), como si la tarea del <Estado> es sólo darle la tierra y dejar su ley en letra muerta y no brindarles el acompañamiento. Ante esta situación de señalamientos al campesino y al productor, emerge una propuesta desde algunos voceros de las instituciones del gobierno, afirmando que los terratenientes saben hacerlo bien, son productivos, tienen dinero para invertir, pueden llegar a conformar una burguesía revolucionaria, independientemente de que exploten y mantengan la propiedad de extensas tierras, persigan y asesinen al pueblo campesino.

Veamos este tipo de razonamiento: la sociedad feudalista y capitalista es muy antigua, han tenido tiempo de crear su propia lógica y sistemas de creencias, de mutar y transformarse de acuerdo a las circunstancias, por lo tanto, sino hay claridad, toda política revolucionaria emprendida se disolverá, por eso que vemos como se reprimen y se sacan bajo cualquier argumento comunas o asentamientos campesinos de sus tierras, privándolos del derecho a la tierra que ha significado un conflicto universal a lo largo de la historia y en todas las sociedades del mundo.

No se puede pretender que la creación de las nuevas formas de organización con el poder popular se haga de un día para otro, ser cortoplacistas, apresurarse sin método revolucionario y no percibir la dimensión de la tarea histórica que nos dejó Chávez es claudicar en los objetivos revolucionarios. Por ello, ante la situación económica que vive el país, mucho “dirigente” ha optado por lo simple y pragmático, señalando siempre al más débil como la causa del problema, lo digo nuevamente, la política no es solo la entrega de tierras, es mucho más que eso, es el debido acompañamiento crediticio, técnico, jurídico, atención social, buenos servicios, óptimos controles, seguimiento y una eficiente dirección política, Chávez lo decía, “esta política lleva su tiempo no desmayemos hasta hacerla sostenible, debemos si es posible arrancharnos con ellos, para producir todos los alimentos que necesitamos garantizando la seguridad alimentaria establecida en la constitución, vencer significa dar paso a las nuevas formas de organización y producción, eso significa el comienzo de lo nuevo que nadie se llame a engaños”
Esto también se está percibiendo en el sector petrolero, hoy bajo la crisis económica que vivimos se comienza acuñar por parte de “expertos y sabios” un discurso privatizador y desnacionalizador. Vencer la guerra económica no implica entregar el patrimonio de todos los venezolanos por muy duras que sean las circunstancias, porque no son los grandes consorcios ni trasnacionales las que van a solventar y salvar la economía del país, eso es totalmente falso; es con el concurso de nuestros trabajadores, su ingenio, fortaleza, herramientas en la creación de estrategias financieras, una inversión bien direccionada, la forma de poder lograrlo. Entregar PDVSA a consocios y trasnacionales implicaría destruir uno de los principales objetivos de la industria petrolera, que no es solo el de crear riquezas sino que las mismas sean orientadas a satisfacer las necesidades sociales del pueblo, tal como lo hizo Chávez con su proyecto de plena soberanía petrolera.

En cuanto a ese discurso quiero preguntar lo siguiente ¿consideran ustedes que el beneficio social que ha obtenido el pueblo más pobre con la dignificación de una vivienda se hubiera hecho con una industria del cemento y del acero privatizada, y con PDVSA en manos de la Shell o la Exón móvil? Chávez comprendió que eso era imposible, por eso, las nacionalizo y las puso al servicio del pueblo más allá de los errores que se hubieran cometido, nuestro deber será siempre el de enmendarlo y continuar reinventándonos con mucha unidad verdadera.

A propósito de lo antes descrito sobre los discursos que pretenden hegemonizar para crear una realidad que no existe, llevándonos a copiar modelos y presentándolos como la salvación a nuestros problemas, hoy el pensamiento de Briceño Guerrero en la concepción y el manejo de la política de nuestro país sigue vigente, mientras algunos dirigentes se empeñan en seguir imponiendo lo de afuera con Briceño Guerrero aprendimos a ser auténticos.

La “normalización” de la pobreza.

A través de un gran despliegue propagandístico, nicolás maduro pretende hacer cree al pueblo que la situación de la gasolina se”normalizo” luego de la llegada de los buques iraníes. Pero la realidad es que incrementó la gasolina un 50 mil millones %, privatizando PDVSA después de haberla destruido durante toda su gestión. Hecho que ocurre cuando Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia, lo único que maduro ha “normalizado” es la pobreza.

¿7 años y no tienes idea de cómo componer lo que rompiste?

Era de suponer que la calidad moral de aquellos que tomaron el control de PDVSA y del Ministerio de petróleo en el 2014 presagiaba la caída del chavismo. No se trata de ver en ese hecho un asunto político nada más,  sin considerar la calidad moral de sus protagonistas; para esa excusa están todos los oportunistas del país, para interpretar todo como una oportunidad personal para acceder al poder, como la diplomacia europea, como los pactos adeco copeyanos-mas, como los acuerdos tripartitas, donde nunca hay principios de por medio, solo conveniencias de poder, personales y económicas. Se trata de, que desde ese terrible día comenzarían muchos a perder la vergüenza por no traicionar los principios adquiridos gracias al ejemplo de Chávez y a la “conciencia política”, la cual se consideró siempre como una condición de “principios políticos”; en ese entonces era una condición de principios tener conciencia política, pero se perdió frente a las conveniencias de poder muy personales.

Aquel momento fue vertiginoso, todo cambió en momentos. En una semana ya estábamos todos los que teníamos que estar afuera; fuera, arrinconados, presionados, marginados de todo. Cuando se instalaron las nuevas autoridades, como un comando de paracaidistas invasores “caídos del cielo”, todos los que ahora dicen que “evolucionaron políticamente” con el cambio, que por eso estuvieron con ellos, solo mienten, se justifican como viejas medrosas; disimulan su falta de carácter, resentimiento y falta de “conciencia política” con el cuento de la evolución hacia un chavismo sin Chávez, hacia una PDVSA sin el ministro Ramírez, y se pusieron al servicio de un ejército de tramposos oportunistas.

Nadie quiere a los traidores. Después de que son usados por quienes les pagan son despreciados y desechados. Pero muchos insisten en tener razones políticas para demostrar que nunca traicionaron sus principios, para ellos Chávez y Ramírez solo fueron personajes circunstanciales, accidentes, casualidades, no representaron verdaderos principios, los principios quedaron decantados con Maduro y con los hermanos Rodríguez y su pequeño ejército de tramposos.

Tuvieron que pasar siete años para que ahora de repente “descubrieran” que algo está mal en el gobierno de Maduro. Esa repentina “epifanía política” no aguanta ni siquiera los chismes de pasillo. Todos saben que actuaron mal, que se vendieron por un cargo y un sueldito, que se comportaron con desprecio e indiferencia con sus antiguos compañeros y con muchos de ellos fueron crueles; algunos por resentimientos, otros por ser simples, fascinados de ser jefes y hacerse sentir.

La caída de PDVSA y el Ministerio fue moral y política, luego institucional y administrativa, y por último estructural. Dirigir esa corporación con décadas de cultura corporativa capitalista en una revolución socialista no fue fácil, para Chávez y tampoco para Ramírez, quien lo secundó en todo. Que la cultura corporativa tentara a espíritus tan débiles no fue para nosotros nada raro. Raro resulta cómo fue que esos exaltados “políticos socialistas” de entonces ahora estén justificándose políticamente ante el giro de los acontecimientos; que, como ahora Maduro no tiene salida a ningún lado, quieran escapar de su vergonzosa historia mediante “explicaciones políticas”, diciendo que hay marxista académicos que no entendieron a Maduro y ellos que sí, pero que ahora hay que volver a ver, volver a analizar, a revisar lo que ha pasado –“no sea que se haya pasado por alto algo importante, alguna pregunta no formulada” ¡Pfsss!… Para nosotros nos sirve esa respuesta hipócrita, todos pasarán a la historia como lo mismo, como felones y cobardes, como políticos pusilánimes, o políticos de utilería.

Esa conciencia perversa de los políticos sin principios es lo que alimenta a los llamados “tanques pensantes” de la derecha: todos provienen de la izquierda, de ese lado de la talanquera. Con la pedantería se maquilla la ignorancia, con la experiencia personal se nutre la manipulación del chavismo; no hay nada más fácil que manipular a alguien que puede sentir y pensar como uno. Para muchos de ellos, de esos prospectos de “tanques pensantes” la traición es tan útil para la evolución del mundo como lo son  las ciencias naturales; creer éso los consuela un poco de sentirse cobardes.

Los cobardes miran siempre para el lado que menos los debilita, para el otro lado. En vez de mirar primero hacia dentro, para juzgar al mundo miran rápido hacia afuera. Una de los principales consejos de los siete sabios griegos nos dice: “conócete a ti mismo”, si quieres conocer el mundo. Y estos dicen “huye de ti mismo, si no quieres espantarte”.

La caída de PDVSA y del Ministerio de petróleo  fue la caída del chavismo y de la posibilidad real de la revolución, así la mayoría piense lo contrario. La mayoría de la gente juzga fácil el esfuerzo que se hizo en ese espacio por vencer lo que Chávez llamó la lógica del capital. La lógica del capital es un estado mental, es un carácter o una falta de él, que permite que nos gobiernen y dispongan de nuestras vidas muy pocas familias, muy pocos individuos, sin que haya casi o ninguna resistencia de parte de muchísimos, de millones, en una relación del 1 % frente al 99 % de la población mundial.

La colina más importante del capitalismo instalado en el país, para ser conquistada  por el socialismo, por Chávez y los chavistas, era PDVSA, la cual compartía en su momento conocimientos técnicos y científicos con privilegios, competencia sana con envida, la tentación del robo con el subir de estatus social mediante el ascenso a base de méritos personales.  Cuando llegó Ramírez ahí no se hablaba de solidaridad, de trabajo voluntario, de espacios abiertos para el pueblo, de un comedor común para todos los empleados y trabajadores, o de socialismo, de acabar con las exclusividades. Costó mucho tiempo y trabajo ir eliminando prejuicios y privilegios, típicos de las corporaciones. Costó mucho incentivar el trabajo de acuerdo a los planes nacionales propuestos por Chávez, ocuparse de las misiones, de administrar programas distintos al negocio petrolero, hasta Eulogio del Pino actuó en su momento como un renegado de los planes de Chávez declarando que estos habían sido un error ¿Un error para quién?…  Para la corporación capitalista, por supuesto, no para apalancar el socialismo. Sin embargo este es el tema fundamental que nadie considera a la hora de condenar a Chávez y a Ramírez como los causantes del descalabro de la industria petrolera. La historia dirá cuál es la verdad dentro de tantas mentiras y cobardías, ignorancia y deseos personales, pedantería y vanidades. Que sea el tiempo el que aclare esta tragedia y juzgue a los verdaderos traidores y cobardes.

Un “patriotismo” sin patria

“es imposible saber el daño espiritual que el madurismo le causó a este pueblo y, quizá, al planeta.”, dice  T. Valderrama y A. Aponte

Muchos de mis vecinos creen que todos los vicios del gobierno son mentiras creadas por el imperio para desprestigiarlo; eso me parece una negación enfermiza de la realidad. Hay un señor que alucina con la defensa de la patria, pero hoy no tenemos patria o no sabemos dónde localizarla, eso también me parece patológico, desear con fuerza y luego creer que los deseos son la realidad.

La patria es de esos conceptos que enternecen a los exiliados y a los huérfanos, pero que a la vez es tan abstracto, y es tan flexible que puede ceñirse perfectamente a los intereses de Lorenzo Mendoza, como  hacer que el que no defienda los intereses de Mendoza y de los capitalistas,  sea acusado de traición y por eso ser encarcelado. Es un traje con el cual se visten aquellos que ostentan el bastón de mando. Es tan insustancial para los pobres como concreto para los propietarios y poderosos. Es por esa ubicuidad que Chávez quiso que patria fuera algo más preciso y digno  para todos, que la patria se asociara al socialismo, el cual la califica como un derecho más humano que nacional o cultural –o no se asociara con el linaje, “que yo fui primero que tú en estas tierras”, todas esas estupideces mantuanas y ahora burguesísimas sobre la propiedad de la tierra –

La patria de Bolívar quedó momificada en símbolos, en estatuas, en imágenes del “padre de la patria” hechas a conveniencia de los oligarcas y académicos chupa tinta y jala bolas, patrioteros, pícaros explotadores de la ignorancia de un pueblo sin patria, sin tierras, sin zapatos, sin pan, sin salud,… hasta que apareció Chávez. En comandante Chávez intentó cambiar esa farsa y reconstituir de nuevo el sentido de patria con el carácter que le dio Bolívar en una nación más independiente y más justa. Patria también para los negros esclavos, para los pobres y campesinos, para el soldado, para las mujeres y los niños,  pero acabaron con su obra y lo expulsaron de su país natal los oligarcas, y luego se dice que lo mataron en Santa Marta.

El verdadero defensor de la patria fue Chávez cuando quiso que la patria fuera socialista, una nación soberana de los imperios pero, sobre todo, soberana del capital y del capitalismo. No puede haber una patria que nos conmueva a todos mientras haya diferencias sociales, privilegios, ventajas para unos, y otros tirados al fracaso de la miseria, como pasa hoy en Venezuela ¿Qué pueden decir de esta Venezuela de privilegios los que ahora se ofuscan con la defensa de la patria madurista?

El presidente actual acabó con el sueño de Chávez de tener patria independiente y socialista. Maduro traicionó la revolución cuando su primer acto de gobierno fue mentir, falsificar el programa de Chávez para poder gobernar más cómodo y fácil  con los capitalistas y oportunistas como sus aliados, y restaurar el capitalismo, la exclusión, los privilegios. El primer acto de gobierno fue retratarse con los empresarios privados y falsificar el plan de la patria, traicionar la herencia de Chávez.

¡Ahora el gobierno no está defendiendo la patria, se defiende él! – luego de que se diera cuenta que el capitalismo no tiene aliados incondicionales, que solo busca ventajas y ganancia, y no tiene por qué quedarse a su lado –.  Pero el presidente debe decir públicamente a sus fieles que la patria está siendo mancillada, acorralada, atacada, debe confundirse con ella para poder conmover a los espíritus más distraídos. Sin embargo se trata de  la misma patria que él destruyó al arruinar la esperanza socialista y convertirla en esta mueca, en la caricatura de gobierno que representa.

Otra mentira es creer que el presidente Maduro ha sido valiente ante los ataques del imperio. Ha sido, ¡eso sí!, un charlatán y un petulante. La historia de la relación de maduro con los presidentes del imperio ha sido francamente vergonzosa, un fracaso sistémico y personal. Ha querido y casi que suplicando el perdón por haber sido socialista y la anuencia del imperio para poder gobernar tranquilo su “capitalismo social” o como sea que se llame este despelote.

Pero así mismo, cuantas veces  lo ha pedido lo han despreciado en las mismas oportunidades. Llegó incluso a solicitar un entrevista a un canal extranjero para que desde ahí pudiera acercarse más a Trump y hacer que lo oyera para que le dieran una cita en la casa Blanca, así fuera entrando por la puerta de atrás. Pero esa misma semana Trump le envió de vuelta más sanciones, económicas y personales. El renegado siempre es despreciado hasta por el enemigo.

Maduro ha sido el presidente más despreciado por Donald Trump, o presidente alguno norteamericano, y aún así, cuando puede, se postra,  les “ofrece su mano para un diálogo sincero”, porque dice, para disimular su debilidad, estar convencido de que a los presidentes norteamericanos son engañados por sus asesores, que no saben que les mienten sobre la  “realidad venezolana”  ¿Quién podría ser más desubicado y petulante?  

Para ser justos hay que decir que  Maduro y su gobierno no ha cometido errores, él es el error, es el error de Chávez cuando creyó en su persona y en su inteligencia y lo llamó su sucesor.

 Hay una diferencia tan acentuada de percepción de la realidad del país que uno llega a pensar que o es este otro país y otro gobierno, y uno está loco viendo miseria donde no la hay, o los locos son otros y no hay  patria, nación, sentido de pueblo ni nada, el país destrozado por un gobierno inútil, que lo sufrimos a diario.

El triste papel del poeta Tarek y la extraña justicia de la decadencia madurista

“El oficio de poeta no es compatible con el desempeño de la función de verdugo, las musas no visitan a los represores”. Ahora con tarek, el que antaño fue poeta se demuestra con creces las palabras del filósofo.

Los móviles más íntimos de los hombres son inescrutables, sólo nos es dado las apariencias y la conjetura de las causas que producen los efectos. ¿Qué movió a tarek a convertirse en un triste verdugo del madurismo decadente? La respuesta se la dejamos a las musas y a su conciencia. Nosotros nos limitaremos comentar su conducta de hoy, su metamorfosis. Veamos.

El fiscal tarek, es un funcionario sumiso a los mandatos del comando madurista, los hilos que lo mueven salen de miraflores. Condena con la misma velocidad con la que voltea para otro lado, todo según las ordenes de su conductor. No ha podido detener a guaido, pero mantiene en prisión a cientos de militares, a Baduel, Rodríguez, a los gerentes petroleros, al escritor de Aporrea Vivas Santana, todos sin juicios, sin derechos, se hace el musiu con los crímenes de la faes que cada día son más banda que militares, sólo la investiga cuando miraflores ordena y eso sólo para detener a un puñado de miembros de los pelotones de fusilamiento, nunca a los jefes.

Pero cuando se extrema en su declinación es en el ataque al principal enemigo de miraflores, al Ministro Ramírez, el hombre más vapuleado por esta tiranía, le temen porque tiene la posibilidad de ponerse al frente de la resurrección de la esperanza chavista. El fiscal tarek llevado por el odio a su antiguo jefe político y siguiendo órdenes de maduro  acabó con pdvsa guillotinando todo lo que oliera a Ramírez. Y aquí cabe un paréntesis, Ramírez es un ejemplo del linchamiento político de un líder, contra él se han dicho toda suerte de barbaridades, no tiene derecho a la defensa, lo juzgaron y lo condenaron con la extraña justicia madurista, y no sólo eso, el que se atreva a salir en su defensa es también víctima de ataques tortuosos, descalificaciones. Nosotros lo defendemos por razones humanitarias, que revolucionario seríamos si permaneciéramos callados, si no “tembláramos de indignación frente a esa injusticia”. Nos negamos al silencio, nos negamos a plegarnos al río de la canalla. Sólo pedimos que le den para su defensa siquiera un 0,1% de la pantalla que tiene el gobierno, que tiene diosdado y el resto de los programas del gobierno.

Se ha dicho con insistencia que contra Ramírez no hay pruebas, esa verdad se habré camino en la opinión pública, por eso miraflores indignado manda a su verdugo a que prepare una contraofensiva y no se le ocurre otra cosa al tarek que apelar al sobrino preso hace años, sin juicio, sin sol, sin derechos, y con una rara algebra jurídica trasladar las acusaciones del sobrino (nunca probadas) al Ministro Ramírez, sentado así una doctrina que asombrará a los foros mundiales, ¡la doctrina maduro-tarek!: Las acusaciones, los delitos migran según conveniencia del gobierno, y éste debe cuidarse siempre de nunca investigar lo inapropiado, por ejemplo el asesinato de Chávez, investigación sospechosamente engavetada.

Si aplicamos esa absurda doctrina al propio maduro y sus sobrinos saldría mal parado, por allí hay muchos familiares mal comportados. El “poetantes” le hace un gran daño a la justicia, al país, y lo que sentimos, lo triste de esa papel es que en miraflores no lo quieren, de él se burlan, lo tienen como un fusible desechable, lo inculparan de cualquier cosa para salir de un atolladero, y ese día sólo quedarán sus poemas aplastados por su conducta de sepulturero de la justicia…